Ni en Cuba que es ejemplo cercano de
desarrollo, prosperidad y riqueza
■ Incomprensible que todavía existe gente egoísta y ciega que niega los logros de la revolución.
Giordani, Merentes, el mismísimo Hugo Rafael Chávez Frías, Rafael Ramírez, Diosdado Cabello, hasta el escapado Tobías Nóbrega y, no faltaba más, la diseñadora del nuevo sistema penitenciario nacional, Iris Varela, lo lograron. Mucho menos de lo esperado, en apenas 14 años de gobierno, Venezuela alcanza el desarrollo y comienza a escalar posiciones entre las economías más fuertes y sólidas del mundo.
Un logro. Un verdadero logro socialista. Razón tenía micomandante cada vez que decía que este perol estaba blindado y que aquí no entraba ni coquito. Y no se trata de propaganda chavista hecha en Cuba. No es la más pura y palpable realidad. No mire a los lados. Olvídese de la inflación. No le haga caso a Cadivi, sus carpetas, los sellitos, los pasajes o los documentos apostillados. No. Nada de eso. Ni siquiera abra los periódicos. Haga caso omiso de la inflación y mucho menos se enrolle con eso de los productos desaparecidos, las invasiones, las confiscaciones. Es absurdo perder tiempo en eso. Ni siquiera la inseguridad y la tormenta de crímenes. Eso no son más que camellos de pesebre de Navidad. Ni siquiera mire las estadística de empleo y menos las de crecimiento económico. Incluso esa tontería de que el sistema de energía eléctrica nacional está podrido no indica absolutamente nada. No significa nada.
¿Dónde se puede observar la prosperidad? ¿En qué punto tangible de este socialismo se puede obtener el verdadero indicador de riqueza? ¿En qué parte de tanto éxito se palpa sin disimulo la riqueza y opulencia en la que vive el país gracias a este Bolívar que nos tocó, gracias a micomandante? No es difícil.
Sencillo. En el sistema penitenciario de la revolución. En las cárceles. ¿Qué país se da ese lujo de tener prisiones con canchas de coleo, casinos, piscinas, jacuzzi, terrazas con tumbonas para tomar el sol, visitas extraconyugales guiadas, show privados con estrellas mundiales. ¿Dónde pueden coleccionar armas, municiones y hasta explosivos, tener pistas de cross, pistas de patinaje, fiestas, discotecas, verbenas, bingos, orgías, drogas, parrilladas? Ni en Cuba que es lo más cercano que tenemos en desarrollo, prosperidad y riqueza.
Y esto es nada. Ya el Gobierno anunció la fundación de la red revolucionaria de cárceles de lujo bajo el sistema todo incluido: la cadena Al Capone Spa & Resort. El paraíso de donde no podrá escaparse, atendido por el propio pran. Incluso han pensado abrir algunas cárceles de corta permanencia. Ya usted sabe, un privado de la libertad siempre está apurado.
Por eso, cualquier hombre nuevo es capaz de decir, tras las rejas, que sus prioridades son Dios y después micomandante. Más nada.
Por: ELIDES J. ROJAS L.
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EL UNIVERSAL
miércoles 13 de junio de 2012