Aumenta la violencia sindical en
varios el estados del país
■ Según Provea entre 2005 y 2011 mataron a 250 líderes del sector laboral.
■ La organización destacó que al menos se realizaron 14 protestas diarias en todo el territorio nacional.
Caracas.- El primer semestre de 2012 mantiene altos niveles de conflictividad, similares a los reportados en el mismo período de 2011, aunque con una ligera disminución de 8% en la frecuencia de protestas, reseñó el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social.
La organización contabilizó al menos 14 protestas diarias en todo el territorio nacional. Los déficits en la gestión pública y la ausencia de respuestas efectivas y oportunas por parte de las autoridades contrastan con el contexto pre electoral desarrollado en estos seis meses.
Violencia sindical:
En el primer semestre de 2012 se registró el asesinato de al menos 48 sindicalistas. El incremento de los conflictos laborales coincide con el aumento de la violencia sindical, principalmente en el sector de la construcción. Esta cifra contrasta con los 28 sindicalistas asesinados durante todo 2011, según el informe de la Vicaria de Caracas: Situación de los defensores y defensoras de derechos humanos en Venezuela (2011).
“Reiteramos lo expuesto por el OVCS en el informe sobre conflictividad social en Venezuela durante el primer trimestre 2012, en relación a la posición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en su informe sobre la situación de defensores y defensoras de derechos humanos en las Américas donde se ubicó a los sindicalistas dentro del grupo de defensores que amerita especial atención debido a la situación de riesgo de violaciones a sus derechos humanos. Resalta que “los Estados, además de reconocer la autonomía e independencia de los sindicatos, permitiendo el ejercicio libre de la libertad sindical, deben garantizar que ninguna persona sea privada de su vida ni agredida en su integridad personal como consecuencia del ejercicio de su actividad sindical”‘, reseñó el informe.
Conflictividad laboral:
En los primeros seis meses de 2012 los trabajadores concentraron el 41% de los conflictos y tensiones a nivel nacional. Posicionándose en el primer lugar en el escalafón de la conflictividad social.
El semestre cierra con un incremento consistente en las tensiones del campo laboral. En mayo y junio se reportaron los índices más altos de protestas de trabajadores, 184 y 191 respectivamente.
La promulgación de la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras (LOTTT) por parte del Ejecutivo Nacional, vía Decreto Ley, no disminuyó los conflictos. Las demandas laborales se orientaron hacia el pago de deudas y la incorporación de trabajadores en nominas fijas. Las modalidades de protesta que más utilizaron los trabajadores fueron: paralización de actividades, cierres de calle y concentraciones. El estado Bolívar y el Distrito Capital concentraron la frecuencia más alta de conflictos.
Viviendas dignas:
Los conflictos relacionados con el derecho a la vivienda fueron constantes durante todo el semestre. Alcanzando el 32% de las tensiones registradas a nivel nacional. Las personas ubicadas en los refugios fueron las principales protagonistas de las protestas durante este período. En mayo y junio se observa un repunte de las protestas para exigir mejoras en el servicio eléctrico.
Las concentraciones y cierres de calle contrastan con los datos ofrecidos por las autoridades del Ministerio del Poder Popular para Vivienda y Hábitat, afirmando que, al cierre de junio, la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV) ha culminado 223.373 unidades habitacionales, lo que implica el cumplimiento de 64% de la meta trazada.
Reiteramos que la entrega progresiva de viviendas, aunque no cubre la demanda en todo el territorio nacional, permite al Gobierno Nacional conducir el conflicto de manera efectiva.
Provea sector laboral:
Las pugnas sindicales han cobrado la vida de más de 250 sindicalistas en toda Venezuela, desde 2005 hasta 2011, según cifras totalizadas por El Programa Venezolano de Educación y Acción en Derechos Humanos (Provea).
A pesar de que el conflicto por puestos de trabajo ha sido más notorio en estados como Bolívar, Anzoátegui, Falcón, Monagas, Zulia y Distrito Capital, el presidente Hugo Chávez, el 1 de agosto de 2010, en su columna Las Líneas de Chávez, dijo: “debe entender el pueblo colombiano, que en la Venezuela bolivariana no tenemos ni sindicalistas asesinados, ni desplazados, ni fuerzas insurgentes a lo largo y ancho del país; no tenemos grupos paramilitares (…)”.
