La Planta una mudanza en medio
de cohetes y papelillos
■ Lo de La Planta fue más gerencia chavista:
Después de la magistral demostración de gerencia pública realizada por la ministra Iris Varela con el tema del pocillo de loco en que terminó La Planta luego de un poco más de dos semanas de plomo, carreras, colas, muertos, heridos, armas, tiros, peligro, violencia, gritos, lloros, angustia y más, hay un triunfo gerencial a lo chavista. Poco efectivo, pero siempre bien vendido.
Pero tratar de convencer a un extraño y amplio sector del antichavismo de que sí se le puede ganar a Chávez en octubre de este año, no es el objetivo de esta columna. Eso lo dejaremos para cuando la fecha clave esté más cerca, aunque debemos reconocer que si esto sigue así, y las encuestadoras siguen asegurando su futuro patrimonial, seguramente no habrá oposición para ese momento y el 1.500% votará por Chávez. O por su sombra. Es igual.
El asunto es cómo el chavismo convirtió en un estruendoso triunfo una derrota pública y notoria. Al final, para no entrar en el tema central de la política penitenciaria, cosa que pertenece a expertos de verdad, tipo Iris Varela; los únicos beneficiados son los vecinos de la cárcel, quienes ahora contarán con un Hipermercado Éxito o una Cooperativa Negro Primero especializada en aguacates y cambures en lo que antes era una de las puertas más importantes del infierno. Lo demás es basura. Los presos con todo su arsenal y conocimientos seguirán carrera en otros estadios como Yare I y II o La Pica. Cuando, Uribana en Lara reviente también, no tenga la menor duda de que los argumentos serán los mismos: la cuarta, la cuarta, la cuarta.
Esta gente, en su inmensa piratería, no saben diferenciar qué es una solución a cierto plazo de un paño caliente, pero esa tropa ya no hay forma de que pueda aprender algo.
Entre el castrismo que los domina y la piratería, han logrado construir un perfil de país que se siente y se vive todos los días. En materia de sistema penitenciario no hay mayor diferencia con respecto al sistema eléctrico nacional o al sistema judicial. En casi 14 años construyeron esto y no hay forma, pues cada día están más desgastados y millonarios, de que puedan cambiar esto. Al contrario, sus planes apuntan a lo peor.
Pero es innegable que para el chavismo hay una gran oportunidad de hacer buena propaganda con ese caso de La Planta. Y si no la hay, rápidamente la encontrarán. De eso sí saben. Pueden crear la Gran Misión Chacal, presos y dignos, y diseñar, al menos en la pantalla de VTV, la nube maravillosa de lo que será el sistema carcelario venezolano de aquí al 2031; es decir, cuando el clan chavista sea recontrarrico. No falta mucho.
Y, claro, como dice Diosdado, con el jefe siguiendo todo de cerca.
Desde la luna.
Por: ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
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EL UNIVERSAL
miércoles 23 de mayo de 2012