Salga sapo o rana, Chávez seguirá
postulando su candidatura el 7-O

El caudillo va para la tercera reelección hasta el final, es decir, pase lo que pase con su enfermedad y si está o no en condiciones físicas, se inscribirá y seguirá firme para los comicios del próximo 7 de octubre.

Venezuela nunca ha tenido un candidato presidencial en fase terminal desde la última dictadura de Marcos Pérez Jimenez, que salió huyendo luego de las protestas el 23 de enero de 1958 con el rabo entre las piernas. Pero estamos empezando el siglo XXI y tenemos un jefe de Estado desde hace 13 años que se empeña en perpetuarse en el poder indefinidamente más allá del 2021 aunque tenga un cáncer expansivo en la pelvis que le atormenta y no le deja dormir tranquilo desde hace un año.

En resumen, el chavismo tendrá un candidato “agonizante y moribundo”, virtual, mediático y a control remoto, cuyos síntomas de deterioro se evidenciarán después de julio y agosto, según los pronósticos del doctor José Rafael Marquina, especialista en la enfermedad del Presidente.

La estrategia de la campaña de Chávez es trasladar el peso de la campaña oficialista en cuanto a las visitas, recorridos por los barrios, caravanas de coches, mítines, caminatas y pega de propaganda a los comandos de campaña ya que el candidato oficial está limitado físicamente.

Mis fuentes me dicen que en los actos públicos el mandatario-candidato aparecerá ocasionalmente si su salud se lo permite. “Es la línea estratégica y táctica del comando de campaña. Pero el único en decidir cuándo va a aparecer en público es el propio Chávez”.

Con esta decisión se despeja la incertidumbre de si se nombrará legalmente un sustituto en caso de que faltara el Jefe de Estado. “Por ahora” -siempre vuelve esa mágica frase que lo catapultó a la fama cuando dio el golpe de 1992- no se plantea a nadie –ni su hija predilecta- que lo reemplace en los comicios.

A estas alturas ninguno de los chavistas presidenciables –Elías Jaua, Diosdado Cabello, NIcolas Maduro y Adán Chávez- podría competir con el candidato de la oposición Henrique Capriles Radonski.

Si acaso el 7 de octubre cambiara por la imposibilidad de Chávez de participar físicamente en los comicios entonces el cuadro político del país tendría que modificarse.

En ese caso deberían suspenderse las elecciones o posponerse. Todavía hay chance de que los comicios se celebren antes del 6 de diciembre, pero si no, el Consejo de Gobierno debería tomar el control y convocar elecciones a mediados del próximo año.

Hay muchas hipótesis a considerar en medio de tanta neblina.

Por: Ludmila Vinogradoff
Politica | Opinión
Corresponsal en Caracas
AFP/AP
VIERNES 24 DE MAYO DE 2012