En Psuv se encarniza la
lucha “sucesoral”
■ Acosta Chirinos: “Viajé a Cuba para entrevistarme con Chávez y los anillos de seguridad me lo impidieron”.
■ Hay gente en el Gobierno que quiere que Chávez se muera porque sus esposas les preguntan: ¿Cuándo vamos a gastar los dólares?.
La última reaparición pública del presidente Hugo Chávez, hace una semana, tras culminar su tratamiento contra el cáncer en Cuba, hizo pensar que las aguas iban a bajar a su nivel, es decir, a calmarse por su anuncio de ratificar su postulación a la reelección presidencial.
Pero no, la lucha intestina por la sucesión de la Presidencia de la República de Venezuela, no sólo ha continuado sino que se ha encarnizado y amenaza con dividir el oficialismo. El chavismo no se conforma con la promesa de su líder supremo de ir con su candidatura hasta el final de las elecciones del 7 de octubre, pase lo que pase con su enfermedad.
Es verdad, la precampaña la están llevando a cabo los comandos regionales del gubernamental Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Los fines de semana los coches y activistas se visten de “rojos” y organizan caravanas que recorren las calles del país. Y a distancia el líder máximo habla por teléfono, saluda a sus seguidores por la cadena oficial y envía mensajitos por twitter, mientras se recupera de su afección y prepara su nueva oferta electoral.
Entretanto la pelea por el poder se agudiza a cuchillo. A los cuatro grupos principales que se disputan la sucesión de Chávez, a saber: el vicepresidente Elías Jaua, el canciller Nicolás Maduro, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello y Adán Chávez, le han salido otros que también quieren participar de la piñata: el ex canciller José Vicente Rangel, el ministro de la Defensa, Henry Rangel Silva (ambos están en el Consejo de Estado) y grupos radicales del chavismo.
El ex ministro Cabello lanzó un polémico afiche en el que se muestra “Diosdado Presidente” y culpó a la oposición de este atrevimiento. Chávez sorprendido tuvo que aclarar por teléfono que “estamos todos unidos por encima de diferencias, nada de personalismo, grupismos o infantilismos, es la patria la que está en juego”.
Para el opositor Carlos Vecchio “hay una lucha por la sucesión del poder. Independiente de lo que ocurra el 7 de octubre, ya dentro del Psuv hay una carrera por el reemplazo de Chávez, motivado por la enfermedad. Lo sucedido refleja desconfianza, deslealtad y división en el seno del Psuv”.
Pero hay más. Yoel Acosta Chirinos, compañero de armas de Chávez con quien participó en la intento golpista de 1992, se ha convertido en una de las alas radicales del chavismo. En uno de los talleres revolucionarios que viene dando, alertó: “el Psuv no está preparado para garantizar el triunfo de Chávez”. Ve un panorama desolado. “Chávez va a ganar en octubre pero en diciembre perderá casi todas las gobernaciones”.
“Viajé a Cuba para entrevistarme con Chávez y los anillos de seguridad me lo impidieron”. Luego se le acercó a Maduro, quien huyó al verlo: “pegó una carrera, como si yo tuviese una infección”. “El problema del partido de Gobierno es la arrogancia, la falta de humildad. Hay gente en el Gobierno que quiere que Chávez se muera porque sus esposas les preguntan: ¿Cuándo vamos a gastar los dólares?.
La respuesta: “Si Chávez se va”. “Hay que volver al proyecto original ¬instó¬ y evitar que se pierda en manos mezquinas. Hay que organizar fuerzas honestas. La revolución no es desfilar en Los Próceres ni ir al Mercal. Es agarrar un fusil y, en medio de la pólvora, defender al pueblo. No creemos en la vía violenta, pero está planteada una guerra asimétrica de Estados Unidos, no contra Chávez, sino para apoderarse del petróleo, y debemos prepararnos. La FAN debe formarse para la guerra, no para desfiles en Los Próceres”, concluye Acosta.
Por: Ludmila Vinogradoff
Politica | Opinión
Corresponsal en Caracas
AFP/AP
VIERNES 24 DE MAYO DE 2012