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NELSON BOCARANDA SARDI: Runrunes (martes 8 de mayo de 2012)




Alto


EL IMPACIENTE. Todo lo que pasa en La Habana se sabe siempre a través de las vías más extrañas. Estoy en Oslo invitado al Freedom Forum 2012 donde coinciden diversos personajes del mundo involucrados en la defensa de la democracia, los derechos humanos, las redes sociales y la libertad de prensa. Conversando con un activista cubano, que vive aquí pero está en contacto con sus paisanos en la isla, supe algunas de las últimas acciones del Presidente mientras se dedica en Cuba a que lo curen de su cáncer. A pesar de sacar el Cristo cada vez que puede pidiéndole un milagro, no cesa de buscar otras alternativas religiosas. Ya antes en su casa de El Laguito, se han realizado sacrificios con gallos y corderos con ritos de Santería con babalaos y paleros. La semana pasada quienes son llamados Adalberto “El Tata” y Amarito “El Babalao” lo cubrieron con sus ceremonias asegurándole que “de esto sale bien parao”. Énfasis puesto en “Ogún dueño del trabajo y del quirófano médico” y “la Mano de Orula”. En cuanto a mis fuentes originales, reiteran que no se le está aplicando ni radio ni quimioterapia, aunque algunos galenos insisten en darle algo más de ésta última pero aún no hay decisión. El énfasis se está poniendo en tratarle el ánimo y ayudarlo a que no sufra dolor óseo. En días -u horas- grabará un video para mostrarse “saludable y mandando como si estuviese en Caracas”. Ayer hubo otro cónclave. Días cada vez más difíciles para el paciente y el “proceso”…

Medio


¿EL CONSEJO? Tras el nombramiento de los 5 miembros principales dependientes de la Presidencia, se pusieron en marcha toda clase de rumores, murmullos y reacciones no solo en el estamento militar comprometido con “el proceso”, sino en los sectores civiles tanto radicales como moderados. Ya vimos dos colectivos, nada pacíficos, solicitar que Diosdado fuera el abanderado si el Caudillo se retira. Un pequeño grupo de los rojos más cercanos al “único líder”, indican que esos nombramientos de Rangel, Chaderton, Britto y Mundaraín fueron sugeridos por José Vicente y temen que se vaya a desarticular el proceso y su compenetración cívico-militar. En cuanto al almirante Carlos Giacopini Martínez, algunos lo tildan de “duro”- “militarista” como su padre, quien fue hasta ministro pérezjimenista- nada amigo de Diosdado Cabello ni de su grupo-, mientras que otros lo ven como “estratega especialista en control de daños y hasta negociador”. Respecto a este militar reproduzco parte del informe del analista Gabriel Reyes, publicado en www.runrun.es el 2 de mayo, pues ayuda a entender el cruce del Rubicón que nos espera: “Este quinteto es completado por el Almirante Carlos Giacopini Martínez, militar graduado en Italia, de dilatada carrera en la Armada, de incuestionable valor estratégico y amplio ascendente en el sector militar. Tal vez, la única persona que pueda anular cualquier liderazgo carismático inconveniente entre los oficiales superiores y con suficiente autoridad para evitar que la anomia militar degrade en niveles que permitan la generación de ingobernabilidad como elemento disuasivo. Por esto no aparece ningún oficial de perfil elevado en la convocatoria. Es la hora del perfil bajo, y de anular el efecto perverso de los intereses oportunistas”. Bastante se habla del malestar de otros militares como el general Clíver Alcalá Cordones quien supuestamente, al ver al Caudillo enfermo, estaría dispuesto a desobedecer la Constitución con tal de “mantener vivo el proceso chavista-bolivariano-cívico-militar”. Recordemos que aquí escribí sobre el rechazo a su planteamiento en aquella reunión de militares cubanos y venezolanos con Chávez y Raúl Castro. Luego la insistencia por parte de Lula, Dilma y la Kirchner en alertar ante una temeridad como esa, reiterando que ningún otro país aceptaría una patada a la lámpara democrática. Al tiempo que escribo, dentro del estamento militar hay consultas y comentarios. Por ello las recientes declaraciones del ministro de la Defensa, Rangel Silva, volviendo a colocar el sentimiento chavista por encima de la institucionalidad, al tiempo que acusa, junto a Jaua, Jorgito y otros personajes rojitos, a los demócratas de estar preparando escaramuzas golpistas. ¿Y qué de las asesorías de Nicaragua para la provocación de la ingobernabilidad autoinducida? ¿Y las declaraciones de dos militares retirados que fueron parte de las conspiraciones de 1992 y que están gobernando, como Wilmar Castro y William Fariñas? Juegan con desatar tempestades. Cuelo un párrafo de la columna dominical de Carlos Blanco, al considerarlo harto oportuno: “Es tiempo de hablar. Ni el Gobierno va a poder tener todo lo que quiere ni la oposición tampoco, pero hay que hablar antes de que sea tarde. Hoy no hay demasiado tiempo”.

Bajo


EXPRÉS. El fin de semana que sirvió de puente para el 1° de mayo, los secuestros en el Área Metropolitana pasaron del centenar. Solo entre lunes y martes supimos de sesenta. Tuve contacto con un amigo a quien le secuestraron un hijo, entre las 10:00 p.m. en El Cafetal y las 5:00 a.m., que soltaron tras pagar rescate. De entrada le pidieron 600 millones. Negociaciones, búsqueda peligrosa de dinero y objetos de valor en esa madrugada hasta reunir una cantidad que aceptaron apresurados por la claridad que avanzaba con el amanecer, ante “no tener dónde esconderlo hasta el otro día”. Viendo la impotencia de los padres al no tener esa suma se transaron en una décima parte entre lágrimas y gritos. Los secuestradores usaban armas de alta potencia, dos camionetas 4×4. Eran 5 policías de negro con sus chapas que blandían impunemente. Cuando lo interceptaron, le dispararon al aire y luego lo golpearon “por no detenerse ante la autoridad policial”. Usaron un radio policial para dirigir las operaciones que realizaban al mismo tiempo. El domingo escribió el jurista Juan Martín Echeverría estas líneas que ilustran lo que mencionamos: “El Estado ha ido entregando soberanía en porciones significativas de la Gran Caracas, también autoridad, pero a costa de quienes pagan impuestos, trabajan, contribuyen a levantar una familia y son factores fundamentales para nuestro crecimiento y consolidación como nación. Lo repetiremos hasta el cansancio; los secuestradores tienen derechos humanos, los homicidas y por supuesto los invasores, sin embargo no pueden dejarse a un lado el derecho de propiedad, el derecho a la vida, el derecho al debido proceso y el conjunto de garantías que conforman la estructura esencial de la Constitución de 1999”. Así estamos.


Runrunes
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NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
elchacaldelainformacion@gmail.com
martes 8 de mayo de 2012