Escribo este artículo el
día martes 22 de mayo..
El siguiente día, miércoles 23, El Nacional convocó a un foro sobre Deficiencias e Irregularidades del Sistema Electoral, Problemas y Soluciones. Usted está leyendo este artículo hoy jueves 24. Si todo sale como está previsto, el foro se habrá llevado a cabo exitosamente.
Yo esperaría que la edición de hoy abra con un titular que resalte los problemas que existen en el sistema electoral venezolano. No obstante, entre los panelistas no figuró ningún representante electoral de los partidos políticos ni de los candidatos, aun cuando son las personas más conocedoras e interesadas en garantizar la legitimidad de las elecciones, porque se están jugando el poder. Tampoco fue ninguno de los ingenieros del nivel más alto ni los profesores de las universidades más prestigiosas, que fungen como auditores del sistema electoral nacional.
Aventurándome a publicar algunas presunciones, es posible que en el foro se hayan hecho afirmaciones como éstas: que en el Registro Electoral hay miles de ciudadanos con más de una cédula (cierto, pero votan una sola vez); que hay un montón de personas con nombres “imposibles”: Batman, Superman, Barbie, Drácula, Chavista, Jeep, Hitler, Venezuela Socialista (cierto, es culpa de sus padres); que hay viejos con números de cédulas nuevos (cierto); que hay más gente que la que debería haber (falso); que hay muertos que votan (falso y no pueden saberlo porque la información de quienes votan no es pública); que los miembros de mesa no han sido seleccionados al azar, porque en su mayoría son chavistas (falso, son al azar); que hay nuevos centros de votación sin votantes (cierto, todos los nuevos se abren sin votantes mientras los electores son reubicados. Si no pasa, se cierran); que los centros nuevos sólo están en zonas chavistas (cierto, hay un sesgo político en esto)…y así sucesivamente.
La verdad: cada uno de los problemas está estudiado e identificadas las contramedidas para garantizar que la voluntad del elector no sea vulnerada. Muchos de los problemas son escandalosos, como el caso de los dobles cedulados, pero insignificantes electoralmente: primero, porque no pueden votar más de una vez; segundo, porque su número es tan pequeño que carecen de peso electoral.
Hasta diciembre de 2005 todas las elecciones las había ganado el chavismo, pero cuando entramos al CNE en mayo de 2006, lo primero que hicimos fue un inventario de riesgos, sus impactos y contramedidas. Se ampliaron las garantías electorales y los partidos optimizaron y potenciaron sus equipos electorales. Resultado: en las últimas cinco elecciones el Gobierno ha ganado dos, la oposición dos y una fue un empate técnico. Las cargas se han equilibrado. Los problemas que persisten: el CNE no mueve un dedo para sancionar los abusos continuos del Presidente, que viola descaradamente la Constitución y la leyes, y ahora le hace la cama a los delincuentes electorales que tratarán de asustar a la población alegando sin fundamento que el voto no es secreto. Y muchos otros.
Sin embargo, los equipos técnicos y dirigentes políticos que, en permanente dialéctica con la autoridad electoral, han logrado garantías electorales que resguardan escrupulosamente la voluntad del elector, se mantienen más activos y vigilantes que nunca.
Por: VICENTE DÍAZ
POLÍTICA | OPINIÓN
@vicenteDz
EL NACIONAL