Los expertos del Cicpc ya tienen el
retrato hablado de la sospechosa
Denunciaron en la Sub delegación de Maracay que del área de Pediatría del Hospital Central, a eso de las 7:00 de la noche del domingo raptaron a un niño recién nacido que lleva por nombre Pablo Eduardo Medina Rojas, y hasta el momento se desconoce suparadero, refirió ante los medios de comunicación social Eduardo Medina, padre de la criatura.
En medio de su desespero, Medina, acompañado de su pareja Sandra Carolina Rojas Valero, de 18 años de edad, quien se acercó al laboratorio del Cicpc en silla de ruedas, manifestó que la implicada en el hecho es una mujer que presuntamente se identificó como Carolina Suárez, cédula de identidad Nº 11.830.972.
Según fuentes policiales, el numeral de la cédula no le pertenecea Carolina Suárez, si no a Ana Yleni Mariña Chacón, una ciudadana que reside en Margarita del estado Nueva Esparta.
Describió a la sospechosa como una mujer gorda, cejas tatuadas, cabellera negra ondulada, estatura un metro 62 centímetros, tez blanca y nariz ancha, y para el momento del suceso vestía una batola rosada.
Mientras que la criatura nació pesando 3 kilos 500 gramos, 46 centímetros de estatura, tez blanca y ojos verdes, relató el angustiado padre.
Señalando que ellos, aunque naturales del estado Mérida, viven enla OCV La Orquídea en Rosariode Paya, parroquia Pedro Arévalo Aponte del municipio Santiago Mariño, casa número 147. Trabaja como mesonero en un local en Cagua.
En su explicación a los periodistas, responsabilizó del rapto a una enfermera del tercer piso del área de Maternidad y a los vigilantes que estaban situados a la entrada del servicio de Pediatría del HCM.
Narró que su señora fue ingresada a ese centro asistencial a eso de las 9:00 de la noche del jueves y a las 2:30 de la madrugada del día siguiente, a través de un parto natural, nació su primer hijo. Luego la paciente fue referida a la habitación 17, cama 147 y allí se mantuvo bajo vigilancia médica mientras se recuperaba.
“El domingo a eso de las 4:00 de la tarde, me indicaron que las parturientas no las daban de alta después de esa hora sino al día siguiente”, comentó.
“Lo curioso del caso, según confesó mi esposa, se acercó una ciudadana que se identificó como Carolina, ofreciéndole un jugo de durazno en un envase plástico, de los que utilizan los asiáticos para vender arroz chino”, indicó.
Poco después Rojas Valero entró en un estado que no sabía de su existencia, y de allí (en el tercer piso) bajó a Pediatría (en planta baja) junto con su niño. Supuestamente la habían dado de alta.
“Sin embargo, la enfermera no le retiró la vía arterial, por donde le suministraban el tratamiento a mi esposa y estando abajo, la señora (Carolina Suárez) le expresó que se quitara ese dispositivo con la ayuda de una enfermera.
Se le ofreció cuidarle su hijo”, aseguró.
La mujer aprovechó el momento para tramitar el acta de nacimiento, quedando reseñado con elnúmero 050067780, de fecha 6 demayo del 2012, incluso estampó su huella dactilar, y después abandonó el Hospital Central de Maracay, refirió el denunciante.
Desgraciadamente los custodios del referido nosocomio maracayero no se percataron del asunto o se hicieron “los locos”.
“Cuando uno va a ese centro asistencial, esos señores andan por los pisos del centro asistencial persiguiendo a los familiares diciendo que la visita ya terminó”, adicionó.
Ahora yo me pregunto: ¿Qué hacía esa ciudadana a eso de las 7:00 de la noche del domingo en el HCM?
Ella indicó a mi compañera que estaba en ese lugar esperando el niño de un sobrino que había nacido con bajo peso.
El rapto de mi hijo es muy sospechoso y presumo que la enfermerao los vigilantes de guardia, podrían tner responsabilidad. Por tal razón, “acudí a la Sub elegación de aracay a consignar la denuncia”.
Para descartar si Sandra Carolina fue dopada con una sustancia química, en el laboratorio del Cicpc le tomaron muestras de sangre paa ser analizadas, y asi mismo realizaron el retrato hablado de la implicada en tal hecho que causór vuelo en las afueras de la Sub delgación de Maracay.
El señor Eduardo Medina, padre de la criatura, facilitó el número de teléfono para que los ciudadanos de bien aporten información donde pueda encontrarse su pequeño hijo, 0416-375.98.67. De antemano muchas gracias por la ayuda.
Por otro lado, se tuvo conocimiento que la comisario Marisol Hevia, directora regional del Cicpc, nombró a un equipo de investigadores asignándole dicha responsabilidad de dar con el paradero de la mujer y del bebé.
Todo el personal que laboraba aesa hora de la noche en la Maternidad del Hospital Central, los vigilantes que estaban de guardia y otros serán citados en el transcurso de las próximas horas a rendir declaraciones. Los expertos ya tienen el retrato hablado de la sospechosa.
Por: LUIS ANTONIO QUINTERO
Diario El Siglo
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