Del “patria o muerte” al
“viviremos y venceremos”
■ De ser estrella de la TV a protagonista ausente, de irreverente a creyente fervoroso; la transformación del mandatario.
CARACAS.- Hugo Chávez sigue siendo presidente de Venezuela, pero ya no es la misma persona hace un año: el cáncer le cambió la vida. Este fin de semana se cumple un año desde que fuera operado de urgencia en La Habana. Desde entonces, 365 días de batalla, política y personal, han dejado como saldo un Chávez distinto.
El mismo dice que no es aquel “caballo desbocado”, adicto al trabajo, sino un “búfalo”. Pero el cáncer también le ha arrebatado otras cosas: ya no es aquella superestrella de la televisión, ni un devoto cristiano de lo más irreverente ante la Iglesia Católica, ni su grito de guerra es “Patria o muerte”.
Aunque poco a poco comienzan a ser más frecuentes las apariciones públicas del mandatario, lejos están los tiempos aquellos en que eran casi omnipresentes las cadenas obligatorias de radio y televisión. Así, según datos de AGN Nielsen, televisiones y radios privadas tuvieron que emitir entre 1999 y 2010 más de 1.300 horas de “cadenas” con discursos y actos de diversa índole protagonizados por el mandatario.
A partir de datos de Monitor Ciudadano -que denuncia el uso abusivo de las cadenas-, se puede estimar que las cadenas de lo que va de 2012 suman unas 30 horas. La proyección para el año apenas supera las 75, lejos de la media anual de más de 130 horas de su primera década en el poder.
Además de eso, Chávez tenía su propio programa, Aló Presidente, un maratoniano dominical que había hecho de él virtualmente una referencia de la pequeña pantalla, para deleite de sus seguidores y desesperación de sus detractores.
De católico irreverente a ferviente creyente:
No ha pasado desapercibida la intensificación del fervor religioso en Chávez con motivo de la enfermedad. El momento culminante llegó a mediados de abril, durante una misa por su salud oficiada en su natal Barinas tras su segunda sesión de radioterapia. Allí rompió a llorar mientras rogaba a Dios más tiempo de vida.
José Vicente Carrasquero, politólogo de la Universidad Católica Andrés Bello, ve en Chávez “una actitud no tanto religiosa como hasta mística, más apegado a lo espiritual y menos a lo material”. “Últimamente ha vuelto a rememorar la historia, Bolívar, y esas cosas que lo ponen melancólico. Además, es menos severo con la gente que tiene alrededor. Ha habido un cambio de carácter, evidentemente asociado a la enfermedad”, opinó.
Históricamente, el presidente siempre se había declarado públicamente ferviente cristiano, lo que no impedía que arremetiera contra la jerarquía católica venezolana así como contra el Vaticano. “Delincuentes” y “cobardes” son algunos de los epítetos que el mandatario dedicó a la Conferencia Episcopal Venezolana. De hecho, a mediados de 2010, los obispos venezolanos denunciaron las “reiteradas e injustas agresiones” que recibían de parte del mandatario.
Para la analista Maryclen Stelling, directora del Observatorio Global de Medios de Venezuela, una explicación para la suavización del discurso de confrontación está también en la incorporación a la conferencia episcopal de Mario Moronta, “un cura progresista”. “La Iglesia entendió que tenía que cambiar sus autoridades para ser más conciliadora y con una visión más social. Esta nueva jerarquía responde más a la realidad política venezolana”, asegura.
El fin del “Patria o muerte”:
El chavismo había adoptado el grito de guerra de los protagonistas de la Revolución Cubana de 1959, el “Patria o muerte” que inmortalizó Ernesto “Che” Guevara ante la Asamblea General de Naciones Unidas. Sin embargo, al ser diagnosticado con cáncer, enfermedad que puede ser asociada a un alto riesgo de perder la vida, la proclama pareció resultar demasiado incómoda.
Así, el día de su cumpleaños, el 28 de julio, desde el denominado Balcón del Pueblo en el Palacio de Miraflores, proclamó ante una multitud de seguidores: “Propongo otros lemas, porque aquí no hay muerte, aquí hay vida. ¡Patria socialista y victoria! ¡Viviremos y venceremos!”.
Para Carrasquero, el cambio puede tener que ver con que “a Chávez le gusta mucho el esoterismo”. “Alguien le debe haber dicho que esta invocación permanente a la muerte podía ser responsable de lo que le está pasando”. Según Stelling, el “Patria o muerte” nunca había sido muy bien recibido dentro del oficialismo y algunos sectores se habían mostrado muy críticos.
“Dentro del propio chavismo, intelectuales y críticos que están con el proceso bolivariano no estaban muy de acuerdo con ese lema. Y así el cambio ha sido bienvenido, y más ahora con la enfermedad de Chávez”, comentó la analista.
De triunfalista a cauteloso:
Recientemente, sin abandonar del todo su discurso triunfalista de cara a las elecciones del próximo 7 de octubre, también pidió a los suyos que no se confiaran y que evitaran el triunfalismo. “Nos estamos enfrentando al imperio, nos estamos enfrentando a la burguesía y sus aliados internacionales, que tienen mucho poder. No subestimemos al adversario”, dijo al tiempo que reconocía que ganar las elecciones va a implicar “mucho trabajo”.
Esto no ha implicado que dejara de prometer un “nocaut” o a vaticinar la cifra histórica de diez millones de votos, pero sí ha supuesto la apertura de una línea argumental nueva en la precampaña. Según Stelling, “el discurso político sigue siendo bastante frontal y fuerte, con uso de etiquetas y descalificaciones al contrincante, algo que le ha rendido beneficios político electorales”. “Ha surgido otro discurso, dirigido internamente a no ser triunfalistas, buscar equipo, y eso es una novedad”, concluye..
Por: Redacción
Politica | Opinión
SALUD PRESIDENCIAL
VIERNES 08 DE JUNIO DE 2012