“A las progenitoras abandonadas…”
A todas las madres dedico este articulo porque el 13 DE MAYO se celebra el Día de la Madre y porque ellas merecen todo el amor, respeto y consideración del mundo: “Madre solo hay una, pero cada uno tiene la suya, aunque sea en el recuerdo o en el corazón”, de ahí la importancia de mimarla, alagarla, obsequiarla, respetarla, amarla, en las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad y decirle todos los días cuanto la queremos, pero ese amor debe ser incondicional, absoluto e ilimitado.
Pero, ¿Qué es el amor incondicional? Precisamente lo que la expresión implica: amar a una persona sin condiciones previas, amarla por lo que es y no por lo que hace o por lo que tiene. Desgraciadamente, muchos hijos aman a su madre si les da dinero, si arregla su cuarto, si los deja ver televisión, si les permite que regrese a casa a las doce de la noche, o si les alcahuetea cuanta cosa se les antoja y que han seguido el modelo del padre. Es decir, amor condicionado, o sea que el amor está ligado a la conducta, y si la conducta no es lo que ellos quieren, no hay amor y hay que huir.
Querer de esa manera es como decirle a alguien le doy 1000 bs pero si usted me regala 1.000.000. Las madres somos el mejor ejemplo de entrega, entereza y perseverancia. Nuestros hijos representan el esfuerzo de toda una vida y son motivo de momentos de orgullo que perdurarán siempre en el corazón.
Por eso todos los días hay que bendecir a todas las mamás, porque no solo el día de las madres es el único día para hacerlo, pero sobre todo resaltarles su importante rol en la familia y en la sociedad. Aquí comparto con ustedes algunas razones para querer a mamá.
Cuando viniste al mundo, te sostuvo en sus brazos, y tú se lo agradeciste gritando. Cuando tenías un 1 año, ella te alimentaba, te arrullaba, te cambiaba y bañaba, se lo agradeciste llorando toda la noche. Cuando tenías 2 años, ella te enseñó a caminar, y tú se lo agradeciste huyendo de ella cuando te llamaba. Cuando tenías 3 años, ella te hacía las comidas con amor, y se lo agradeciste tirando el plato al piso. Cuando tenías 4 años, ella te dio lápices de colores y se lo agradeciste pintando todas las paredes de la casa. Cuando tenías 5 años, te vistió para las ocasiones especiales del colegio y se lo agradeciste embarrialándote. Cuando tenías 6 años, te llevaba a la escuela y se lo agradeciste gritándole no voy a ir. Cuando tenía 7 años, te regaló una pelota y se lo agradeciste quebrando la ventana de tu cuarto…..Cuando tenías 16, ella lloró de felicidad en tu graduación de bachiller y se lo agradeciste yéndote de fiesta hasta el amanecer con tus amigos.
Cuando ingresaste a la educación superior, te pagó todas las cuotas de la universidad para que te graduaras, y se lo agradeciste diciéndole a todo el mundo que tú te pagaste solito tus estudios con tu trabajo, para que no te avergonzara ante tus amigos. Cuando tenías 20 años, te preguntó si estabas saliendo con alguien, y se lo agradeciste diciéndole: “A ti no te importa y te casaste sin decirle nada”……Cuando tenías 22, ya estabas divorciado de tu esposa, te casaste con otra y tampoco la invitaste y al no ir bien esa relación te preguntó tus planes, y se lo agradeciste diciéndole “ese es mi problema”.
Cuando nació tu primer hijo, ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé y tú se lo agradeciste diciéndole que las cosas son ahora diferentes. Pero, un día ella se enfermó y necesitó que la atendieras, ¿se lo agradeciste pensando sobre la carga que representan los padres hacia los hijos…? sobre la carga que representan los padres hacia los hijos…? Huiste y no la volviste a ver.
De repente, algún día…, ella silenciosamente morirá… Y todas las cosas que nunca hiciste caerán como un trueno. Por ello amigos y amigas que le leen, saquemos un momento para rendir honor y tributo a la persona que llamamos mamá pero mientras viva, no con lágrimas y flores porque no hay sustituto para ella.
Alégrale cada momento, aunque a veces no parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero aún así es una madre. Ella estará allí para ayudarte con los dolores, las penas, las frustraciones y hasta en lo económico.
Por eso hoy pregúntate si has limitado el tiempo para ella, para escuchar sus quejas, sus regaños, sus consejos, sobre el trabajo en la cocina, su cansancio, sus achaques, su enfermedad…tu abandono, porque una vez que se vaya de este mundo, solamente los recuerdos cariñosos y los lamentos te quedarán. Feliz día a todas las madres valientes y valerosas de nuestro país que han sacado adelante a sus hijos e hijas solas con su trabajo, porque les ha tocado ser padre y madre a la vez al ser abandonadas por sus legítimos cónyuges sin ni siquiera decir UN ADIOS.
Por: Zenair Brito Caballero
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