HomeMundo & America LatinaMILAGROS SOCORRO: Campos queridos de Venezuela

MILAGROS SOCORRO: Campos queridos de Venezuela



Si Chávez recorriera los campos de Perijá,
vería a las Farc instalados en Machiques

 

Embalado ya en los sollozos, cuando cerraba el acto de promulgación de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT), el presidente Chávez dijo que pronto regresaría de Cuba para “de nuevo estar recorriendo las calles queridas de la patria, los campos queridos de Venezuela”.

Y uno se pregunta cuándo fue la última vez que Chávez recorrió las calles del país. Lo que se llama recorrer. Esto es, caminarlas, soportarlas, pringarse de su suciedad y violencia, ser testigo del incremento de la población de mendigos y niños en situación de calle, sortear los desniveles del enlosado, tolerar los abusos de dueños de locales y de buhoneros que se han tomado las aceras en total prescindencia de los derechos de los peatones, temer el atraco, el secuestro, la burundanga… Hace mucho que Chávez no hace eso. Y no es la enfermedad la que lo ha alienado de la realidad de las calles de la patria. Es el entramado de los carros blindados, las caravanas, los vidrios de dos pulgadas, los guardaespaldas con acento extranjero, ese poder sin límites que lo ha aislado de la gente y lo ha encastillado en su patética deriva de ser la franquicia de Fidel Castro.

Al verlo llorar porque ya no podrá recorrer los campos de Venezuela, uno se pregunta cuándo en la vida Chávez ha pisado los campos en faena distinta a la de comandar soldados… para montar tarimas donde lucirse como cantante. No lo hará, eso está claro.

Pero es que jamás lo ha hecho. Ni física ni mentalmente. Lo que sí ha hecho es abrir las puertas a los irregulares colombianos que huellan con su planta insolente las poblaciones fronterizas, humillando y castigando a los venezolanos frente a la mirada alcahueta de las autoridades.

Este jueves en la madrugada, cuando el video titulado “Chávez llorando” remontaba la cuesta de la popularidad en Youtube, fue secuestrado en Machiques de Perijá, estado Zulia, el productor agropecuario Ramón Jesús Vargas Romero, de 63 años de edad, quien caminaba por las queridas calles de Machiques cuando fue interceptado por sus captores. El evento dista mucho de ser excepcional, pese a ocurrir en una pequeña ciudad, tendida al pie de la Sierra de Perijá. En realidad, forma parte del horrible caos que se ha abatido sobre sus pobladores, forzados a vivir en la angustia por la presencia rampante de elementos de las FARC y del ELN, que se han repartido la zona en parcelas para aplicarles sus inveterados métodos criminales.

Si Chávez recorriera los campos de Perijá, como mandatario o como espectro atormentado por sus errores, vería contingentes de guerrilleros instalados en las haciendas de Machiques, al tanto del más mínimo movimiento de los productores del agro. Vería cómo el Frente 41 de las FARC asedia hacendados en fincas situadas a escasos 8 kilómetros de Machiques. Comprobaría que alrededor de 60% de los productores ya están “vacunándose”, es decir, pagando montos entre 20.000 y 30.000 bolívares para que los dejen vivir y trabajar en su propio país. Asistiría a las penosas escenas de productores negociando con los irregulares para que les permitan cancelar la vacuna en varias cuotas o, a falta de pago, que les acepten sacos de comida que el invasor manda a recoger tranquilamente. Contemplaría el cuadro que tuvo que encajar un ganadero citado por los delincuentes en su finca, que al ingresar a ella se encontró con 2 guerrilleras sentadas en su silla con los pies apoyados en el escritorio.

Si Chávez recorriera los campos aledaños a Machiques vería cómo los oficiales emplazados en el fuerte Macoa se hacen de la vista gorda mientras los venezolanos son extorsionados, secuestrados y asesinados por irregulares colombianos. Tendría la certeza de que bajo su régimen, las Fuerzas Armadas no han hecho soberanía; y, en vez de eso, han entregado el país a la morralla que lo desgarra a dentelladas.

Si Chávez recorriera los campos de Venezuela, tendría un atisbo de la cruel inseguridad que allí se vive. Sin contar las dificultades por el rezago de los precios regulados, así como la falta de insumos.

Mientras todo eso ocurre, Chávez ve al general Carlos Alcalá Cordones, inspector general del Ejército, adulándolo a gritos e insultando venezolanos. “Ni en sus sueños ­escribió el general en Twitter­ el majunchismo realizará una movilización como la que realiza (sic) el chavismo hoy 1º de mayo 2012”.


Por: Milagros Socorro
msocorro@el-nacional.com
Politica | Opinión
EL NACIONAL
Domingo 6 de mayo de 2012