Ahora el CNE es una cueva de truhanes
electorales y malabaristas del voto

I.

No comparto para nada las ideas del CNE. Mucho menos que a medianoche se reúnen con el Psuv y preparan conjuros y brebajes para adormecer a las masas y preparar asaltos comiciales. No comparto la idea absurda de que hay un cable submarino, que por cierto resultó una estafa en la que los malos de Cuba están presos y nuestros malos son ministros, entre Cuba y Venezuela por donde van a llegar miles y miles de votos que aparecerán como el arte de birlibirloque dentro de las fulanas máquinas de Smartmatic. No creo para nada las denuncias de que hay 3 millones de extranjeros inscritos ilegalmente en el RE y que votarán en octubre por Chávez.

No comparto el disparate de que las benditas captahuellas le toman fotos secretas al votante, fotocopian el momento en el cual el elector pulsa la boleta electrónica, lo localizan en la red y le mandan copia a la Vicepresidencia para que proceda a destituirlo si es empelado público, o a suspenderlo de los programas sociales, o a incluirlos dentro de la famosa lista Tascón, que por cierto no la hizo Luis, sino William Lara, Cilia Flores, Francisco Carrasquero y Hugo Chávez.

Sí comparto la conseja de que el CNE debe prohibir las cadenas presidenciales que le dan un beneficio brutal al candidato del continuismo.

Para Henrique hay tres minutos diarios, en algunas televisoras y algunas radios, para Chávez más de dos horas diarias en todas y cada una de las televisoras y radios del país, cada vez que le da la gana. Sí comparto el principio según el cual el Presidente no puede utilizar los bienes públicos para su campaña electoral y el CNE debe estar bien vigilante en ese asunto. Finalmente, comparto la preocupación de que algunas mesas electorales puedan quedar sin testigos de la oposición, dado que, en ese caso, las instrucciones emanadas del Comando Carabobo en el sentido de que procedan a robar los votos opositores y a votar por los ausentes, pasará de una orden a una realidad concreta.

II.

Me informan que el diputado Pedro Carreño se reunió con la contralora general encargada y decidieron inhabilitar a un gentío, a mí en particular, por 15 años. Cuando le pregunté a mi amiga qué había alegado el diputado Carreño para sancionarme, me informó que iban a dar como argumento la culminación de la investigación administrativa relacionada con las fallidas elecciones del 28, 28, 28. Después de 12 años de iniciada la averiguación administrativa, sale de golpe y porrazo una decisión de esa naturaleza. Los casos de Podemos, PPT y ahora esta inhabilitación tienen que ver con el zarpazo mortal que le propinan diariamente Henri Falcón, Ismael García y el Gato Briceño a la ya maltrecha, física y espiritual, candidatura del caporal de Sabaneta. No me preocupa para nada esta medida, la ignoro y desprecio; ya sabrá el próximo presidente Henrique Capriles Radonski resolver todos esos entuertos miserables hechos contra la jueza Afiuni, los comisarios, los perseguidos como Ramón Martínez y las docenas de dirigentes opositores inhabilitados.

III.

Nunca he sido participe ni profeta de la venganza o paladín del desquite, pero, caramba, amigos todos, la actuación del TSJ contra Podemos, PPT, Globovisión, las denuncias de Aponte Aponte, son como para pensar seriamente si allí no se configura alguna figura delictiva prevista en el Código Penal Venezolano. La historia lo dirá oportunamente.

IV.

Al movimiento integrador que representa el nuevo partido Avanzada Progresista están asociados, unos más y otros menos, Henri Falcón (Lara), Julio César Reyes (Barinas), Luis Lippa (Apure), Alberto Galíndez (Cojedes), Ismael García (Caracas), José Gregorio Briceño (Monagas) y Gregorio Graterol (Falcón), por ahora.

Por: EDUARDO SEMTEI
@ssemtei
POLÍTICA | OPINIÓN
EL NACIONAL
LUNES 2 DE JULIO DE 2012