El Gobierno no hace el menor esfuerzo para
reactivar el aparato productivo local…”

■ La conjunción del “socialismo del siglo XXI” y el Mercado Común del Sur (Mercosur) afianzará la “economía de puertos”.

■ Industriales locales cuestionan que el ministro de Industrias, Ricardo Menéndez, no busque reactivar el aparato productivo local.

■ Para Conindustria el Estado se ha convertido en un gran importador, al tiempo que le “tuerce el brazo al aparato productivo nacional”.

■ “Con este tipo de acuerdos el Gobierno lo que busca son proveedores baratos y con cercanía ideológica”, sostiene Asdrúbal Oliveros, de Ecoanalítica.

Ese es solo uno de los temores de los empresarios locales a propósito de las afirmaciones del ministro de Industrias, Ricardo Menéndez. El funcionario destacó el pasado martes, como una de las ventajas de entrar al bloque suramericano, el abaratamiento de las importaciones de alimentos.

“Esto va a llevar a una disminución de los aranceles a cero y evidentemente un abaratamiento de estos productos”, dijo Menéndez.

Ismael Pérez Vigil, presidente ejecutivo de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), calificó como una “paradoja” las palabras del funcionario y aseguró que revelan la concepción económica del Ejecutivo nacional.

“Debería estar preocupado en ver cómo incentivar nuestra industria, pero habla de la economía de puertos que mantiene el Gobierno nacional”.

Según Vigil, la intención de las autoridades con respecto al Mercosur ratifica el modelo aplicado en los últimos años, donde el Estado se ha convertido en un gran importador, al tiempo que le “tuerce el brazo al aparato productivo nacional”.

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, coincidió con Vigil y aseveró que con el ingreso de Venezuela al Mercosur el Gobierno nacional busca darle “viabilidad a la supremacía del Estado”.

“Con este tipo de acuerdos el Gobierno lo que busca son proveedores baratos y con cercanía ideológica”.

Oliveros destacó que esa es la línea que ha mantenido la administración de Hugo Chávez con respecto al intercambio comercial. A modo de ejemplo, recordó que con Colombia también se suscribió un convenio que prácticamente se limita a facilitar las importaciones públicas de ciertos bienes.

Adicionalmente, Oliveros subrayó que otra de las características del comercio con otras naciones es la afinidad ideológica, tal y como ocurre en las negociaciones con China o Nicaragua. “No se ve la complementariedad económica, sino la complementariedad ideológica”.

El director de Ecoanalítica agregó que las consecuencias para el sector privado venezolano serán “duras”, ya que se destinarán más divisas para las importaciones públicas en detrimento de los privados.

Enemigos en casa y afuera:

El presidente ejecutivo de Conindustria indicó que las declaraciones del ministro de Industrias confirman que los industriales venezolanos atraviesan una situación particular. Además de enfrentar la competencia de empresarios de otros países también tienen como competidor al Estado.

“Ojalá nosotros tuviéramos las políticas económicas que aplican los gobiernos del Mercosur. Si fuera así la cosa sería distinta”, apuntó Vigil.

Los miedos de los empresarios venezolanos contrastan con la visión de los empresarios brasileros. Más allá de las consideraciones políticas, en ese país asumen que el ingreso de Venezuela al bloque regional supone un mercado de 30 millones de habitantes y la puerta al mercado caribeño y el centroamericano.

“Brasil está muy interesado en la relación económica con Venezuela, con un comercio bilateral que sumó 5.858 millones de dólares en 2011 y que le aporta entre 10% y 20% del superávit de su balanza comercial”, recoge un trabajo de AFP.

De acuerdo a ese reporte, el presidente de la Federación de Cámaras Brasil-Venezuela, Francisco Marcondes, consideró que “la incorporación de la tercera economía suramericana y potencia petrolera, 21 años después de la creación del Mercosur, abre las puertas para su ampliación”.

Otro beneficio para las compañías del gigante amazónico es que puedan instalarse en el territorio nacional bajo un esquema de preferencias y ventajas competitivas.

Por: ROBERTO DENIZ
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EL UNIVERSAL
jueves 5 de julio de 2012