“Una intensa plomazón como
para no coger balcón..”
Los vecinos de la penitenciaría “La Planta” se quedaron con la boca abierta cuando la ministro “Fosforito” se dirigió al país diciendo que los privados de libertad saldrían por su voluntad; que no se había fugado nadie, que no habían muertos, que estaban en una mesa de dialogo, etc., etc., como en “el país de las maravillas de Alicia” se sentía la gente, soñando frente al espejo con conejos gigantes, reinas, payasos y toda suerte de muñecos raros, que solo caben en la mente de los escritores gringos, porque a un cristiano de este lado del mundo, no se le ocurriría semejante cosa, a menos que fuera Iris Varela.
Una abuelita que vive con su hija en un quinto piso donde se escondieron los reporteros de Globovisión – que huían del acoso aquel primer día-, decía que la pared de su casa tenía un balazo incrustado en su sala y que por poco lo cuenta, entonces no entendía cómo la ministra “Fosforito” insistía en su cuento de “sin novedad en el frente”, mientras las mujeres madres y familiares de los hombres presos comenzaban a construir una especie de campamento Gaddaffiano alrededor del establecimiento, pidiendo información sobre sus allegados y denunciando que no podían entregarles abastecimiento, después de la intensa plomazón que se había dado como si estuvieran en una calle de Afganistán.
Entonces, como la mentira no se puede esconder mucho tiempo, igual que la mujer preñada que esconde la barriga, el martes siguiente reventó otro conflicto -de plomo parejo- toda la mañana, que colapsó avenidas y autopistas; la vida de vecinos en varios kilómetros a la redonda quedó trastornada e incluso un muerto, que esta vez si sufrió un balazo mientras trabajaba en su computadora y varios heridos que recibieron el impacto de grueso calibre, en el mercado de quinta crespo, en la esquina de Piedras, en el edificio donde vive en Santa Teresa o en la oficina donde labora por Candelaria.
La ministro volvió a salir ante los medios y dijo que era un grupito de presos que habían mantenido aquel espectáculo, que todo estaba bajo control y que agradecía a los medios no levantar tanta polvareda que complicara las cosas. Lo cierto es, que los rojos no aprobaron la salida inmediata de una comisión de la Asamblea Nacional para que inspeccionara la situación y de alguna manera se abriera otra puerta con los privados de libertad, que están sometidos a la política clásica de falta de luz; agua, comida y la incomunicación; cosa de torcerles el brazo y mandarlos a otros centros llenos de gente, donde tienen que caerse a cuchillo para defender su vida…
Este cuento no ha terminado y no es de extrañar que en cualquier momento se prenda nuevamente una situación de guerra. Mientras tanto los vecinos han implementado su plan B. Algunos se han marchado donde familiares, otros viven con medidas especiales y atentos a cualquier intercambio de disparos, para lanzarse al piso, cosa que los más chiquitos hacen automáticamente; la mayoría se apertrechó de víveres, líquidos, pilas y hasta golosinas por si tienen la oportunidad de ver en primera fila una tragedia nacional como en el cine, a riesgo de perder la vida, mientras la “Fosforito” sigue viviendo una extraña aventura con sapos de tres metros y conejos multicolores, sin atinar una política carcelaria acorde a las necesidades, con políticas inteligentes del Siglo XXI.
USTED EN ESTE RELATO TIENE LA RAZON ESTO NO SE PUEDE VER COMO UN CUENTO DE HADAS , ES LO QUE LAMENTABLEMENTE ESTA PASANDO DESDE HACE TIEMPO CON LAS PERSONAS PRIVADAS DE LIBERTAD Y NI QUE PONGAN A LA MINISTRA POR DUPLICADO NO SE DA ABASTO PARA SOLUCIONAR TODOS LOS PROBLEMAS QUE HAY ADENTRO NI FUERA DE LA PLANTA………TIENEN QUE TENER UN PLAN DE CONTINGENCIA PARA DARLES A ELLOS UNA MEJOR ESTADIA EN ESOS RECINTOS Y QUE SALGAN BIEN EDUCADOS PARA INCLUIRSE EN LA SOCIEDAD.