“La experiencia endógena dio
resultados catastróficos…”
El ex embajador Milos Alcalay considera que el Plan Bolívar 2000 se presentó como un proyecto de desarrollo popular exitoso y “resultó ser un fracaso total”
Cuando el Gobierno nacional presentó el Plan Bolívar 2007-2013 surgieron diversas opiniones sobre su propósito en la sociedad y en las políticas públicas, debido a que se comprometió a engranar sus acciones con las de los gobiernos regionales, lo cual –como se demostraría más tarde– no sucedió.
Pero hay algo más. El politólogo y diplomático Milos Alcalay señala que este Plan Bolívar semeja al modelo político ruso que ha intentado implantar Chávez en el país y que se debe a la importancia de factores externos en el surgimiento de un liderazgo político –en este caso– el de Putin, en Rusia, pero en el ámbito de la diplomacia venezolana la limitación para llevar a cabo ciertas actividades, provocada por su deficiencia, ha sido un obstáculo para su cabal ejecución.
-–¿Cree usted que en Venezuela prevalece la implementación del modelo político de Rusia?
–Con el colapso del comunismo y el fin de la URSS, Rusia inició una etapa de reformas sucesivas en las cuales se produjeron profundas transformaciones desde finales de la década de los 90, iniciada con la Glasnost y la Perestroika de Mijail Gorbachov. La consolidación del régimen Putin-Medvedev ha tenido algunos retrocesos en los planes inicialmente propuestos, según destaca la oposición no parlamentaria rusa.
Pero lo que no se puede negar es el papel determinante de la diplomacia rusa, y su habilidad de convertirse en uno de los actores determinantes de la escena internacional. En el caso de la diplomacia venezolana, a pesar de la megalomanía del presidente Chávez de ubicarse como una especie de “súper potencia” basada en una confrontación retórica contra el “imperio”, contra el “colonialismo” contra el “capitalismo”, la verdad es que el modelo venezolano no tiene nada que ver con el profesionalismo de la diplomacia rusa, a pesar de que el Gobierno “Bolivariano” trata de identificar su modelo caudillista y militarista como una “alianza estratégica” con Rusia, muy alejada de la realidad.
-–¿Existe similitud entre el Plan Bolívar 2007-2013 y el sistema político ruso?
–Igual que el Plan Bolívar 2000 que se presentaba como un plan de desarrollo popular exitoso, resultó ser un fracaso total; no sólo por el incumplimiento de las metas, sino por la corrupción que se generó a nivel de los articuladores militares y militantes; el Plan Bolívar 2007-2013 se mostró como un proyecto de avanzada y se comparaba con las metas de organismos internacionales (como la Unesco o las Metas del Milenio de la ONU), o con modelos como Rusia, estando a mediados del 2012. Ya culminando el quinquenio se constata que la realidad ha sido muy distinta a los planes: el colapso de la infraestructura vial; los apagones eléctricos; la dependencia agro-alimentaria de importaciones (sin mencionar los escándalos de Pedeval), las expropiaciones de empresas rentables, y tantos otros desaciertos, no sólo no son comparables con los logros rusos, sino que es una experiencia endógena con resultados catastróficos, por no incorporar a través del diálogo y del profesionalismo, a quienes deberían dar los aportes para cumplirlo.
-–¿Cuál es su opinión sobre la alianza ruso-venezolana?
–El error de la diplomacia ideologizada del Gobierno venezolano –no sólo con Rusia, sino también con los demás países– es que no cumple con la regla de oro de la diplomacia, que es basarse en una política de Estado, y de aplicar la reciprocidad. Lo que ha hecho de Venezuela un país-financista de proyectos, compras desesperadas e improvisación, en las que poco beneficio le da a la nación.
-–Según su punto de vista, ¿cuál es el motivo real de las relaciones comerciales que se desarrollan desde el año 2000 con la llegada de Putin al poder, y que persisten en niveles modestos con Venezuela?
–Chávez vive en una ficción, y al igual que en China le hace loas a Mao, en el caso de Rusia (en particular con Putin) cree que sus relaciones obedecen a una relación geopolítica de confrontación este-oeste como si existiera todavía la URSS.
-–¿Qué visión tiene sobre la relación entre Caracas y Moscú con respecto a armas, petróleo y energía nuclear?
–Si bien en el tema de la construcción de viviendas, el desarrollo agrícola, el campo energético y las relaciones comerciales, demuestra la importancia de profundizar las diplomacias con Rusia, no se ve que Venezuela exija la reciprocidad para aumentar las exportaciones nacionales y hacer una relación “ganar-ganar”. Pero lo que ha sido criticable, es el endeudamiento de varios miles de millones de dólares para comprar tanques S-300, sistemas de defensa antiaérea, 100 tanques T-42 y T-90, 24 cazas de combate Sukhoi, decenas de helicópteros M1-17, (que por cierto han sido muy criticados por el alto índice de accidentes –muchos de ellos mortales) rifles de asalto Kalashnikov AK-103 y el sistema antimisiles S-300, dando lugar a una desproporcionada carrera armamentista. En cuanto a los acuerdos nucleares suscritos, después de los accidentes del Japón, el Gobierno venezolano ha congelado (por ahora) su anuncio de desarrollo nuclear.
Por: CLAUDIA AGÁMEZ
Jueveses 21 de Junio de 2011