“La lista de los asuntos
prohibidos es larga…”
■ Terminamos por creer que lo vedado no existe y quienes prohíben destruyen el país
Investigaciones sobre el impacto de los medios en la opinión pública revelan que generalmente solo en los regímenes dictatoriales donde todo el aparato comunicacional está en manos del Gobierno, es posible imponer una corriente de opinión dominante como ocurrió en la Unión Soviética y en la Alemania nazi, en la que el eficaz Goebbels hizo creer a los alemanes “verdades” construidas a base de repetir mil veces la misma mentira. En Venezuela el Gobierno es propietario de unos 800 medios y controla a otros tantos privados, bien sea porque los cierra, como hiciera con RCTV y más de 40 emisoras de radio, o porque los amenaza con el cese de la concesión o los multa con montos impagables como ha hecho con Globovisión, canal que, a pesar del acoso oficial, sigue siendo un medio plural en el que aparecen las voces de la disidencia. Los programas radiales que hace algún tiempo eran independientes, hoy están visiblemente a favor del Gobierno o están convertidos en “revistas” superficiales en las que no aparecen conflictos, ni críticas al sector oficial.
Otra forma de control además de las “leyes”, es el de las sentencias punitivas de los tribunales y jueces rojos. En agosto de 2010 el Tribunal 12 de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes impidió a El Nacional difundir “todo lo relacionado con contenidos violentos de sucesos o no” (a los demás medios se les prohibió publicar las imágenes), de modo que en las morgues pueden deambular los familiares de los 19 mil asesinados al año, o en La Planta repetirse la masacre de El Rodeo por cuya difusión multaron a Globovisión, y no hay medios distintos a los oficiales que tengan acceso directo a los hechos. Ni un solo juez de menores se ha atrevido a reclamarle a Chávez su lenguaje soez y violento en horario infantil. La más reciente “sentencia exprés” fue solicitada por la Fiscal (que el juez cumplió raudo) en la que prohibió las informaciones sobre la contaminación del agua que debería ser potable y respecto a la cual expertos sanitaristas han alertado que “causaría cáncer y daños neurológicos” (EN 16-03-2012). La prohibición judicial sacó de los medios las protestas de las comunidades afectadas, sin que hasta ahora el Gobierno haya intentado solucionar tan grave problema de salud pública: “Continuamos con los malos olores y sedimentos en el agua de consumo en Valencia” escribieron esta semana varios carabobeños en las redes sociales. La feroz persecución oficial de la que es víctima el gobernador Briceño se originó en su valiente decisión de impedir que los monaguenses tomasen agua contaminada del río Guarapiche a causa del negligente derrame de Pdvsa.
La lista de los asuntos prohibidos es larga. Del cáncer presidencial pocos se atreven a hablar a pesar de que algunos medios externos reportan la casi inmovilidad física del Presidente. De su gravedad dan fe los largos reposos y las cada vez más cortas y menos frecuentes “apariciones”, en su mayoría mediante llamadas telefónicas. Chávez necesita demostrar desesperadamente que se está recuperando, pero los tiempos electorales no parecen coincidir con los diagnósticos médicos. En su edición del 22-05-12 Últimas Noticias tituló: “Chávez no sabe cuándo se inscribirá”. El áspero reclamo presidencial obligó al diario a cambiar de titular en su 2ª edición: “Chávez se inscribirá entre el 1º y 11 de junio”.
Los asesores cubanos hacen magia para borrar de la agenda nacional los problemas urticantes para el régimen al ondear en tiempo récord el trapo rojo que desviará la atención mediática y colectiva. Ya los medios no hablan de que “hay generales favoritos de Chávez que son narcotraficantes” (Velásquez Alvaray EN 10-05-2012) o de lo que está declarando Aponte Aponte ante la justicia de EEUU, sino del goebbelsianismo oficial de las encuestas de maletín, que desconciertan a no pocos opositores. En el cementerio mediático reposan escándalos como el de Pudreval, el desfalco del fondo de pensiones de los trabajadores de Pdvsa y las estafas milmillonarias de los improvisados banqueros rojitos y los boliburgueses. Tampoco nos preguntamos para dónde fueron los reales de esa deuda interna que en los primeros 4 meses de este año subió a Bs. 40.600 millones, salto que duplica el de los mismos 4 meses del pasado año. Enredados como estamos con los trapos rojos, tampoco pedimos explicaciones de por qué con un barril por encima de $100, las reservas líquidas caen hasta $1.600 millones (lo que ni siquiera alcanza para las importaciones de un mes) y que no haya dólares para medicinas, ni para estudiantes ni para otros bienes de primera necesidad. De tanto obedecer las prohibiciones terminamos por creer que lo vedado no existe, mientras quienes prohíben desfalcan y destruyen el país.
Por: MARTA COLOMINA
mcolomina@gmail.com
@colominaM
domingo 3 de junio de 2012