La credibilidad de
las “Misiónes”
Lo que en un principio fue considerada la obra maestra de la revolución hoy sólo deja en evidencia la ineficiencia de quienes nos gobiernan para encontrar la solución a los principales problemas de nuestro país.
Nadie puede negar que las misiones marcaron una etapa importante del actual gobierno. Cuando se propusieron, como parte de una estrategia electoral para la reelección presidencial, constituyeron una especie de fórmula infalible para garantizar la continuidad en el poder. En sus inicios, como todo proyecto tuvo sus fallas, pero la intención poderosamente humana que envolvía su concepto nos hacía pasar por alto los detalles de forma y enfocarnos en el fondo positivo de las mismas. Con el tiempo, las misiones se han convertido en un arma de chantaje electoral, en un nombre digno para cuanta tontería se les ocurra… En fin, en una guachafita revolucionaria.
Soplan tiempos electorales en el país, y quienes gobiernan, en su afán de seguir atornillados en las sillas del poder, deciden recurrir nuevamente a la fórmula de las misiones como estrategia para presentarse en esta contienda. Ya no hay innovación alguna, la otrora maquinaria comunicacional envidiable del gobierno no ha conseguido dar con algo mejor que reciclar las misiones y reimpulsarlas cuando ya carecen de credibilidad en un amplio sector de la sociedad. La “Gran Misión Vivienda” y la misión “A Toda Vida Venezuela” nacen para intentar darle 6 años más de poder a alguien que ha desperdiciado 14 años de gobierno en un interminable y trasnochado monólogo comunista.
El tema de la vivienda ha sido una burla para quienes esperan tener su casa digna y que han pasado años en refugios a causa de la acostumbrada ineficiencia de la revolución, pero probablemente la hipocresía más grande que se haya cometido contra los venezolanos es presentar, luego de 14 años y más de 150 mil muertos, una misión con la que pretenden garantizar la seguridad en nuestro país.
Una misión no resolverá el problema de inseguridad en Venezuela, para eso hace falta voluntad política y un plan bien estructurado, pero sabemos que es muy poco probable que este gobierno actúe contra los responsables de la inseguridad, porque todo parece indicar que son sus mejores aliados. Definitivamente, de misiones y fracasos ya tenemos suficiente.
Por: RAFAEL BELLO ROSAL
@rafbello
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EL UNIVERSAL
sábado 30 de junio de 2012