“Estoy harta. Sí. Me provoca gritarlo
a los cuatro vientos…”
Harta de que mi país cada vez esté más dividido por el odio y los resentimientos. Harta de que absolutamente todo se politice. Harta de las rencillas, de los “toma y dame”, de las ofensas.
Harta de que las cosas más anormales sean “normales”. Harta de que el gobierno asegure que todo está marchando “a paso de vencedores”, cuando cada minuto se nos muere un pedazo de patria. Harta de que la violencia sea parte del día a día de la sociedad venezolana. Harta de que los asesinatos diarios pasen por debajo de la mesa, como si nada.
Estoy harta, sí, ¡harta! Harta de que los presos tengan más armas que las policías y de que haya policías que sean más malandros que los malandros. Harta de que los cuerpos de seguridad del Estado sepan quiénes, cómo, cuándo y dónde se planifican secuestros y crímenes y no hagan nada. Harta de que la inseguridad y el miedo sean columna vertebral de las políticas de Estado.
Harta de la hipocresía de los funcionarios públicos. Harta de la corrupción. Harta de quienes pasan por opositores en reuniones con amigos y hacen pingües negocios con el gobierno. Harta de la jaladora de mecate. Harta del poco recato que tienen muchos para arrastrarse públicamente frente a un sociópata delirante. Harta de la falta de valores generalizada.
Harta estoy de ver tantas y tantas peticiones de personas que necesitan remedios y tratamientos. Harta de que ante esto, el presidente de la república se dé el lujo de “montarse en el avión, hacerse el tratamiento en media hora y regresar”.
Estoy harta de la intolerancia, harta del maniqueísmo, harta de la manipulación de las informaciones. Harta de cómo se han acallado los medios de información independientes y de cómo se tergiversa la información en los medios públicos. Harta del revisionismo histórico, del abuso de la figura el Libertador, de cómo se ha pasado coleto con el ideario bolivariano.
Estoy harta de que se usen las esperanzas y carencias del pueblo como instrumentos de proselitismo político. Harta de las mentiras repetidas hasta la saciedad. Harta de las cadenas del Presidente de la República, harta de sus historias interminables, harta de su fariseísmo. Harta de ver cómo los militares han permitido tantos exabruptos, harta de verlos arremeter contra población civil desarmada.
Sí, estoy harta. Harta de ver cómo el sistema educativo va palo abajo. Harta de cómo reparten títulos sin sustento ni preparación. Harta de la indolencia, de la apatía, de la promoción de la holgazanería. Harta de que los empleados públicos tengan que encasquetarse una franela roja para salir a defender o a celebrar un gobierno que no quieren.
Estoy harta de la xenofobia. Harta de cómo se propicia el odio hacia los extranjeros que han ayudado a construir los mejor que tenemos. Harta de cómo se desvaloriza el trabajo y la excelencia. Harta de que se reste en vez de sumar.
Harta de que la desesperación convierta en héroes a quienes solo para salvar su pellejo, dicen cosas en contra del gobierno. Harta de los Aponte Aponte y Velásquez Alvaray y de toda esa fauna de delincuentes. Harta de que los jueces y fiscales sean sigüíes del presidente de la república. Harta de las solidaridades automáticas. Harta de que en aras de la “igualdad” se destroce lo que se ha construido. Harta de ver el estado deplorable de las empresas expropiadas y nacionalizadas.
Estoy harta de las “nulidades consagradas” que destrozan el país. Harta también de las “mediocridades engreídas” que creen que las únicas opiniones verdaderas y válidas son las suyas, de ambos lados de la acera política.
Harta de ser “culpable” de lo que no tengo culpa: de haber nacido en la familia que nací, de haber tenido una buena educación, de ser culta y cortés. “Culpable” hasta de tener la piel blanca. Harta de que en este país de locos se descalifique a priori, se insulte sin razones, se agreda porque sí.
Estoy harta de la mediocridad, de la ineficiencia, de la vulgaridad. Estoy harta de vivir como estoy viviendo, de sentir lo que estoy sintiendo, de recibir lo que estoy recibiendo. ¡Harta!
Carolina Jaimes Branger
Politica | Opinión
@cjaimesb
21 Mayo, 2012