Las mil un maneras de disminuir a tu
oponente, sin respetar su existencia
■ Todos entraron al aula de clases como siempre y ocuparon sus lugares.
El profesor de Filosofía, Orestes Araguato, estaba sentado en su banquito con una mirada perdida en lo alto del inmenso samán y fue Pedrito Saltamontes quien lo trajo a la realidad cuando le preguntó:
-¿Tenemos algún problema profesor?
Me temo que sí-respondió el sabio Araguato, mientras tomaba la tiza escribiendo en la pizarra- y sobre “la nada” será la discusión de hoy. Como ustedes saben el candidato presidencial y jefe del Estado dijo que no debatiría con su oponente, porque este es la nada.
-¿O sea, que el candidato opositor no existe profesor?-preguntó Carlitos Grillo, tratando de entender el asunto-. ¿Que toda esa gente que le sigue es un espejismo que se evapora con el calor?
-Existir o no existir es una cosa y ser la nada es otra mi estimado Grillo- respondió el profesor-. Les digo que el Nihilismo-del latín “nihil”; nada- es un punto de vista de la negación absoluta, no relacionada con ningún ideal posiivo. El primero en aplicar el termino fue Jacobi y…
-Profesor, profesor -le interrumpió la frontal Rosita Mapanare con su voz chillona de cuaima buscapleitos-, me parece que nos estamos complicando la vida. Lo que pasa es que el candidato presidente se esta yendo por la tangente, porque no puede hacer una campaña recorriendo el país y busca cualquier pretexto para justificar su impotencia. ¿Usted no ve que solo usa las cadenas de televisión para hacer proselitismo? Y ese método es muy limitado para buscar su reelección, por eso trata de opacar a su oponente, que le mueve la silla del Poder…
-Interesante su reflexión señorita Mapanare, aunque algo empírica –le respondió Araguato-, les digo que Nietzsche proclamaba la “revisión” de los valores…
-Vamos a estar “claros” profesor-interrumpió José Loro-. Cuando el presidente dice que su oponente es la nada, lo esta despreciando. Es como tratar de competir solo, negando a su contendor y darse victorioso de una vez…
-Le digo profesor -intervino nuevamente Rosita Mapanare-, el presidente no debate con nadie. Manda sin considerar las otras voces del país. Usted puede ver el mismo comportamiento en la Asamblea y en cualquier Poder público, donde no hay opinión que valga, sino la del comandante-presidente. ¿Qué se puede esperar del personaje compitiendo, cuando no respeta al otro?
-Lo único que se puede esperar es el desprecio –insistió José Loro, repitiendo la frase como un disco rayado-.
-¿Qué mejor manera hay para anular al oponente, que catalogarlo como “la nada”?
preguntó Pedrito Saltamontes-. Bien infantil es ese razonamiento. Yo he notado que en todas las campañas del presidente siempre trata de disminuir a su oponente, sin respetar al adversario. A todos sin excepción en 14 años de estar compitiendo, insulta. Y trata de disminuirlos, diciéndoles frijolito, majunche y otros calificativos que disminuyen o anulan los valores del oponente.
-Sí. Pero esta vez se pasó de la raya -dijo Rosita Mapanare-, diciendo que “lo que tengo yo al frente, es la nada”: El tipo se cree el todo absoluto, es un autócrata confeso, así lo niegue.
-Ha terminado la clase-dijo el profesor Aragauato-.
Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo
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ESTE RELATO ME PARECE BIEN, ASI LAS PERSONAS TENEMOS QUE TENER RESPETO HACIA NUESTROS SEMEJANTES…..EL PRESIDENTE NO PUEDE ESTAR IRRESPETANDO A SU OPOSITOR TIENE QUE SABER EL TAMBIEN ES UN SER HUMANO Y MERECE RESPETO…GRACIA