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NELSON BOCARANDA SARDI: Runrunes (martes 12 de junio de 2012)




Alto


EL COCO FLACO. El impacto de la multitudinaria concentración popular para la presentación de Henrique Capriles Radonski como candidato de la unidad de partidos democráticos que hacen oposición al Gobierno de 14 años del presidente Hugo Chávez, no se hizo esperar. Tras las paredes que guardan al enfermo de cáncer -que ha reposado 200 de los 365 días del año transcurrido desde su primera operación en Cuba-, las dudas, angustias, rabietas y molestias afloraron e hicieron que hasta altas horas de la noche en el Palacio de Miraflores se estuviera pensando cómo contrarrestar el efecto provocado por el joven y sano candidato. Chávez iba a llegar en automóvil e iba a bajarse dentro de una de las carpas para que no se viera la incomodidad en sus movimientos. Tras el efecto Capriles, se decidió a montarse en el camión acondicionado con un ascensor especial -tapado en amarillos afiches en la parte trasera- para descender en plena plaza Diego Ibarra. A última hora no quería utilizarlo y se esforzaría a bajar la escalerilla pues Globovisión colocó una cámara con un ángulo donde hubiera visto su uso. Por ello, no le permitieron a ese canal mostrar su ascenso a la tarima para su discurso, pues ellos captarían el acceso a la rampa. La barra para que se aguantara con sus brazos era muy amplia. La velocidad al mínimo para evitar saltos inconvenientes. Igualmente, se cubrió con cortinas negras el acceso a la tribuna donde los escalones se hicieron tan bajos para evitarle el esfuerzo que se convirtieron en rampa. A la hora de escribir esta columna, 4:00 p.m., se tenía previsto que no hablara más de 90 minutos. La idea del acto así es “demostrarle a sus electores que está bien y sano”. Todos estos cambios de última hora fueron provocados tras ver las grabaciones aéreas, desde el helicóptero del Sebin, de la movilización dominical. La reacción inicial del Caudillo fue reclamarle a sus ministros y viceministros lo “complacientes que fueron con la oposición al permitirle llegar al centro de Caracas, como no lo hacían desde la marcha en abril del 2002. Permitieron demostrarle al país lo que ellos, sin los recursos nuestros, pueden hacer y así se crea la impresión que pueden ganarnos el 7 de octubre”. Un colaborador sugirió: “Hay que seguir dándole con las encuestas chimbas para desmoralizarlos otra vez”. El estaba seguro que con su aparición caminando y en la tribuna lo verían resurrecto y curado. Quien le daba instrucciones no era un militar ni un guardaespalda. Era su médico de cabecera cubano: “Hasta aquí y haga esto ahora”. El anillo de seguridad mucho más cerrado que en otras apariciones. Todo muy bien coordinado. Se afincó en lo que no ha podido sacarle a los opositores sin antes cumplir algunas exigencias claves: “Reconoceré el resultado electoral del 7 de octubre”. El show le salió bien. Veremos cuántos días descansa del ajetreo de ayer, con calmantes y entusiasmo. Apenas comienza este nuevo vía crucis de cuatro meses.

Medio


“NO ES MI ESPOSA”. Me escribe el embajador del Perú, Luis Enrique Raygada Souza-Ferreira, en respuesta a nuestra información del pasado jueves, dándome detalles de su caso personal: “En 2005 me separo de la Sra. Cecilia Manzur, madre de mis hijos, en Perú, haciéndose efectivo el divorcio en enero del 2007.En agosto de 2007 me caso con la Sra. Luisa Mayorca, en Caracas, donde residía en ese momento, bajo régimen de sociedades gananciales, es decir, bienes patrimoniales y gananciales separados antes, durante y disuelto el vínculo matrimonial. Por diferencias irreconciliables me separo definitivamente de la Sra. Mayorca en setiembre del 2010 y regreso a Lima, Perú, para asumir nuevos compromisos laborales. Al ser nombrado Embajador en Venezuela, en octubre del 2011, le pido a mi ex esposa, Cecilia Manzur, que me acompañe, junto a nuestros hijos mellizos menores de edad (9 años), durante el espacio de mi misión aquí, lo cual sucede a partir de enero 2012. En ningún momento frente a la Cancillería peruana o venezolana o ante organización legal alguna, declaré que estuviera casado con Cecilia. Entiendo que nuestra presencia en eventos sociales pueda generar cierta confusión, pero el status oficial de acreditación de Cecilia, “con quien comparto una gratificante relación de padres y amigos” es de “Acompañante Permanente del Embajador”. (Me anexó copia de su carnet diplomático emitido por Jorgenrique Nazaret Rodríguez, Coordinador del Área de Inmunidades y privilegios del MPPRE, donde aparece que Cecilia Virginia Manzur Méndez es la “Acompañante Permanente del Señor Embajador del Perú ante Venezuela”). En ningún momento frente a la Cancillería peruana o venezolana declaré que estuviera casado con Cecilia, por el contrario, declaré siempre que estaba divorciado, como en efecto lo sigo estando, de Cecilia. Durante el espacio de tiempo aquí descrito, llevé a cabo varios intentos infructuosos por conseguir una separación de mutuo acuerdo de la Sra. Luisa Mayorca. Ante la imposibilidad de avanzar por una vía amistosa, coloqué una demanda de divorcio que ya fue admitida por los tribunales en Venezuela. Incluso, luego de varias notificaciones del Tribunal a las que la Sra. Mayorca no ha respondido, se elaboró un documento de compulsa para que se dé por citada y notificada, a lo cual la Sra. Mayorca sigue sin responder”. Más adelante escribe: “Quiero ser enfático en destacar que bajo ningún aspecto ni estatuto estoy involucrado en una situación de bigamia, ya que no existe matrimonio secundario en mi situación legal”.
Complacido.

Bajo


CHÉ CADIVI: El Gobierno argentino ha venido ejerciendo nuevos controles para las operaciones con dólares en el mercado de divisas. Las últimas acciones afectan al mercado inmobiliario. Todo el accionar del Gobierno de la señora CK es parte de las medidas para “cambiar la mentalidad” de la población y evitar una fuga de divisas, según sus voceros. La última información que manejan algunos contactos sureños, es que la presidenta ha solicitado colaboración a Chávez para intercambiar opiniones y experiencias con Cadivi. Lo difícil para el Gobierno argentino es que la dolarización tiene años y era aceptada legalmente. Los miedos a un “corralito” impulsaron el aumento de los cambios de la moneda argentina al dólar y al euro. ¿Se copiarán también los negocios de los rojos boliburgueses que, desde las directivas de los organismos públicos de control, cobran su cuota por encima del precio oficial para llenarse “legalmente y desde donde dejan que la corrupción permee a algunos privilegiados?


Runrunes
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NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
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martes 12 de Junio 2012