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ELIDES J. ROJAS: Visión chavista de calidad



Con Hugo Chávez se impone la
mediocridad y servilismo

 

Lo regular equivale a excelente, lo malo es bueno y lo muy malo es aceptable.

La gran mayoría de los venezolanos, y en esto sí es verdad que no hay colores, palpa de manera directa cómo cada día, bajo la incapacidad chavista, el país se va deteriorando sin freno y en bajada. La ruina va más allá de las buenas intenciones y de los gritones discursos del jefe. Es que simplemente no lo notan.

Ese es el problema base del chavismo. Sus estándares de calidad son ínfimos. Lo regular equivale a excelente, lo malo es bueno y lo muy malo es aceptable. Bajo esos criterios todo va de bien a mejor. Eso explica cómo sale Jorge Rodríguez privado de la risa a hablar de la reelección de su jefe y pronto de la de él, cuando Caracas es el pipote de basura más grande de América Latina.

En días pasados, el ministro de Turismo, una de las áreas donde el chavismo está empeñado en convertir a Venezuela en una potencia mundial, ofreció con trompetas y fuegos artificiales unas cifras que, igualmente, dejan al descubierto la pobreza de exigencia que tiene el chavismo entre ceja y ceja. Dijo el alto gerente público, Alejandro Fleming, que entre enero y agosto de 2012, Venezuela ha recibido 529.219 visitas de turistas extranjeros, cifra que en comparación con 2011 refleja un incremento de 29,60% en el turismo receptivo. Venezuela logró romper el récord histórico de turismo receptivo entre enero y agosto, dijo. Lo demás es el blablá de siempre. Seremos una potencia, gracias a micomandantepresidente y sus políticas, no hay quien pare a la revolución. Bulla y tiros al aire.

La verdad es que Aruba, chiquitica y al frente, recibió el año pasado cerca de un millón de visitantes extranjeros y eso que la crisis de Estados Unidos y Europa los afectó. Y este año van por 850 mil. Ni hablar de Nueva York, Madrid, Barcelona, Tokio o Los Ángeles. Esos destinos andan por casi cuatro millones por año, en promedio. En Aruba, que se sepa no hay revolución ni chavismo ni controles de cambio ni ninguna de las estupideces que constituyen la visión chavista del mundo. Lo que sí hay es clara visión de lo que más le conviene a los ciudadanos y cómo hacerlo.

El gerente público responsable del turismo en Venezuela, revolucionario para más señas, y de que pronto sea una potencia mundial no es capaz de decir a su jefe que la seguridad aérea cuenta, la seguridad ciudadana en el país cuenta, que el buen estado de las vías cuenta, que exista garantía en servicios clave como agua y luz cuenta. Que el control de cambio a la cubana cuenta, que el maltrato al inversionista cuenta, que el sector hotelero está herido de muerte e invadido por refugiados y eso cuenta. Pero se impone la mediocridad, el servilismo del responsable y la sumisión.

En todo. No solo en turismo.


Por: ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
@ejrl
EL UNIVERSAL
miércoles 19 de septiembre de 2012