Oficial venezolano violó embargo de
armas enjuiciado en Florida, EEUU
El mayor Alberto Pichardo, encargado de supervisar la oficina de adquisiciones militares de Venezuela en Florida, se declaró culpable de asociación ilícita para comprar y exportar repuestos para aviones de combate sin la licencia o el permiso requerido. Su abogado asegura que el oficial cumplía órdenes.
Un militar venezolano acusado de asociación ilícita para enviar repuestos de aviones de combate a la fuerza aérea del país selló un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos con el fin de recibir una condena más leve.
Alberto Pichardo aceptó declararse culpable de haberse asociado con otros cómplices para transgredir la ley que controla la exportación de armas, desde enero del 2009 a febrero del 2010.
Pichardo, quien probablemente se vea beneficiado con la desestimación de otras tres acusaciones por haber firmado el pacto, estaba encargado de supervisar la oficina de adquisiciones militares de Venezuela en Doral, una ciudad vecina a Miami.
El abogado de Pichardo, Robert Becerra, dijo que el militar hacia su trabajo y que sus superiores le ordenaron adquirir los artículos con los que transgredió el embargo impuesto por Washington a Caracas.
“Sólo el juez decidirá la sentencia del mayor Pichardo y qué tipo de sentencia será”, manifestó Becerra en un correo electrónico.
No identificó a los superiores que dieron las órdenes de compra a Pichardo.
Según la acusación de la fiscalía, los repuestos estaban destinadas a aviones de combate F-16, OV-10 Broncos, Tucanos y helicópteros Súper Puma. Se trata de artículos de defensa incluidos en la lista de municiones de Estados Unidos, que fueron exportados sin la licencia requerida.
Los otros acusados son el ex piloto de la fuerza aérea venezolana Freddy Argüelles y los residentes del sur de la Florida Kirk Drellich y Victor Brown.
Enriquecimiento ilegal:
El objetivo de la “conspiración” tramada por Pichardo, Argüelles y sus compinches era, según la Fiscalía, el enriquecimiento personal mediante la “ilegal exportación de artículos de defensa de Estados Unidos a Venezuela”, señalan los documentos.
A través de correos electrónicos, llamadas telefónicas y reuniones, los dos acusados y sus compinches se transmitían información relativa a la compra de estos componentes para Venezuela, siempre según la acusación.
En enero de 2009, Pichardo envió un correo electrónico a un contacto sobre la compra de “asientos de eyección de aviones F-16 y municiones”, cuyo comprador final era la Fuerza Aérea venezolana.
Al mes siguiente, Pichardo mandó también por correo electrónico a un contacto una “lista de componentes de aviones que la Fuerza Aérea venezolana buscaba comprar para sus aviones F-16, VF-5 y OV-10 Broncos”, así como para “Tucanos y helicópteros Super Pluma”.
Los correos continuaron durante los meses siguientes y, en septiembre de 2009, Pichardo y Argüelles se reunieron en Fort Lauderdale, al norte de Miami, con un contacto denominado por la Fiscalía “S-1”, con el que debatieron la “venta de componentes del F-16 que habían sido solicitadas por la Fuerza Aérea venezolana”.
De ser encontrado culpable, Pichardo podría afrontar una condena de hasta cinco años de cárcel y una multa de 250.000 por cada cargo.
Venta de componentes de aviones:
El acusado Víctor Brown, de 55 años y residente en Hialeah, fue acusado también de violar la citada ley y de otros 18 cargos adicionales.
Brown, según los documentos consignados en el tribunal, estaba junto a sus compinches “implicado en el negocio de la compra y venta de componentes de aviones”.
En junio de 2009 recibió una “carta irrevocable de crédito para la compra de dos motores T56 por la cantidad de 3.430.000 dólares en nombre de una compañía en España” identificada como “compañía española”, a favor de la corporación de Florida que utilizaban, identificada como “M.T.G.”.
En esta trama delictiva de “compra y venta de componentes para aviones”, el cuarto acusado, Kirk Drellich, de 49 años y residente en Davie, era el propietario y presidente de la compañía SkyHigh Accesories, situada en esa ciudad de Florida.
“Conspiradores residentes en Venezuela y España advirtieron a Brown y otros de los artículos específicos de defensa que la Fuerza Aérea venezolana quería comprar”, según la acusación.
Brown y otros, compraron y obtuvieron algunos de los componentes de uso militar solicitados por medio de Drellich y su empresa.
Por: EFE/AP Miami
noticias@laverdad.com