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Saturday, November 23, 2024
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GUSTAVO AZÓCAR: La tragedia del PSUV



El Calabozo de la Libertad

 

El partido Socialista Unido de Venezuela vive una verdadera tragedia.

El caudillismo, el culto a la personalidad y la falta de democracia interna, están acabando con esta organización política. La dirigencia de ese partido lo sabe, pero no se atreve a decir nada, porque todo aquel que ose levantar la voz y contradecir los designios del amo y señor de ese partido, corre el riesgo de ser enviado a las catacumbas y enterrado vivo en el cementerio de la revolución.

He hablado en estos últimos días con muchos dirigentes del PSUV, quienes reconocen a puerta cerrada que la situación interna de ese partido es delicada, sobre todo después que Hugo Chávez prohibiera la realización de elecciones primarias para escoger a los candidatos a gobernadores, alcaldes y diputados a los Consejos Legislativos.

“La democracia participativa y protagónica es una ficción dentro del Psuv”, me dicen. Aquí la democracia la ejerce un sólo hombre, quien desde el Palacio de Miraflores decide quien es candidato y quien no. La mayor demostración de “democracia interna” dentro del PSUV la dio el propio Hugo Chávez durante un mitín celebrado en Valencia, estado Carabobo. Allí, las bases del PSUV apoyaban la postulación del alcalde de Puerto Cabello, Rafael Lacava, como candidato a la Gobernación para competir contra Henrique Fernando Salas Feo.

Pero Chávez desechó esa propuesta y ordenó, contra viento y marea, y sin consultar a las bases, que el candidato fuera Francisco Ameliach, a quien las bases del Psuv en Carabobo, detestan. Antes de Ameliach, Chávez había lanzado la candidatura de Nicolás Maduro, pero no se sabe cuáles fueron las razones para sacar al Canciller de la carrera.

Es increíble, pero cierto: el PSUV, que según los oficialistas es el partido político más grande de todo el planeta tierra, no practica la democracia interna, no consulta a sus bases ni a su militancia para escoger a sus abanderados, no hace elecciones primarias, tal como lo establece el artículo 67 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, sino que se conforma con la decisión que en la alcoba de Miraflores, adopta el Presidente de la República y Presidente de ese partido, Hugo Rafael Chávez Frías.

En Táchira ha ocurrido algo más o menos similar. En el año 2000, las bases del MVR, postularon la candidatura de Leonardo Salcedo, pero Hugo Chávez lo sacó del camino e impuso a Ronald Blanco La Cruz. En el 2004, pese a su baja popularidad y a los grandes cuestionamientos internos, Blanco La Cruz fue nuevamente candidato sin consultar a las bases. En el 2008, las bases estaban con Rosa Velasco, pero Hugo Chávez impuso a Leonardo Salcedo. Y en el 2012, sin que se hayan realizado elecciones primarias, Chávez impuso la candidatura de Tarek El Aissami, la cual fue retirada hace apenas una semana en virtud de que el aspirante no logró superar la barrera del 5% de aceptación.

Pero eso no es todo: sin realizar elecciones internas para la escogencia de nuevas autoridades, el PSUV en el Táchira ha tenido 5 vicepresidentes, uno más malo que el otro. Primero designaron a Alí Rodríguez Araque. Más tarde vinieron Freddy Bernal, Rafael Ramírez, Francisco Arias Cárdenas y Tarek El Aissami. Todos nombrados a dedo desde Miraflores. El resultado: el PSUV en Táchira viene palo abajo, ha perdido las últimas 4 elecciones, y todo parece indicar que va a perder la 5ta el próximo 7 de octubre y la 6ta el venidero 16 de diciembre.

Cómo demócratas que somos, nosotros no queremos la desaparición del PSUV. Ese partido será oposición a partir del próximo 8 de octubre, después que Henrique Capriles Radonsky derrote a Hugo Chávez en las elecciones presidenciales. El PSUV debe prepararse para ser oposición en todo el país. Ya es oposición en Nueva Esparta, Amazonas, Caracas, Monagas, Miranda, Lara, Carabobo, Táchira y Zulia. Y lo será en el resto de los estados.

Capriles necesita una oposición seria y fuerte. Por esa razón hay que ayudar al PSUV a que se democratice tal cual como lo han venido haciendo los partidos que forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática.

La salida de Hugo Chávez de la Presidencia de la República, no solamente traerá más democracia para todo el país, sino que también traerá democracia para el PSUV cuyos dirigentes no pueden reclamar sus derechos constitucionales dentro de ese partido en virtud de que un sólo hombre se ha adueñado de esa franquicia para hacer con ella lo que le da la gana.

Tranquilos amigos del PSUV. No hay razones para temer. Al contrario, ustedes también tienen razones para tener esperanzas y montarse en el autobús del progreso porque después del 7 de octubre, la democracia también tocará a sus puertas.


Por: GUSTAVO AZÓCAR A.
elnegroazocar@gmail.com
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