Canciller llegó a golpear la mesa dijo
que Lugo era el presidente
■ Según el diario O Globo de Brasil, Maduro incitó a un alzamiento militar en Paraguay.
■ Diputado uruguayo habla en NTN24 (video) sobre la entrada de militares venezolanos sin autorización.
■ Jaime Trobo, diputado por el Partido Nacional y presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes, habla en NTN24 sobre las actividades que adelantaban más de 200 militares venezolanos en territorio uruguayo.
En el periódico O Globo de Brasil se publica una nota relacionada a lo sucedido en nuestro país con el juicio político a Lugo con el título “Tres presidentes y una propuesta de golpe militar”.
Según el relato, la reunión que mantuvo el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, junto a sus embajadores en Palacio de López con los altos jefes militares habría durado media hora y fue tensa.
Señalan que Maduro dijo a los comandantes que deben mostrar su apoyo y solidaridad al entonces presidente Lugo. El canciller hizo amenazas veladas de que el Paraguay se vería severamente castigado, lo que implicaba que si había levantamiento, y otro presidente era reconocido, el pueblo sufriría consecuencias muy graves.
Según la publicación, la sugerencia de Maduro para un alzamiento militar también fue confirmada por otras declaraciones oficiales en la Cámara de Diputados, incluido el anfitrión de la reunión, el exjefe militar de Lugo.
El ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela habría presentado una propuesta por escrito de un “aviso” para ser firmado por los jefes militares. El texto decía que solo reconocerían a Lugo como presidente. Maduro instó a salir a la calle para “no permitir” el proceso en el Senado.
“El ministro de Venezuela llegó a golpear la mesa diciendo que Lugo era el presidente”, según señala la publicación del periódico brasileño.
Tres presidentes y una propuesta de golpe militar:
Algunos videos, uno de ellos de 16 minutos, y más de cuatro horas de testimonios dados por cinco comandantes militares revelan que en la confusión paraguaya de dos semanas atrás, acontenció algo inimaginable: la brasileña Dilma Rousseff, el uruguayo José Mujica y la argentina Cristina Kirchner – tres sobrevivientes de la militancia contra dictaduras militares en sus países en los años 70- corrieron el grave riesgo de tener sus biografías asociadas a una tentativa de golpe militar.
Ocurrió el viernes 22 de Junio del 2012, en cuanto intentaban garantizar la permanencia del presidente Fernando Lugo en el poder.
Estaba denso el clima en el antiguo palacio del dictador Solano López, sede del gobierno paraguayo: pronto comenzaría la sesión en el Senado para destituir a Lugo, epílogo del rito sumario de impeachment iniciado la víspera. El reloj marcaba las 16:12 cuando una comisión dirigida por el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, pasó por la puerta del Gabinete Militar de la Presidente de Paraguay.
Maduro llegó a la Asunción la noche anterior, junto con cancilleres de Brasil, Argentina, Uruguay, entre otros. Abandonaron la Río+20 (Cumbre de la ONU) realizada en Río de Janeiro, y embarcaron en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña que atravesó la frontera de Paraguay con la misión de impedir la caída de Lugo. La iniciativa fue de la presidente brasileña, Dilma Rousseff, después de pasar la tarde en Riocentro discutiendo la crisis con otros jefes de Estados suramericanos.
En esa reunión, Dilma se dejó llevar por el show de activismo retórico de la argentina Cristina Kirchner, secundada por corrosivos discursos del ecuatoriano Rafael Correa y del boliviano Evo Morales, que repetían recados de Hugo Chávez, convaleciente en Caracas.
Dilma no ocultó el encanto por la elocuencia de Cristina y por la firmeza de Chávez (que anunció el fin del suministro de petróleo a Paraguay). Llamó a Lugo y le hizo describirle su drama político de viva voz. Después se sorprendió de la dificultad en convencer al colombiano Juan Manuel Santos y al chileno Sebastián Piñera sobre su idea de la “misión” de los cancilleres.
El avión de la Fuerza Aérea Brasileña aterrizó cerca de las 21 horas del jueves y los diplomáticos siguieron para una sesión de fotografías al lado del presidente Lugo. En la tarde siguiente, ellos se dividieron. El brasileño Antonio Patriota capitaneó un grupo rumbo al Senado para impedir la decisiva votación. El venezolano Nicolás Maduro fue al Gabinete Militar.
Maduro caminó sobre cinco metros de alfombra roja, hasta al entrada de la sala de reuniones, en compañía de sus embajadores en Brasilia y Asunción, Maximilian Sánchez Arveláiz, y José Francisco Arrúe del Pablo. Y fue seguido por el embajador de Ecuador, Julio Prado, y otras cinco personas, dos de ellas mujeres. Las corbatas rojas contrastaban con el camuflage de los uniforme de combate en las imágenes captadas por las cámaras internas del Palacio de López, sede del gobierno paraguayo.
POR: REDACCION
POLÍTICA | OPINIÓN
DIPLOMACIA | CANCILLERÍA
PARAGUAY | ABC Color
MARTES 09 DE JULIO DE 2012