La frase “Si Chávez gana, me voy de
Venezuela”, hoy no tiene sentido..
Como expliqué en el artículo anterior los escenarios electorales son dos: o Chávez gana como siempre, que es lo que sostienen algunas encuestadoras, o Chávez pierde con el empate técnico como sostienen otras.
No existe un escenario arrollador en la oposición, ni mucho menos existe, hasta hoy un escenario en el que la revolución pierde, recogen sus peroles y se van cantando y aplaudiendo como pretenden explicarnos algunos. Así es que evidentemente los escenarios postelectorales son en extremo complejos y nos llevan a una madrugada en la que o Henrique sale a reconocer el resultado u ocurre el silencio sepulcral que nos indicará que los nudillos del caudillo están volviendo a hacer trizas algún elemento decorativo de Miraflores.
Esta visión pragmática me lleva hoy (y a diferencia de muchos) a ser extraordinariamente optimista con los escenarios postelectorales. Porque muchas cosas han cambiado en relación a los escenarios pasados, una de las más importantes es el valor de las siguientes elecciones regionales, donde la oposición puede verdaderamente quebrarle la espina dorsal al chavismo. Son a mi juicio, mucho más importantes para la oposición que la del 7-O. Porque la realidad es que Chávez perdió hace rato (aunque un escenario posible sea que gane las elecciones) su proyecto murió destruido por su gente, que luego de 14 años logró finalmente tener “consciencia de clase”… pero burguesa. Las pretensiones de Hugo Chávez de llevar a Venezuela por la senda de la lucha de clases, terminaron convertidas por los suyos en la última de las revoluciones andinas. Así es que ese escenario de hace 6 años atrás del “Si Chávez gana, me voy de Venezuela”, hoy no tiene sentido.
Por otra parte en el chavismo hay una guerra a muerte, el solo hecho de pensar que pierdan sus privilegios (no Chávez) los tiene locos y es por eso por lo que el Presidente está expulsando a sus cuadros tradicionales del poder central y alejándolos de la línea de sucesión. Bastaría entonces que la oposición conquistara más regiones, para lograr la ruptura definitiva de la revolución. El tercer punto clave es la salud presidencial, que si bien estuvo solapada en la campaña, comienza a verse afectada y será en un futuro cercano la principal protagonista en los tiempos por venir. Mi visión distingue un escenario real de ruptura interna en los cuadros de poder y aprecio un escenario muy complejo con el tema de la salud.
Finalmente los acontecimientos se desarrollarán en el contexto que terminará por dejar no solo en ruinas a la revolución chavista sino gracias a Dios, también el esquema de poder económico creado en la revolución betancourista y el responsable de este cambio de modelo será el Mercosur. Por eso debemos, además de apuntalar en los días que faltan para las elecciones a la extraordinaria campaña de Henrique, pensar en todos estos escenarios. A los jóvenes quiero decirles que todo lo que está pasando es extraordinario, (aunque hoy no puedan percibirlo así) que van a tener futuro y que será mucho mejor al pasado que termina pronto, porque todo está por comenzar. Eso sí, deben estudiar y prepararse bien porque si lo hacen, como residentes del Mercosur si se esfuerzan podrán trabajar en un universo que se le abrirá a Venezuela de 278 mil empresas que les ofrecerán empleo a los médicos, a los ingenieros, a los arquitectos, a los economistas, en fin… Ahora bien muchachos, lo que sí se acabó en este país es la política de poca monta, esa que originó estas tempestades pero también se acabó para el empresariado y el industrialismo parasitario creado en los últimos 50 años. Al verse todos obligados a competir con los productos extranjeros, sobrevivirán los verdaderos productores, los verdaderos industriales y los verdaderos empresarios.
Llegarán a Venezuela las grandes cadenas chilenas, argentinas y, sobre todo, las brasileñas, las nuestras nacerán e irán igualmente a otros países. Los empresarios locales podrán relacionarse (y protegerse) con sus pares brasileños y si bien es cierto que buena parte de ciertos sectores quedarán arrasados, muchos otros evolucionarán para ser competitivos, se reunirán y asociarán para hacerse más grandes y a la vuelta de 20 años nuestros hijos estarán en las posiciones nunca antes vistas, las oportunidades para los preparados serán infinitas, las oportunidades para quienes no lo hicieron y pretendan seguir viviendo del parasitismo petrolero (y esto incluye industriales, comerciantes y empresarios) se acabaron, porque terminarán destruidos.
Prepárense, porque el escenario postelectoral es en extremo prometedor. Dejen por favor de decirle a sus hijos que los prefieren trabajando en Estados Unidos en cadenas de comida rápida o que sean mileuristas en Europa, díganle a sus hijos que el futuro de Venezuela les pertenece y denle las herramientas para que estén preparados para lo que viene, porque pase lo que pase el 7 de octubre, el futuro cercano para la oposición y la gente que quiere vivir de su esfuerzo propio, es extraordinariamente bueno.
Por lo pronto para mí, ya Henrique Capriles ganó como venezolano y como buen político, hace rato.
Por: THAYS PEÑALVER
tpenalver@me.com
@thayspenalver
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EL UNIVERSAL
jueves 20 de septiembre