Reneduar fue uno de los que no
se sumó “al paro petrolero”
■ Reneduar Jiménez, operador de la refinería de Amuay, murió al intentar cumplir la orden antes del peor accidente ocurrido en la industria petrolera del país desde 1982.
Sonaban las alarmas y la orden que recibió Reneduar Jiménez, operador de suministros en el Centro de Refinación de Paraguaná, fue: “Ve y cierra la válvula”. Reneduar corrió junto a otro compañero hacia el patio de almacenamiento de la planta, la más grande de las cuatro refinerías de Petróleos de Venezuela y de ese complejo petrolero.
Una de las válvulas se había dañado tres días antes. “La mandaron a reparar, pero la fuga continuó”, dice un trabajador de Pdvsa
Una de las válvulas de la esfera número 206 se había dañado tres días antes. “La mandaron a reparar, pero la fuga continuó”, dijo un trabajador de Pdvsa que, por temor a ser despedido, mantiene su nombre en reserva. “El viernes en la tarde llovió y la humedad contribuyó a que el gas se acumulara en el patio de las esferas”, señaló el hombre. Después vino lo que se conoce en la ciudad de Punto Fijo como “el vendaval”: un cambio súbito de la dirección del viento, que llevó el gas acumulado hacia los barrios residenciales, los edificios militares y los comercios que están a cien de metros de distancia de la planta de refinación, y que con la explosión quedaron reducidos a escombros.
Reneduar Jiménez estaba de vacaciones cuando repararon la válvula de la esfera 206. El jueves se incorporó al trabajo y el viernes le correspondía el turno que comenzaba a las 11:00 pm y terminaba a las 7:00 am.
Reneduar murió por las quemaduras y fue tal la confusión en el momento del accidente que ningún portavoz de la empresa avisó a los familiares sobre su fallecimiento.
Su compañero de trabajo sobrevivió. De acuerdo con la versión de José Luis Jiménez, la válvula que debía cerrar Reneduar estaba sellada. “Él llegó a avisar por radio que el tanque que está frente al comando de la Guardia Nacional tenía fuego”, señaló su tío.
En el Destacamento 44 de la Guardia, a 500 metros de la refinería, murieron al menos 23 de las 41 víctimas de la explosión.
Estas esferas utilizadas para el almacenamiento de butano, propano o etanol están elevadas del suelo por cuatro torres de 20 metros para evitar la acumulación de gases a ras de la tierra, pero eso fue lo que se presume ocurrió el sábado en la madrugada. “Cuando se acumula el gas así, cualquier cosa puede actuar como fuente de ignición: un celular, una herramienta que se cae…”, dijo Juan Medina, ex superintendente de la empresa estadounidense Chicago Bridge Iron Company, que en 1979 construyó el patio de almacenamiento de gas del Centro de Refinación de Paraguaná. “Pero es imposible que una de esas esferas explote”, señaló.
La primera versión del ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, sobre el accidente del sábado era que habían explotado dos esferas de gas dentro de la planta, y que luego el fuego se extendió hacia los tres tanques del combustible que ardieron hasta ayer.
Los sindicatos petroleros vinculados con la oposición atribuyen los recientes accidentes en la industria a la falta experticia de Ramírez, a la ausencia de mantenimiento de las plantas y al despido masivo de personal calificado en 2003.
Reneduar Jiménez fue uno de los trabajadores que no se sumó a esa huelga. Trabajó en Pdvsa durante 12 años y era estudiante en la Universidad Experimental de la Fuerza Armada. Sus familiares dijeron que en febrero del año que viene recibirá el título post mortem de ingeniero petrolero.
Por: MAYE PRIMERA
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EL NACIONAL
MIÉRCOLES 29 DE AGOSTO DE 2012
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