Una ruta vieja y muy peligrosa

■ Autopista Caracas-La Guaira estará cerrada desde el sábado en la noche hasta el domingo en la mañana.

■ Especialistas subrayan que la ruta, que carece de mantenimiento, no es una opción para trasladarse a Vargas.

■ Fallas de borde, falta de alumbrado, asfaltado irregular, pendientes y curvas sin protección esperan a los que deban utilizar la carretera vieja Caracas-La Guaira desde el sábado en la noche hasta el domingo.

Curvas, fallas de borde y una oscuridad que asustaría hasta al más valiente. Ese es el panorama que espera a quienes se vean obligados a desplazarse desde y hacia La Guaira, mañana en la noche hasta el domingo 19 de agosto a las 9:00 am. El Ministerio de Transporte Terrestre anunció esta semana que la autopista permanecerá cerrada durante ese lapso, debido a la construcción de un distribuidor de acceso a Ciudad Caribia.

La medida implica que los viajeros deberán utilizar la carretera vieja como vía alterna en horario nocturno, a pesar de que no cuenta con ningún tipo de iluminación, salvo en los trechos poblados ­Blandín, Plan de Manzano, El Limón y Montesano-. Un recorrido por la ruta permitió constatar que la mayor parte del trayecto está desprovista de alumbrado público. Sin embargo, no hay más posibilidades de acceso a La Guaira en ese horario.

Ese no es el único problema de la carretera vieja, que fue trazada hace cerca de 150 años para permitir el paso de carretas y caballos hacia el puerto, señala el ingeniero civil Daniel Quintini. Las pendientes pronunciadas y curvas cerradas en pleno desfiladero constituyen un riesgo para los pocos usuarios que registra normalmente. Eso en los trechos que se encuentran en mejores condiciones. En los 7 primeros kilómetros desde Caracas, entre Blandín y Plan de Manzano, el asfaltado es irregular y hay mucha maquinaria pesada removiendo escombros de los taludes, que se deslizan frecuentemente en temporada de lluvias. Eso obstaculiza el paso y hace más lento el recorrido, que, sin tráfico, se hace en cerca de una hora, en comparación con los 20 minutos que toma bajar por la autopista con poca afluencia de vehículos.

No es ruta alterna:

Para el ingeniero civil Eduardo Páez Pumar, la carretera vieja no puede considerarse una ruta alterna a La Guaira, pues no tiene una capacidad siquiera similar a la de la vía expresa. “Evidentemente, es una alternativa de emergencia, porque no hay otra posibilidad. Pero como tiene abundantes trabajos de estabilización sin concluir en taludes y fallas de borde, no hay garantías de que si llueve no habrá deslizamientos. Es una vía delicada”, explica.

Sobre la capacidad de la carretera, Quintini calcula que podría rondar los 1.000 vehículos por hora, con 2 canales de circulación ­uno sentido Caracas y el otro hacia La Guaira-. La tiene difícil contra la autopista, que tiene cupo para 1.200 vehículos por hora por canal, con 2 canales en cada sentido, lo que casi quintuplica la capacidad de la antigua, indica.

Sin embargo, el uso real de la carretera está bastante alejado de su potencial tope. Durante el recorrido realizado se pudo constatar que el tránsito por esa ruta es reducido, pues hay abundantes escombros de los taludes.

En condiciones de tráfico intenso, esos materiales serían desplazados naturalmente por el paso de los vehículos.

La soledad es una constante en la ruta, que realmente sólo tendría que ser utilizada como acceso a las barriadas asentadas en sus márgenes. Y es la presencia de esas comunidades, junto con lo solitario del recorrido, lo que favorece la inseguridad. “Utilizar esa vía da pánico. Ese es uno de los factores que el Gobierno tendría que atender para la recuperación de la carretera”, apunta Quintini.

El especialista señala que la ruta, sin embargo, no puede ser mejorada, pues su trazado es muy intrincado y desfavorece la instalación de alumbrado público. Tampoco tiene buena señalización ­si acaso, hay algunos indicativos de la proximidad de puentes, pero ningún aviso señala la dirección que hay que tomar­. “Lo que se tiene que hacer es una vía alterna, pero esa discusión se mantiene desde hace años.

En tal caso, la carretera debería recibir mantenimiento y supervisión del drenaje de la montaña”, dice.

Zonas difíciles:

El recorrido de la carretera se prolonga actualmente unos minutos más de lo esperado, pues en la entrada de Blandín fue instalado un centro de acopio de materiales de Construpatria, usados para las construcciones de la Misión Vivienda Venezuela. 

El trazado original de la vía fue tomado para acumular materiales de construcción y ahora esas instalaciones deben ser bordeadas para entrar a Blandín. 

Una vez en ese barrio, la acumulación de basura y escombros en los márgenes de la carretera dificulta el paso del vehículo en curvas especialmente cerradas, por lo que serecomienda precaución y paciencia durante el recorrido.

Por: LILIA MALAVÉ G.
lmalave@el-nacional.com
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VIERNES 17 DE AGOSTO DE 2012