Estimado Sr. Obama:
Sé que debe estar usted muy ocupado en estos días. En noviembre de este año son las elecciones presidenciales en Estados Unidos, y usted, que anda buscando su reelección, debe andar muy atareado tratando de juntar las piezas necesarias para garantizar su victoria.
Mister Obama: esta carta sólo tiene por finalidad pedirle que se quede tranquilo y que no se preocupe tanto por Venezuela. Aquí tenemos, desde hace poco tiempo, un escuadrón secreto, mucho mejor que la CIA, mil veces mejor que la DEA, que está trabajando suprepticiamente y que está dando resultados asombrosos, que muy pronto nos permitirán acabar con esta revolución que lidera el Sr. Hugo Chávez Frías.
Mister Obama: los norteamericanos pueden estar tranquilos y sin nervios. No hace falta enviar sus portaaviones, cargados con armas de última tecnología, para derrocar a Hugo Chávez. No necesitamos sus aviones no tripulados, ni sus satélites, ni su nanotecnología para echar al cesto de la basura a este gobierno castrocomunista que ha resultado ser el más corrupto y el más inepto que ha pasado por nuestra historia.
Mister Obama: por favor le ruego que no se moleste en enviar su artillería pesada, ni mucho menos a los SEALS, que ejecutaron la operación para dar muerte a Osama bin Laden, a Venezuela. Deje a esos muchachos por allá por el Medio Oriente, o envíelos a Siria, donde al parecer la cosa se pone cada día más fea.
Aquí en Venezuela, contamos con un superescuadrón antirrevolución que es mucho más eficiente, mucho más táctico, mucho más estratégico, mucho más silencioso, mucho más efectivo y, lo más importante, mucho más económico que cualquiera de los escuadrones antiterroristas de EEUU.
Nuestro escuadrón, que por cierto, no fue contratado por la MUD, sino que trabaja ad honórem, está conformado por iguanas, ardillas, rabilepados, zamuros y todo bicho raro con pelos, pico y patas que sea capaz de moverse en la oscuridad de la noche, o sobrevolar silenciosamente, sin que lo detecten los dos satélites chinos que han sido comprados por la revolución, para ejecutar acciones tipo comando que permitan dejar sin luz, agua, teléfono y sistema de recolección de basura a todas las ciudades del país.
Mister Obama: le informo que hemos incorporado a nuestro escuadrón antirrevolución a un grupo de gnomos y duendes sumamente eficiente, que en horas de la noche, lanza rayos y centellas contra las instalaciones petroleras venezolanas, provocando incendios repentinos que el Gobierno no está en capacidad de apaciguar. Estos rayos son tan sofisticados, que sólo pueden ser vistos por una sola persona: Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa, quien parece tener una visión similar a la de Superman, porque fue el único ser humano en toda Venezuela, que logró detectarlos.
Mister Obama: respetuosamente le pido, que no cometa usted el error de caer en la tentación de invadir a Venezuela. Aquí no hace falta otra Bahía de Cochinos. El régimen de Hugo Chávez sería feliz si usted incurre en el grave error de enviar sus marines a estas tierras. Chávez está tan desesperado al saber que va a perder las elecciones del próximo 7 de octubre, que es capaz de autoinvadirse él mismo.
Repito: aquí no hace falta que vengan los marines. En lugar de ello, si no es mucha molestia, nos gustaría que usted hablara con la señora Merkel, la primera ministro alemana, para ver si ella nos envía, resucitado por supuesto, al célebre flautista de Hamelín, aquel hombre que en 1284, sacó de esa ciudad teutona a las ratas que estaban haciendo estragos.
Si el flautista viniera a Venezuela, podríamos aumentar las fuerzas de nuestro escuadrón antirrevolución, incorporando a millones de ratas que deben estar regadas por todas partes, esperando solamente nuestras instrucciones para atacar cuanto antes.
Mister Obama: si apenas con un pequeño escuadrón integrado por una iguana, una ardilla y un rabipelado, hemos puesto a este Gobierno contra la pared, imagínese usted lo que podríamos lograr con un ejército de ratas atacando todas las instalaciones donde se encuentran los comandos armados por este Gobierno, tal como el colectivo La Piedrita, que han sido entrenados, como lo acaba de publicar el diario ABC de España, no para defender a la revolución, sino para atacar a la población civil e impedir el triunfo de Henrique Capriles el venidero 7 de octubre.
Mister Obama: como podrá observar usted, esta crisis política venezolana, la resolveremos los venezolanos. Concéntrese en su reelección presidencial que pienso, está bien merecida. Y déjenos a nosotros trabajar, junto con nuestro escuadrón antirrevolución, para evitar una nueva reelección de Hugo Chávez aquí en Venezuela. Nuestro escuadrón antirrevolución es mucho mejor que los Superamigos. Y aunque no tiene a Superman, Batman, Aquaman y a la Mujer Maravilla, produce mejores resultados. Si lo necesita para cualquier operación secreta, lo ponemos a su disposición después del 7 de octubre. Saludos!
Por: GUSTAVO AZÓCAR A.
elnegroazocar@gmail.com
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