Sr. Ojeda:
Permítame decirle antes que nada, que pensé que lo había visto todo. Pero con usted me equivoqué. Después de haber visto su declaración transmitida por todos los medios pro oficialistas, donde usted despotrica y suelta toda clase de sapos y culebras contra el supuesto Plan de Gobierno de Henrique Capriles Radonsky, me doy cuenta que ahora es cuando nos falta ver cosas asombrosas en este país.
Señor Ojeda: lo vi en la pantalla del canal 8 y de otros canales manejados por el PSUV y me pregunté si el Ojeda que estaba echándole pestes a Henrique Capriles era el mismo Ojeda que hace unos cuantos años atrás fue a la Isla de Cuba, a retar a la revolución cubana y a demostrar in situ que en esa Isla gobernada por los chulos de los hermanos Castro no había libertad de expresión.
Señor Ojeda: Lo vi frente a los micrófonos de esa vaina rara que llaman Sistema Nacional de Medios Públicos, y me pregunté si ese Ojeda que decía con su cara muy lavada, que el único candidato que había puesto “acento en lo social” era el Presidente Hugo Chávez, era el mismo Ojeda que desde su curul en la Asamblea Nacional acusó una y mil veces al Presidente Hugo Chávez de estar incurso en presuntos hechos de corrupción.
Tras escuchar su declaración contra Henrique Capriles, recordé que una vez, usted se metió en un auditorio, donde el oficialismo llevaba a cabo una Asamblea, en esa vaina que ellos llamaban parlamentarismo de calle, y le cantó sus cuatro verdades a los chavistas que allí se encontraban. O aquella otra vez, cuando durante una manifestación, usted se adentró en la propia cueva del lobo, enfrentando a los chavistas que disparaban contra personas inocentes y casi le pegan un tiro. Qué se hizo ese Ojeda? Acaso era pura ficción?
Señor Ojeda: recuerdo que una vez me llamó usted por teléfono y me pidió que le ayudara a organizar el partido “Un Solo Pueblo” en el Táchira, lo cual hicimos con gusto. Pero a las pocas semanas nos dimos cuenta que Un solo Pueblo no existía, que lo que si existía era el ego de Ojeda y nos marchamos de ahí junto con un buen número de personas que estaban totalmente decepcionadas de usted.
Después me enteré que usted se había incorporado a UNT. Pero al indagar que estaba haciendo allí me di cuenta que usted no estaba ahí para hacer partido, sino para ver como concretaba sus planes y sus aspiraciones personales. Porque para usted, la política siempre ha sido eso: aspiraciones personales. Dinero. Dinero. Y Dinero. Más nada.
A comienzos de este año 2012, usted ratificó lo que muchos pensábamos: se presentó como aspirante a la Alcaldía de Petare en las elecciones primarias. Compitió contra Juan Carlos Caldera. Fue usted uno de los candidatos que más recursos económicos manejó. La Dirección Nacional de UNT le apoyó y le entregó lo que probablemente no le entregó a más nadie. Con los recursos financieros que se invirtieron en su campaña, UNT pudo haber ganado las primarias en 50 municipios pequeños de todo el país con lo cual se habría convertido en el partido con más candidatos a alcaldes por encima de AD. Fue un grave error. Y ahora lo sabemos.
Señor Ojeda: usted perdió las primarias, pero no le dio la gana de reconocerlo. Pataleó hasta el último minuto. Le demostraron con números en la mano que había perdido, pero nunca lo reconoció. Siempre tuvo un plan B, el cual no era otro que volver a lanzarse como candidato a alcalde.
Quizás haya sido eso lo que el Psuv le ofreció a usted: ser su candidato a Alcalde en las próximas elecciones de abril de 2013. O quizás le hayan ofrecido otra cosa. Uno nunca sabe. Por ahí hay muchos Antonini Wilson con maletines cargados de dólares buscando personas que no tengan principios ni valores y que quieran prestarse para fracturar la unidad de las fuerzas democráticas que apoyan la candidatura de Capriles Radonsky.
Lo único que falta, señor Ojeda, es que mañana Usted se tome una foto al lado de papi papi Rangel y se convierta en su aliado para que regrese a la Alcaldía de Petare. No sé por qué tengo la impresión de que detrás de su salto de talanquera está justamente el papá de papi papi Rangel.
Señor Ojeda: Usted ha resultado ser un fiasco como político. Su actitud mercenaria será recordada por todo el país. Pido a Dios que le de muchos años de vida para que tenga tiempo de arrepentirse de lo que ha hecho.
La historia no lo absolverá.
Por: GUSTAVO AZÓCAR A.
elnegroazocar@gmail.com
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