¡Hasta cuándo!
■ En estos casi catorce años de tormento “revolucionario” hemos sobrestimado al adversario y subestimado al venezolano común.
Hoy estoy convencido que los que gobiernan, más que una ideología, es una banda con un único propósito: llenarse los bolsillos y saciar así sus resentimientos. Sinceramente es lo que siento. Creo que es demasiada consideración con ellos atribuirles una ideología. La mayoría son simples matones de cuartel camuflados con la máscara de socialistas. Son una amalgama de lo peor de nuestra sociedad y la historia lo develará para el estupor nuestro.
Esto tiene que acabarse, y será probablemente cuando salga a flote lo que falta. Y vendrá una etapa de depuración. Todo servirá para que nos limpiemos, así como cuando se desbrozan los granos, los venezolanos tendremos oportunidad de conocer bien esa calaña de gente y apartarlos de la conducción de los asuntos políticos. Parece una ley natural.
Las bases del chavismo se encuentran en la mentira y la manipulación. Juegan diabólicamente con los más bajos sentimientos del ser humano. Lo que hacen con la enfermedad presidencial es una minúscula porción de todos los embustes que día a día se excretan desde Miraflores.
El presidente engaña al pueblo, de la misma manera como lo hizo en la carrera militar con sus superiores. Es un empedernido mentiroso. Lamentablemente a menudo la vida presenta a los pueblos este tipo de calamidades para el escarmiento. Desde luego se paga un precio muy caro.
Un alumno, preocupado por la situación del país hace algún tiempo me preguntó: ¿profesor qué cree usted va a pasar en Venezuela? Sin vacilar le respondí con una interrogante: ¿si usted estuviera en un banco, o en su casa tranquilo, y de repente entran unos ladrones con armas largas y caras tapadas, puede saber cuál será el desenlace? En ese estado de conmoción vivimos los venezolanos: nada podemos predecir, y tenemos a los asaltantes adentro.
La justicia en Venezuela hoy es una entelequia al servicio de un hombre que inescrupulosamente la maneja para sus fines perversos. El más alto Tribunal de justicia, con muy contadas excepciones, está integrado por jueces de la estatura de Luis Velásquez Alvaray o de Eladio Aponte Aponte. Para nada representan su alta investidura. Se entregaron con inusitada facilidad venal para complacer a un caudillo que los utiliza hasta el día que le conviene.
Guerra de pranes:
Lo que se vive en el seno del Gobierno es exactamente lo que pasa en una banda de criminales cuando empiezan a disputarse el control. Desde el mismo momento en que se corrió el rumor de la gravedad del jefe, la organización comenzó a tambalearse y comenzaron a acentuarse las guerras internas: acusaciones, sapeos, trampas, expulsiones, pactos, etc. Entre ellos mismos no se tienen confianza, porque saben de su formación y ancestro y también les consta de lo que son capaces.
Ayer, viendo un video donde aparece un interno de La Planta haciéndole peticiones a la ministra Varela (http://bit.ly/KTX11R), y al compararlo con las declaraciones de los exmagistrados Aponte Aponte o Velásquez Alvaray, corroboré que no hay diferencias en la forma de ellos expresarse. Sí podemos notar que las peticiones o acusaciones tienen distintos motivos: las del preso son sinceras, pero la de los ex jueces son producto del resentimiento y el dolor que le causó el desprecio del pran mayor.
¿Antídoto electoral? Tú y 2 más:
Mientras esa descomposición está a la vista de todos, desde este lado hemos decidido transitar un camino con las esperanzas puestas en el 7 de octubre. Preocupaciones abundantes, pero es la vía que conocemos los demócratas.
El sábado estuvimos en la juramentación del Comando Voluntarios con Capriles “Tú y dos más”. El periodista Kiko Bautista, quien coordina esa plataforma electoral, pronunció un discurso que debería ser escuchado por todo el país. Dibujó con claridad meridiana el panorama nacional. Con el histrionismo que lo caracteriza ejemplificaba las consideraciones de por qué Chávez perderá las elecciones. 45 minutos fueron suficientes para que Kiko explicara con lujos y detalles qué es lo que está pasando en el país: Chávez y su equipo viven y se mantienen de la mentira y de la manipulación. Se preguntaba cómo era eso de que cuando Chávez salía de Venezuela subía en las encuestas; que cuando ocurría un hecho lamentable también subía; que cuando se iba la luz y ocurrían muertes por la inseguridad su popularidad se disparaba.
Dijo muy acertadamente que todo era producto de la mentira. Que a Chávez no se le ganará con recursos y propaganda, porque él tiene más que nosotros. A Chávez le ganaremos buscando a la gente personalmente, por eso el lema “Tú y dos más” los que votamos en las primarias y dos que no votaron, con eso será suficiente para ganar el 7 de octubre.
Matemáticamente gana Capriles:
El ¡Hasta cuándo! de la semana pasada generó muchas reacciones, diversos comentarios me hicieron llegar vía Twitter y a través de mi cuenta de correo electrónico; de todos ellos me pareció muy interesante la carta que me envió un profesor amigo de la Facultad de ingeniería de la Universidad de Carabobo, en la que me explica de manera numérica los posibles resultados de las elecciones presidenciales.
He aquí fragmentos de la carta: “Hola Pablo, un cordial saludo. Te escribo para manifestarte que como seguidor de tu columna “ Hasta cuándo “ me llamó la atención las expresiones que haces en la de hoy 7 de mayo y que menciono: “Reconozco sin apasionamiento que Chávez tiene posibilidad de triunfar” “El es el único (refiriéndote a Chávez) que representa una opción de triunfo frente a la oposición “ “ Chávez pudiera ganar hasta postrado en una cama”
Quiero al respecto decirte que como matemático me he dedicado a estudiar los resultados electorales de los procesos mas recientes y al respecto concluyo: se cerró el registro electoral para las elecciones del 7-O con un total de 18.950.000 electores. En los últimos 50 años (desde Rómulo para acá) se ha dado una participación que oscila entre el 60 y 65% de los electores inscritos, por lo que asumiendo que en esta oportunidad la participación llegará al 70 % concluyo que se contarán aproximadamente 13.200.000 votos, y como quiera que se gana con la mitad mas uno, se necesitan 6.600.000 para triunfar.
Si la cifra que nos proporcionó la MUD (y verificadas por el CNE) son ciertas, partimos de 3.000.000 de votos duros, lo que significa que nuestro objetivo está en conquistar 3.600.000 votos de un total de los 10.200.000 que restan, lo que numéricamente es una tarea muy probable de lograr habida cuenta de que ya en el 2010 en unas elecciones parlamentarias la oposición obtuvo 5.400.000 votos en un universo electoral mas pequeño.
Claro está, este es un análisis muy pragmático (como los que hacemos los ingenieros, sin considerar la convulsión política que vivimos) pero la gestión de este gobierno es MALIÍSIMA, basta con vivir la inseguridad reinante, los apagones, falta de agua y un largo etc que tu bien conoces por lo que pienso que la mayoría de los venezolanos no somos masoquistas…”
Por: Pablo Aure
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