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RAMÓN HERNÁNDEZ: Reo demasiado



El Tejado Roto

 

Un preso se fugó y el jefe de la Policía de Baruta permanece detenido.

Miles de reclusos se han fugado en Venezuela y nunca había ocurrido nada similar.

Se han escapado patriotas insignes y vulgares robagallinas, pero jamás ha ido a parar a un calabozo maloliente el jefe de la policía, y no porque haya participado o ayudado en la fuga, sino porque se le considera el responsable por el cargo que ocupa. Si se aplicara con justeza esa ecuación simple, esa regla de tres elemental, la sala de reuniones Néstor Kirchner, en Miraflores, permanecería vacía.

No sólo el ministro encargado de las prisiones estaría encerrado, sino también el de Salud por las muertes en los hospitales, el de Comunicaciones por los accidentes de tránsito, el de Electricidad por los apagones que han costado tantas vidas, el de Petróleo por los derrames criminales, y así hasta llegar hasta al de propaganda que también tiene su trompo enrollado. No imaginemos siquiera quiénes estarían cumpliendo largas condenas si se hubieran tomado medidas judiciales contra las “autoridades” que no actuaron a tiempo o lo hicieron con impericia, desdén y hasta sevicia durante y después del deslave de Vargas, por no ir más atrás y no recordar los muertos del 4 de febrero y al jefe de la PM que incitaba a saquear el 27 de febrero de 1989.

En los regímenes leninistasestalinistas el principal oficio de la nomenklatura, de la camarilla atrincherada en el poder, es mantener callado y encerrado al prójimo con la falsa primicia de que nada debe perturbar el glorioso tránsito de la humanidad al socialismo. Pobre chorlito. Una propuesta de ingeniería social que emplea la mentira, la persecución, los campos de concentración, los asesinatos en masas, las hambrunas y demás formas genocidas para hacerse del poder y no perderlo obviamente que para ocultar su fracaso echará mano a cualquiera de esas opciones, y también si sospechara que peligra su propio bienestar, que es mucho más que el bono de alimentación y el pasaje para hacer turismo popular en Cuba.

Mientras, utilizan la cárcel para amedrentar y mandar mensajes intimidatorios con el fin último de que las gallinas no empiecen a cantar como gallos, que es la primera señal de que el fin se acerca. Es una ley casi natural que la represión se incrementa cuando los regímenes transitan sus últimos días, y no hay excepciones que ratifiquen la regla.

Los venezolanos, amantes de la libertad por encima de cualquier otro peligro, siempre han considerado que la primera obligación de un preso es fugarse y, no importa cuántas veces fracase, debe intentarlo hasta sentir en su rostro la fresca brisa de la libertad. Vendo plano de cárcel en construcción y llave maestra para todo uso.


Por: RAMÓN HERNÁNDEZ
@ramonhernandezg
Política | Opinión
EL NACIONAL