Un oportunista en busqueda
de la chequera chavista…
David de Lima ha quedado más rayado que un tigre en los últimos días, con sus atropelladas palabras y maniobras de laboratorio contra la oposición, cuando llama a no votar por Capriles Radonski, aduciendo que existe un supuesto paquete económico neoliberal, que acabaría con el pueblo como si estallara una bomba atómica, la cual estimularía las siete plagas de Egipto por los cuatros rincones del país y no podríamos dormir en 100 años.
De repente, ese argumento no es suficiente para que sea rechazado. Lo que es feo, es que se le acuse directamente a través de los medios de comunicación de ofrecer dinero a ciertos sujetos proclives ha aceptarlo –como a un Judas Iscariote- para que se pronuncien contra el candidato, su programa de gobierno y retiren su apoyo, cuestión de crear en efecto de pandemonium o fin de mundo.
Evidentemente, esta complicada maniobra supone el manejo de mucho dinero puesto en sus manos y que debe provenir de alguna partida súper secreta de manejo de dólares desviados del tesoro nacional, en manos de algún alto funcionario, como si fuera el jerarca ejecutivo de operadores de maletines repletos de dólares, que van de un lugar a otro, tanto adentro como allende nuestras fronteras, con el expreso fin de lograr objetivos oscuros e ilegales: una verdadera maquinaria de petrodólares en acción que hace pensar en una novela del bajo mundo de la política rastrera y sucia, de la que hablaba mi abuelo en época del Gral. Gómez, donde el tuerto era rey en el país de los ciegos. -Y donde un cadáver insepulto como José Vicente Rangel – es capaz de revivir simulando viejas practicas de terror cinematográfico cuando los muertos salían de las tumbas y caminaban por la noche asustando viejitas y mujeres bonitas que gritaban con su voz de soprano parándole los pelos al mas pintado.
Lo que da tristeza, es que se manipule un documento que supuestamente ha sido tergiversado, con el firme propósito de crear una matriz de opinión falsa como parte de una campaña vulgar de guerra sucia originada en el gobierno -por supuesto- con respaldo de los medios públicos de comunicación, cual feria patronal de pueblo con todo y saltimbanquis, trapecistas, mujeres barbudas y enanos brincando con sus trajes multicolores.
Me parece, que debería conformarse una comisión de parte de la oposición, la cual responda seriamente este argumento, para evitar la incertidumbre y la desconfianza por omisión.
Me da tristeza ciertamente por muchas razones: Yo conocí a De Lima a finales de los años setenta y comienzo de los ochenta cuando éramos estudiantes miembros de la izquierda de aquel entonces, aunque en partidos diferentes, pero con amigos comunes como es natural y la verdad, es que da vergüenza que De Lima queme esos cartuchos de una manera tan burda; como si estuviese nadando en un charco de barro, como los cochinos que se revuelcan para refrescarse y matar las alimañas que suelen pegarse y molestar la cotidianidad del animalito.
El gordo De Lima ha sido vinculado a una corriente oportunista que busca ingresar al mundo chavista para buscar posiciones de Poder, entendiendo que el líder no va a durar toda la vida y con la posibilidad de tomar estratégicas ubicaciones en el aparato, que permita tener las manos cerca del guiso cuando se den las condiciones.
Una verdadera visualización de la oportunidad a futuro, sin importarle para nada lo que tenga que hacer como la fémina que se vende pensando en sobrevivir a toda costa. Lo que llama la atención severamente, es que “el gordo”, quien estaba marginado a consecuencia de la guerra política por la gobernación de Anzoátegui, quiera resucitar fácilmente, cual Lázaro tropical en medio de semejante nido de culebras, nadando en medio de la patraña y las malas amistades.
Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
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