El Cicpc entrevistó a las
víctimas “colaterales”
Denier Escalona se salvó porque en 20 minutos lo trasladaron en un carro de Polinacional a una clínica desde la avenida Lecuna.
Durante el enfrentamiento del jueves en el Centro de Reeducación y Trabajo Artesanal de El Paraíso, conocido como La Planta, por lo menos 3 civiles fueron heridos por proyectiles de fusil AK-103, de uso privativo de los militares.
Hermes Peralta Martínez, Nelson Viloria y Denier Alexis Escalona, de 35, 32 y 23 años de edad respectivamente, fueron alcanzados por proyectiles de este fusil de fabricación rusa, calibre 7.62 mm, con disparos que presumiblemente fueron efectuados desde el sector suroeste de la cárcel hacia el noreste, entre las 8:30 am y las 9:00 am.
Para llegar al sitio donde estaban las víctimas en las adyacencias de Parque Central, las balas de 39 mm de longitud y chaqueta o cobertura de cobre tuvieron que recorrer más de 3 kilómetros sin encontrar obstáculos, a una velocidad promedio de 910 metros por segundo. En todos los casos impactaron con trayectorias descendentes.
Peralta se encuentra desde el jueves en la mañana en el hospital Miguel Pérez Carreño, donde también permanece Gladys Coromoto Rangel, de 47 años de edad, quien tiene una herida en el muslo izquierdo. Viloria está en una habitación del hospital Clínico de la Ciudad Universitaria.
El proyectil de fusil lo alcanzó en el fémur izquierdo.
El oficial de Policaracas Carlos González fue atendido el jueves en la clínica Vista Alegre, pero ayer se conoció que estaba de reposo en su residencia. Olmar Martínez, de 31 años de edad, se recupera satisfactoriamente también en ese centro asistencial, informaron familiares que no quisieron dar mayores detalles.
Funcionarios de la División contra Homicidios del Cicpc han entrevistado a las víctimas o a sus familiares. En algunos casos han recuperado los proyectiles que ocasionaron las heridas.
“Tengo un tiro”:
Dinier Escalona y su compañero de trabajo en la sección de mantenimiento del Metrocable Parque Central, Tayron González, escucharon las detonaciones por el enfrentamiento en La Planta, pero nunca pensaron que los tiros podían llegar hasta el lugar donde trabajan. Ambos se dedican al cuido de los funiculares.
El jueves, antes de las 9:00 am, estaban en la parte inferior de la estación. González todavía no entiende por qué Escalona decidió subir. El hombre fue herido por el proyectil en el intercostal derecho, cerca de la tetilla. Ya adentro, la bala perforó el hígado y el páncreas, informó su papá Antony Cruz.
Escalona no podía hablar, pero tuvo fuerzas suficientes para bajar al lugar donde estaba González. “Tengo un tiro”, dijo antes de caer.
González y otros empleados trataron de levantarlo. El amigo recordó que el herido estaba como ahogado, pero cuando lo tomaron por los brazos gritó: “¡Me duele mucho!”. Entonces decidieron dejarlo como estaba hasta que llegara la ambulancia. “Tenía apenas un punto de sangre. La hemorragia iba por dentro”, dijo González.
A través de uniformados de la Guardia Patrimonial llamaron a una ambulancia privada, pero la empresa se negó a prestar el servicio pues se trataba de una herida por arma de fuego.
“Luego llamamos a agentes de Polinacional, que lo montaron en una patrulla. Pusimos la sirena y eso permitió llegar rápido a pesar del tráfico. En 20 minutos estábamos en la clínica”, señaló González.
A Escalona le quitaron la sonda ayer. No puede hablar, pero se comunica mediante señas e indica que está bien.
El hombre vive en la población de Cúa, estado Miranda.
Para llegar a su trabajo, en Parque Central, sale todos los días a las 4:30 am.
Por: JAVIER IGNACIO MAYORCA
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EL NACIONAL
SÁBADO 19 DE MAYO DE 2012
Esta versión si es correcta. La que circula sobre la herida en la patorrilla es incorrecta.