Tiempos de cambio
Hace unos días cumplió 90 años de edad un venezolano de excepción, Jerónimo Carrera Damas, presidente del Partido Comunista de Venezuela, a quien quiero rendir un homenaje sincero por su trayectoria de luchador social, por su honestidad personal e intelectual y por su extraordinaria humildad, directamente proporcional a su formación política y académica.
Jerónimo es parte de nuestra familia. Le unió una larga hermandad y camaradería con nuestros padres, Cruz Villegas y Maja Poljak. Por eso era de los visitantes asiduos a nuestra casa, y su presencia hacía mucho más enriquecedoras las tertulias cotidianas que siempre compartíamos con los viejos.
Una sobremesa con la compañía de Jerónimo era algo especial, y desde entonces hasta el día de hoy es una voz autorizada para opinar sobre los más resaltantes temas nacionales e internacionales.
Es de esos comunistas que no antepone la ideología a la amistad. Sin dejar de creer en lo que siempre creyó, tuvo siempre la paciencia para escuchar las posturas críticas y para aceptar un debate sin descalificaciones y sin etiquetas dogmáticas. Es respetable que un hombre llegue a esa edad manteniendo las mismas convicciones de sus tiempos juveniles. Tan respetable como quien decida revisar las suyas y desecharlas, si llega a la conclusión de que ya no son acertadas. Es admirable además que su militancia comunista no le impida ser hoy uno de los más lúcidos críticos de algunas políticas y algunos comportamientos del actual gobierno en general, y en particular del presidente Hugo Chávez.
Aunque tengamos posiciones distintas e incluso enfrentadas con respecto a este proceso que en mala hora bautizaron como socialista, valoro su entereza para mantenerse en sus trece cuando ha sido necesario ponerle los puntos sobre las íes al caudillo que nos gobierna.
Muy pocos lo hacen con la elegancia y con la firmeza de Jerónimo Carrera, a quien jamás la historia podrá reprocharle un acto de genuflexión con el candidato a la reelección, como tampoco los tuvo con la represión de las dictaduras y de la democracia representativa.
También hay que decir que Jerónimo Carrera ha sido siempre un leal amigo de los trabajadores venezolanos. Y de allí su amistad y hermandad entrañable con nuestro padre y demás luchadores sindicales que fundaron la ya desaparecida CUTV. Imagino que hoy este viejo roble sigue con sus mismas angustias frente a un movimiento sindical gobiernero, tanto o más burocratizado y mediatizado que la vieja CTV en sus peores tiempos.
Jerónimo Carrera, con todo y sus convicciones comunistas que ya no compartimos, es una muestra del país que la mayoría de los venezolanos queremos tener. Con pensamiento diverso, con respeto al adversario, con una alta valoración de la amistad por encima de las diferencias, y con una permanente disposición a discutir sin ofender, sin amenazar ni descalificar a quien no piense igual que él. Ojalá la vida nos permita tenerlo muchos años más entre nosotros. Su apacible y sabia voz tiene mucho que decirnos a todos.
Dos años sin Maja Hoy se cumple el segundo aniversario de la desaparición física de Maja Poljak de Villegas, mi madre, nuestro referente de unidad familiar junto con el viejo Cruz. El pasado domingo compartíamos en familia un video en el cual ellos aparecen felices durante la graduación de Mario como comunicador social, hace más de treinta años. Fue un momento realmente especial, porque todos, por encima de nuestras diferencias, estuvimos allí rememorando los bellos recuerdos que tenemos de nuestros padres. Unidos como estamos y estaremos, hoy nos haremos presente en el Cementerio del Este para llevarle una flor a nuestra querida vieja.
Por: VLADIMIR VILLEGAS
vvillegas@gmail.com
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