Aunque el problema sigue latente, se reporta una disminución. Si bien en el estado Bolívar el sicariato sindical se ha reducido, las pugnas entre organizaciones se mantienen. En algunas empresas básicas, dirigentes sindicales denuncian vinculaciones de las directivas de las empresas con grupos armados, que son usados para arremeter e intimidar a los trabajadores.
El directivo de la organización sindical del sector construcción Sinatracom, Marcos Ortega, señaló que la violencia se ha reducido gracias a un pacto entre cinco sindicatos y una campaña junto a los cuerpos de seguridad para depurar las instituciones.
Provea indica en su informe anual 2011 que el año pasado “se acentuó una modalidad nueva de violencia, esta vez promovida desde la gerencia de empresas o funcionarios con altos cargos del Estado: el uso de personas ajenas a las empresas para enfrentar las acciones sindicales de los trabajadores. Esta modalidad afectó a varias empresas básicas e incrementó tensiones y violencia en el sector sindical del país, particularmente en el estado Bolívar”. La ONG agrega también que 48,71% de los asesinados son menores de 30 años.
Por su parte, el sindicato de la construcción anzoatiguense registra, este año, la muerte de un dirigente sindical. Sin embargo, la entidad reporta, explicó José Hurtado, presidente del sindicato, otras 17 personas fallecidas que han estado relacionadas con ese rubro, específicamente por problemas de cupos de empleos.
En la región han disminuido estas cifras debido, entre otras cosas, a la paralización de infraestructuras por falta de materiales como cemento, cabillas y otros. Son varios los edificios que están sin concluir.
Por su parte, Carlos Petit, presidente de Fetrazulia, dijo que los casos por violencia sindical han mermado en Zulia, tras concretarse reuniones periódicas entre los gremios y el Cicpc. Desde 2007 no contabilizan hechos lamentables tras firmarse un acuerdo entre 42 organizaciones sindicales.
La violencia sindical en el estado Falcón se concentra en la ciudad de Punto Fijo, donde la constante actividad en el sector de la construcción da cabida a conflictos en el gremio. Las disputas por cupos de trabajo y el deseo de liderar las obras dan pie a hechos violentos. Pero en esta entidad también ha disminuido; desde junio de 2011 no se suman bajas.
El abogado Alfredo Zea, secretario general del Sindicato de la Unidad de los Trabajadores de la Construcción del estado Falcón, asegura que en la entidad falconiana la violencia sindical está aupada por las autoridades policiales y militares, a los que señala de no haber acatado las peticiones de intervención del gremio. En Monagas no se reportan muertes por problemas sindicales desde hace dos años. En Caracas se han registrado al menos dos casos.
Mucha demanda, pocos empleos, mafias e impunidad. Esa es la ecuación que resume la violencia sindical que desde hace unos ocho años se pronunció en el país.
Según el criminólogo Fermín Mármol García, la debilidad institucional es la que ampara los crímenes sindicales. “En un análisis que se hizo sobre el problema, se encontraron dos factores detonantes. El primero tiene que ver con que se ha disminuido la generación de bienes y servicios y por lo cual hay menos empresas y menos trabajo, a pesar de que la demanda aumenta”, explica.
Según el experto, esto hace que se creen mafias que se dedican a vender cupos. “Si hubiese trabajo, las mafias no tuvieran asidero”, agrega Mármol García.
El segundo factor tiene que ver con la impunidad. “Las mafias saben que pueden disponer de la extorsión y el sicariato para lograr su cometido. Saben que no tendrán castigos”, refirió Mármol García.
En el estado Bolívar, por ejemplo, el atentado que sufrió el 18 de mayo de 2011, el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alúmina (Sutralúmina), José Luis Morocoima, aún está impune. Él sobrevivió, pero las secuelas aún permanecen. El 9 de junio de 2011, el trabajador de la estatal Ferrominera Orinoco, Renny Rojas, murió en el portón de la empresa, cuando los empleados de la industria aspiraban elegir la comisión electoral para renovar las autoridades sindicales.
El caso aún está impune.
Por: MARÍA ISOLIETT IGLESIAS,
MARÍA TERESA LUENGO
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EL UNIVERSAL
lunes 2 de julio de 2012