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El Editorial: El show debe continuar



La tragedia en Amuay


El Presidente no ha podido acusar a los medios de comunicación venezolanos de “haberse aprovechado de la tragedia” (es su embuste favorito) para denigrar de su gobierno por lo ocurrido en Amuay. Los periodistas se han ceñido a las declaraciones oficiales tanto del jefe de Pdvsa como de la gobernadora del estado Falcón. Pero eso no ha bastado, porque los voceros oficiales manejan cifras tan contradictorias que han convertido el caos de Amuay en un inmenso caos informativo.

Para estos editoriales hemos utilizado no sólo las fuentes oficiales, sino las agencias internacionales de noticias. Lo cierto es que mientras Rafael Ramírez, que preside Petróleos de Venezuela, da como un hecho que el número de fallecidos en el incendio y posterior explosión de los tanques de almacenamiento de gas no pasa de 40, la gobernadora Stella Lugo, que defiende su reelección, sí habla claro y calcula en 48 los muertos a causa del accidente en el Centro de Refinación de Paraguaná.

Según la agencia Efe, la gobernadora dijo que “permanecen 31 personas internadas en hospitales de Punto Fijo y Maracaibo con diferente grado de gravedad aunque estables”, y señaló que los nuevos fallecimientos no corresponden a ninguno de los lesionados.

Para que no quedaran dudas insistió en que ella y sus voceros han sido absolutamente serios, transparentes y honestos al dar las cifras: “No damos cifras que no hayamos comprobado. Algún cuerpo que haya aparecido, como efectivamente nos ocurrió, un cuerpo de una persona de la cual solamente tenemos el tronco (…) hasta que no fue identificado con metodología científica no lo dijimos”.

El que queda como un gran embustero es Rafael Ramírez, que sigue insistiendo en que son 40 las víctimas mortales del “accidente”. En un principio el jefe de Pdvsa dijo que el fuego estaba controlado y aseguró que en apenas dos días se reanudarían las labores en el Centro de Refinación de Paraguaná.

Pero ya pasaron los dos días y no cesa el incendio. Muy al contrario, las llamas alcanzaron un tercer tanque. Ramírez hubo de tragarse sus palabras e informar “que el tanque 204, que ha estado permanentemente con focos de fuego en el techo, y es un tanque de nafta catalítica (…) también está incendiándose en este momento”.

Según AFP, el ministro Ramírez había calculado ayer en la mañana que el incendio sería extinguido “en las próximas horas”. Lo cierto es que Pinocho es un niño de pecho ante ese señor. Para colmo, cuando estalló el tercer tanque el mandatario nacional estaba en un hospital visitando a los heridos y, supuestamente, la Casa Militar lo sacó de allí como alma que lleva el diablo. Al parecer “el show debe continuar”, pero no con Hugo en peligro.

De seguro la planta volverá a funcionar medio chueca, pero nunca llegará al esplendor de la refinería que acaba de construir Venezuela en Cuba, con dinero de los venezolanos y con todos los mecanismos de seguridad que aquí no funcionaron.


Por: Redacción
Politica | Opinión
EL NACIONAL
Martes 28 de agosto de 2012