“Tú les dices la verdad…y
ellos nunca te creen”
■ Ahora mismo no puedo defender una proyección electoral concreta, porque no la tengo.
En el medio de una campaña política en Venezuela siempre ocurre lo mismo. Los resultados de las encuestas generan polémica, especialmente en los grupos que no se sienten favorecidos por los resultados. Van a ver ustedes ataques públicos en televisión y radio, mensajes de Twitter y hasta artículos que explican las razones “oscuras” que soportan cualquier dato que no diga lo que ellos quieren oír. No voy a entrar a ese debate, ni a desplegar ahora los artículos escritos por estos mismos personajes cuando las encuestas reportaban que Chávez le ganaba a Rosales, lo que en efecto ocurrió. Ni cuando en sus programas de radio explicaban cuántas semanas le quedaba a Chávez antes de ser “eyectado” del poder en un país donde no lo quería ni su mamá o comentarnos cómo era imposible que Capriles le ganara a la invencible maquinaria adeca que garantizaba el éxito de Pablo Pérez en las primarias opositoras, independientemente de lo que dijeran las encuestas o cuando, al revés, las encuestas mostraban una potencial derrota del chavismo, que luego se concretó.
Hace unos años, cuando las encuestas indicaban que Chávez ganaría su primera reelección contra Arias Cárdenas, dijeron que me pagaron 100.000 dólares para favorecer al Gobierno. Confieso que me molestó que pensaran que era tan barato. Cuando referimos que Chávez ganaría el referéndum revocatorio, la cifra atribuida iba por 5 millones de dólares, entonces me molestó que fuera mentira.
Cuando afirmamos que la pelea estaría reñida, con ligera ventaja para la oposición, en el referéndum constitucional, como en efecto pasó, el programa escatológico del canal del Estado me dedicó varios días de improperios y acusaciones sobre el financiamiento imperialista de las encuestas, mientras que en las parlamentarias usaron grabaciones ilegales de meses anteriores, cuando una pequeña ventaja numérica inicial del Gobierno (que le hubiera permitido una barrida en el número de diputados), se revirtió finalmente en nuestras últimas encuestas (como reportaron los medios internacionales), mostrando como la oposición ya superaba por poco al chavismo y por tanto se modificaban las proyecciones electorales. No deja de ser cómico que la justificación que usa la vecina de atrás para “demostrar” nuestra vagabundería, sea precisamente esa grabación ilegal y descontextualizada de su archienemigo del otro bando. Me río imaginándome el uno al otro cantándose la cancioncita: “te pareces tanto a mí… ”
Pero bueno, no voy a aburrirlos refiriendo las barbaridades escritas por estos “honorables” detractores (en realidad profesionales habladores de paja), ni con las transcripciones de sus programas en los que vaticinaban el triunfo de cada uno de los candidatos que han perdido en estos 13 años y muchísimo menos perderemos el tiempo chequeando los ataques de los radicales chavistas, porque lamentablemente en El Universal no me dejan usar vocabulario “soez”. Además, ahora mismo no puedo defender una proyección electoral concreta, porque no la tengo. Los números nos indican que aunque el candidato revolucionario aparece en la primera posición, su intención de voto es inferior al 50%, su brecha con el opositor es inferior al tamaño de los indecisos y las encuestas en mano no miden aún la evolución de la campaña, por lo que todos los escenarios están vivos y en pleno desenvolvimiento. En lo que la foto aclare la comentaremos y es absolutamente irrelevante si nos gusta o no lo que tengamos que decir.
A un importante diplomático italiano le preguntaron cómo lograba mantener sus secretos en una ciudad repleta de espías y confabulaciones y él respondió: siempre es muy fácil engañar a los tontos. Tú les dices la verdad… y ellos nunca te creen.
Por: LUIS VICENTE LEÓN
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EL UNIVERSAL
domingo 22 de julio de 2012
