¡Todos a rescatar a Venezuela
del militarismo inculto…!
Este pasado miércoles, Henrique Capriles Radonski entregó la gobernación del Estado Miranda para entregarse a su campaña – que es la nuestra – por la Presidencia de Venezuela, cumpliendo con lo que exigen la Constitución y esas otras leyes no escritas que son los principios que rigen la vida de las Naciones y entre las cuales está la ética humana que tiene que prevalecer en el rol que a cada ser humano toca en la vida.
Y de eso se trata esta decisión que en la ocasión de la inscripción de Capriles en el CNE nos unirá en las calles y autopistas de esta capital en una manifestación que nos recordará, paso a paso, aquella histórica de ese abril sangriento que desnudó a Hugo Chávez en esa perversidad estratégica y canalla que no lo ha abandonado ni siquiera cuando la vida lo apremia, irrefutable y muy obviamente.
Hugo Chávez no puede bajarse de la arrogancia vacía del poder.
Y sigue cometiendo fechorías que se ceban en el espíritu de un pueblo que sigue adelante como si el miedo aquel angustioso no pudiera ya detener su paso, como si se hubiese escapado corriendo a otro lado porque Capriles y la esperanza hace inexpugnable su entrada al entusiasmo y la fe, esa fe en una Venezuela promisoria y unida, próspera y decente – que ha sido tan contaminada en sus valores por esta pesadilla.
Hay dos caricaturas navegando en la red que dicen mucho de ese humor popular que cuando comienza a hacer de las suyas uno reconoce como un augurio irrebatible de la debilidad del indiciado en el corazón de Venezuela: una que invita: “Adelante, Comandante” y está Chávez con su camisa roja montado en una bicicleta que rueda hacia un precipicio inmenso.
Y otra de Fidel diciéndole a Chávez: “Te tengo dos noticias, una buena y otra… vamos a poder celebrar los 84 años del Che… pero tú lo vas a hacer personalmente”.
Ese humor popular que Eduardo Serrano cantaba en sus merengues y que cuando empieza a compartirse y hacer eco en el sentimiento, condena. Que juega con el propio drama que se vive.
Y es que Hugo Chávez sigue provocándolo. Las decisiones que este gobierno sigue tomando, el caso del abogado de la jueza Afiuni, Graterol, lo del Consulado en Miami, lo de los partidos “Podemos” y “PPT” , son algunas.
No se detienen ante lo que muy obviamente les aterroiza: la Venezuela hoy dispuesta a demostrar su mayoría, la fuerza indetenible de una decisión que empuja la voluntad del pais: rescatar a Venezuela de esta destrucción.
De esta corrupción.
De esta venganza personalista, de este militarismo inculto, irresponsable, insoportable al espíritu civil.
El lunes, en contraste con la transparencia de este domingo, aseguran que Hugo Chávez se insribirá en el CNE, precedido por declraciones ridículas que buscan crear una expectativa teatral y fuera de lugar. Jorge Rodriguez lanza que Chávez “es paracaidista” y vienen sorpresas y gente. A estas alturas yo no creo que Chavez confíe en ninguno de quienes le siguen para ajustar su paracaídas. Y ya a nadie sorprenden los autobuses que traerán a los tarifados.
¡Nosotros tenemos diez kilómetros de esperanzas por recorrer este domingo!
Por: Isa Dobles
Politica | Opinión
Domingo 10 de Junio, 2012