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ELIDES J. ROJAS: De lo absurdo a lo estúpido



“El mensaje subliminal…”

 

Para el chavismo es normal un crucigrama golpista o un sistema de espionaje por televisión.

Esta revolución ha resultado, además de embustera, manipuladora y corrupta, un generador de cursilerías y cosas absurdas inimitable. Si no es el propio Chávez es alguno de los próceres. Hay talento suficiente para mantener un alto promedio mensual de ridiculeces que, por decir lo menos, ubican al chavismo dentro de los linderos de la idiotez.

En casi 14 años que tiene micomandantepresidente en el poder, dinamitando todo lo que medio funcionaba, se puede armar una buena muestra de estupideces revolucionarias con suficiente fuerza para dejar el registro histórico de lo que es capaz de hacer un clan cívico-militar para engañar a un pueblo. O divertirlo. Todo depende de cómo se asuma ideológicamente la afirmación del académico chavista de turno. Veamos unas pocas.

El mensaje subliminal en portadas deportivas de El Universal es una de esas genialidades del chavismo. Una de sus máximas figuras en eso de pensar, señaló que cuando un título decía Rojos en barrena, por ejemplo, no se refería al F.C. Caracas. En realidad era un mensaje subliminal para atacar al gobierno y desestabilizador por el mensaje. Esa estupidez llegó a la fiscalía. Eso explica cómo de cada 100 criminales apenas dos llegan a juicio, si acaso. Una fiscalía que ya se sabe en qué anda desde hace tiempo, según Aponte Aponte y Velásquez Alvaray.

Pedro Carreño también tuvo un día de máxima inspiración. Una mañana en que amaneció con la brillantez desatada, disparó esta teoría: un sistema de televisión satelital como DirecTV puede ser usado por la oposición, la CIA y el FBI y hasta el Pentágono. Según Carreño, talento nacional perdido en minucias políticas, se trata de una comunicación bidireccional que permite que otras personas ubicadas en sitios estratégicos oigan y vean lo que hace la gente frente al televisor y en toda la casa. Lo dijo y nunca sonrió. Nunca le tembló una mano.

Hace poco, y como parte de la novela del tumor, el mismísimo Chávez soltó esta maravilla: el imperio inventó un aparato que dispara cáncer en forma de veneno y lo inocula en sus objetivos. Los gringos están inyectando cáncer a todos los líderes de las revoluciones latinoamericanas. Obama todavía se está riendo de tamaña sacudida de neuronas.

El crucigrama identificado como golpista por los dos personajes estrellas de la revolución televisada es la más reciente creación. Claves para un atentado a través de las horizontales y verticales. Averiguación abierta, visita domiciliaria al medio que publicó, interrogatorio al autor de la pieza. Todo a la perfección, como un buen chavista sabe hacerlo.

Mientras tanto, atracos y robos de verdad adornan la obra de micomandantepresidente. El eterno.


Por: ELIDES J. ROJAS L.
erojas@eluniversal.com
@ejrl
EL UNIVERSAL
miércoles 16 de mayo de 2012