¡Chávez encadenado!
■ El presidente habla cuatro horas diarias en promedio desde que inició la campaña electoral.
■ La afirmación es pertinente porque, al menos hasta ahora, Chávez luce en esta campaña electoral como un candidato encadenado.
La afirmación es pertinente porque, al menos hasta ahora, Chávez luce en esta campaña electoral como un candidato encadenado. Encadenado doble: por una parte, el cáncer que lo aqueja lo mantiene alejado de la gente. Son muy pocas sus apariciones públicas fuera de Miraflores y, además, son intermitentes.
En muchos países se hace difícil siquiera entender el concepto de cadena nacional. Cuando se lo explica a un periodista español, sólo atina a replicar: “Suena a Norcorea”. En España, lo más parecido es el mensaje navideño del Rey, que transmiten muchos canales y radios sin ley que los obligue.
En Europa, las radios y TV públicas comparten la sintonía sólo en situaciones excepcionales y en muchas de esos países hace décadas que no ocurre.
En Estados Unidos, una ley de 1997 creó el Sistema de Alerta de Emergencias, que obliga a todos los medios a transmitir la palabra del Presidente ante una emergencia nacional. Pero hasta ahora ningún mandatario lo utilizó.
En México y en Chile se transmiten por cadena los informes anuales de los presidentes ante el Congreso. En México existe además un mensaje presidencial de fin de año por cadena y, en Chile, Sebastían Piñera la utilizó en abril de este año cuando anunció una amplia reforma tributaria. El uruguayo “Pepe” Mujica la pidió sólo una vez para anunciar un plan de seguridad. En Paraguay, directamente se derogó la norma dictada por Alfredo Stroessner y ya no existen más las cadenas.
El ecuatoriano Rafael Correa tiene su programa cada sábado en la TV pública, pero sólo utilizó la cadena durante el intento de golpe de septiembre de 2010. El único caso comparable con Argentina es el de Venezuela, donde además de su programa semanal Aló Presidente, Hugo Chávez abusa de la cadena nacional. Tanto, que una organización creó la web “el cadenómetro” para medirle el tiempo. Este año, el venezolano ya lleva 25 horas y 53 minutos en cadena.