Cuerpos de Seguridad buscan hasta
“debajo de las piedras” a Gina

■ La enfermedad de mi esposo nos dejó en la ruina: “No tenemos dinero para pagar rescate”.

■ La bella comerciante Gina Bortolotti, fue secuestrada el pasado miércoles en el sector Belloso, de Maracaibo.

■ Fueron cuatro los hombres armados con fusiles y pistolas automáticas los que secuestraron a, Gina Bortolotti (33).

■ Los investigadores presumen que sean delincuentes de hampa común. No descartan que a la víctima esté cautiva en la frontera. Ya recuperaron la camioneta en la que la raptaron.

■ Comisiones de la Brigada contra Extorsión y Secuestro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de la delegación Zulia realizaron un allanamiento en un sector de la región en búsqueda de la comerciante Gina Bortolotti, pero sin resultados positivos.

El allanamiento se produjo anoche en una zona de granjas ubicada en el municipio Jesús Enrique Losada. El comisario Luís Carias, supervisor de subdelegaciones del CICPC en esa región no quiso ahondar en el asunto pero aseguró que estuvieron cerca de rescatar a la hermosa mujer de 33 años quien cayó en manos de un grupo armado el pasado 9 de mayo en su casa del sector Belloso de Maracaibo.

El supervisor de subdelegaciones del Cicpc-Zulia, comisario Luis Carías, informó que “la mañana de hoy se realizó un allanamiento en un sector del estado, cuya dirección no mencionaré por medidas de seguridad, donde presumimos que mantenían cautiva a la comerciante, aunque lamentablemente no la conseguimos”.

El jefe policial señaló que en el lugar habían bastantes indicios que alertaban de que Bortolotti estuvo allí cautiva y que al parecer fue movida por sus secuestradores ante la sospecha de la presencia policial.

Carías señaló que las investigaciones por el caso continúan y no descansarán hasta que la mujer recupere su libertad.
Gina Bortolotti, de 33 años, fue secuestrada el pasado miércoles en horas de la tarde por un grupo armado frente al local de su padre, Autorepuestos Bonino, situado en el sector Belloso.

Junto con ella ya son dos las mujeres que aún siguen en cautiverio en el Zulia. La otra víctima es la médico pedíatra María Burgol, de 45 años, quien fue secuestrada hace cuatro semanas junto con su padre Habib Burgol (ya liberado), a pocos metros de su mueblería, ubicada en la avenida La Limpia.

Siguen en la búsqueda:

Familiares de Gina Bortolotti, la comerciante secuestrada el pasado miércoles en el sector Belloso, de Maracaibo, están preocupados por su bienestar. Al mismo tiempo, autoridades trabajan para identificar a los hombres que se la llevaron.

Funcionarios, tanto del Grupo Antiextorsión y Secuestro de la Guardia Nacional Bolivariana, la Oficina de Atención a la Víctima de Extorsión y Secuestro del Cpez, y del Cicpc, están tras la pista de los secuestradores involucrados en su privación ilegítima de libertad.

“Los parientes están muy tristes, no saben qué hacer. Ellos reiteran que no tienen los recursos económicos para pagar una liberación. Insisten en que por favor la dejen libre lo más pronto posible. En su casa la necesitan mucho”, dijo un allegado a la familia Bortolotti.

Ayer, Día de las Madres, la víctima la pasó alejada de sus dos hijos adolescentes, de 12 y 14 años.

Gina Tortolotti es la décima víctima del secuestro en el Zulia. Es de origen italiano y su padre tiene un a vebta de repuestos. Sin embargo, aseguran no tener una fortuna, como piensan los captores.

La comerciante fue sacada del negocio, ubicado en la avenida 12 con calle 86, del referido sector.

Según declaraciones de la progenitora, Silvana de Bortolotti, los secuestradores eran morenos y altos. La mujer forcejeó con ellos para que no se la llevaran.

Todavía están en cautiverio seis personas: Adriana Ortigoza; María Burgol, los hermanos Ibraniel e Ibrahim Rodríguez, Ramón Vargas. En los últimos siete años, el Zulia ha registrado un total de 416 secuestros, según estadísticas oficiales de los cuerpos de seguridad.

Dinero para el rescate:

Silvia de Bartolotti, madre de Gina Silvana Bortolotti (36) secuestrada el pasado miércoles, declaró: “No tenemos dinero para pagar por la liberación de mi hija. Hace tres años mi esposo, Nino, sufrió un accidente cerebrovascular y permaneció hospitalizado mucho tiempo. El seguro nos comió todo los recursos”. 

Aún nerviosa, la mujer les suplicó a los secuestradores que cuidaran a su hija y se la protegieran. Es una mujer valiente y fuerte, pero “sufre de ataques de asma, cae en estado de ansiedad y de nerviosismo”.

En una mezcla de rabia e impotencia, Bartolotti se preguntaga por qué los atacaron a ellos. “Si hubiesen revisado primero nuestras cuentas bancarias sabrían que tenemos una situación bastante crítica. Vivimos en una debacle y el negocio se ha venido abajo”.

La señora pasó toda la noche en vela, en espera de la llamada de los raptores, a quien les envió un mensaje: “Los bendigo en el nombre de Jesús y les pido que por favor suelten a mi hija. No vayan a lastimar a mi bebé, se los ruego. Y a mi hija le digo: ‘Tranquila que Dios no te va a abandonar, vas a salir bien de todo esto, solo tienes que ser fuerte y todo va a estar bien”. 

Investigación

La Trail Blazer verde, placa DCE08Z, en la que el pasado miércoles en la noche plagiaron a Gina Silvana Bortolotti (36) es robada. En el registro de la Policía científica de la localidad carabobeña aparece solicitada desde marzo pasado. 

Funcionarios adscritos a la Brigada Antiextorsión y secuestro del cuerpo detectivesco hallaron la camioneta en la calle 87 del sector Veritas, entre avenidas 4 (Bella Vista) y 8 (Santa Rita) el día del hecho, a las 10.30 de la noche,  informó ayer Jesús Carías, supervisor de regiones. Ahí hicieron trasbordo con la víctima. 

En la unidad no hallaron evidencias visibles que identifiquen a los hampones. Sin embargo, le practicarán pruebas de luminol y toxicología. 

Cuatro testigos declararon ayer en la institución. Sus versiones concuerdan: eran cuatro los hombres que interceptaron a la comerciante de origen italiano frente al negocio familiar: Venta de Repuestos Bonnino, en Belloso. 

Estaban vestidos con franelas negras, pantalones de camuflaje y uno de ellos tenía la cara cubierta con un pasamontañas. 

Hampa común

Los presuntos secuestradores estuvieron estacionados, al menos hora y media, frente a una franquicia de pastelitos diagonal al comercio de los Bortolotti. Esperaban que su presa llegara. 

“Presumimos que los captores pertenezcan a una banda de hampa común, porque un experto no permanece tanto tiempo en la escena del hecho para no despertar sospechas. Puede que hayan escogido la vestimenta y las armas largas para que creyeran que pertenecían a grupos subversivos”. 

Gina Silvana Bortolotti. 36. Es divorciada. Tiene dos hijos. Estudió Nutrición y Dietética, pero tuvo que abandonar la carrera por la enfermedad de su padre.

Por: José Manuel Luengo
Sucesos | secuestros
Judicial | Opinión
MARTES 15 DE MAYO DE 2012