HomeÚltimas NoticiasEDUARDO SEMTEI: Cavilaciones de un venezolano en la dependencia

EDUARDO SEMTEI: Cavilaciones de un venezolano en la dependencia



“El hombre dijo que le daban vómitos
cuando veía a Capriles…”

 

Caracha. No será que el hombre está embarazado.

Dicen que las náuseas en muchos casos se deben a cambios hormonales. Umh. Hay cuentos de cuentos. Que si el Audi.

Que si el muchacho. Umh. Eso ya pasó con Thomas Beatie, el primer hombre embarazado.

Ando todo confundido.

El gordo y el flaco. Estas son elecciones rarísimas. Laurel y Hardy. Dos personajes. El otro y Henrique. Stan Laurel es Capriles. Oliver Hardy es el otro.

El flaco le tomó la calle. Anda suelto como un huracán. De un acto millonario en Caracas arrancó hasta Maturín, donde realizó, contra todo pronóstico, un día martes, con un reventadero de sol, a las 4:00 pm, un mitin histórico, más de 50.000 personas vitoreando.

El otro, ay, el otro, en cadena maldiciendo, vociferando, bufando, anunciando fábricas de fusiles, de escopetas, de granadas, de aviones espías y más tanques rusos. Qué diferencia. Salió el flaco espitado para Táchira donde lo esperaba una multitud sorprendente. Más de 100.000 personas.

De todos los colores. Decididos. Entrelazados de fe. El otro, en un consejo de ministros de lo más raro. Los ministros no hablan. No comentan. No votan. No espabilan. Tienen risitas pendejas cuando el otro les cuenta un chiste. Sonrisitas de quinceañeras frente a su primer pretendiente. En el acto de San Cristóbal, a Pérez Vivas, con su cara gocha y roja, le brotaba una sonrisa de oreja a oreja. Lo veía y no lo creía.

Cuando creyeron, quizás, que se cansaba su paso, aterrizó en Barinas de un guamazo. Allí el gentío. Los barineses, Santo Dios. Julio César Reyes andaba como flotando en medio de la evidencia y el espíritu de triunfo. ¿Cuántos miles? Todos. Allí estaban todos. Allí, en la tierra del otro, el vuelco es total. No quedará ni para amarrar un gallito. Y siguió la cosa.

En Barcelona, a la orilla del río, yo vacilaba en un charco.

Vieja canción. Eran las masas.

Como decía el viejo Marx, las masas orientales pasaron de ser social a conciencia social.

Al otro lo agarró el computador. Era una masa humana, compacta, moviéndose como el Macizo Guayanés. Un temblor sacudió las calles de Anzoátegui. Y el otro, caramba, el otro con unas encuesticas. Con unos numeritos. Con unas cartitas de GIS XXI. Mire, veguero, le voy a contar un cuento, cosas que naide sabía y que yo diré al momento. Calle contra encuestas. Las bichas esas, las Hinterlaces, GIS XXI, ICS y 30.11 te las regalo. Con lacito y todo. Saca tu papelito con tu numerito y tu dibujito. Si con ese sueño te despertaste, vuélvete a quedar dormido. Sácalo en Zulia. Aragua. Mérida. Sácalo en medio de esos actos. La movilización de centenares de miles de zulianos, de maracuchos que temblaron de emoción con las palabras de Pablo Pérez (que, por cierto, cada día se crece más como dirigente, ) y el cierre mágico de Laurel Radonski. Y el otro, Oliver, ¿dónde estaba? Se preguntan. Estaba en maquillaje, pues tenía la 35.687 cadena nacional. Iba a anunciar que la morrocoya parió morochos, que el rabipelao se comió un cable y que Fidel tenía tos. Y llegó el debate. El otro, “majunche, desgraciado, cara’e cochino”. El flaco, “esperanza, reconciliación, trabajo digno”. El otro, “qué asco, me da pena, no tienes pelos en los cojones”. El flaco, “educación para nuestro pueblo, inclusión, todos somos iguales” El otro, “frijolito, burgués, traidor”. El flaco, “hay un camino de paz, de esperanza, de seguridad”.

Como dije al principio, ando todo confundido, no me refiero a cuál candidato es el apropiado para una gran Venezuela, sino que existan conciudadanos que todavía anden indecisos.

De un lado, vida y esperanza.

Del otro, muerte y división. Ya le tenemos 1 millón encima.

Zulia. Carabobo. Monagas.

Lara. Táchira. Nueva Esparta.

Miranda. Anzoátegui. Bolívar.

Vamos para 1,5 millones. Tan fuñíos.


Por: EDUARDO SEMTEI
@ssemtei
POLÍTICA | OPINIÓN
EL NACIONAL
LUNES 25 DE JUNIO DE 2012