La inescrupulosidad del régimen
una de sus principales virtudes
■ Si algo ha desgastado durante sus 13 años de poder corrompido han sido los términos “moral” y “ética”.
Consultando el archivo de prensa estos días en que los medios nacionales e internacionales deslizan el término de “narcoestado” para definir el submundo destapado en Venezuela por el presunto narcotraficante Walid Makled y por el exjuez favorito del régimen, Aponte Aponte, encontramos un artículo del colega Roberto Giusti publicado en 2009 (EU 01-12) en el que ya calificaba como “Estado putrefacto” el resultado de 11 años de gobierno de quien “como ángel purificador tronaba contra las cúpulas podridas del viejo sistema político”. Concluía Giusti que once años después de aquellos acendrados gritos del golpista “estamos ante un gobierno podrido en la ruina moral”.
Si algo ha desgastado durante sus 13 años de poder omnímodo y corrompido han sido los términos “moral” y “ética” que enarbola para descalificar los esfuerzos democráticos opositores o las opiniones disidentes contra sus desafueros. Sin embargo el tiempo y los hechos son jueces implacables. A pesar de los intentos por cubrir de olvido el estercolero de lo que ya ni ellos se atreven a calificar de “revolución bonita”; de las amenazas para que los medios oculten esa “ruina moral” que estalla como un magma que arrastra todos los poderes a su paso y a pesar del desesperado anuncio de salirse de la CIDH de la OEA para que la justicia internacional no los alcance, no han podido esconder sus espantosas miserias.
“La delincuencia organizada -léase narcotráfico- ocupa altos niveles del Gobierno” es titular que ilustra el documentado relato de la Dra. Mildred Camero (EU 29-04-12), quien fuera presidenta de la Conacuid (Comisión Nacional Contra Uso Indebido de las Drogas) durante la primera etapa de Chávez. Las denuncias de Aponte son para Camero “apenas un componente más de una organización dedicada al narcotráfico, que estaría enquistada en altos cargos del Gobierno”. Narra que “desde 2003 Makled estaba metido en el narcotráfico, época para la que comenzamos a recibir información sobre su afinidad con grupos del alto Gobierno, algunos miembros de las FAN, otros de la policía científica y de las policías regionales”. Confiesa que elaboró cinco informes denunciando, hace 7 años, lo que ahora esta sucediendo, enviados también al Presidente, que fueron engavetados. Una orden de Chávez saca del país a la DEA porque, según Camero, “se estaban afectando los intereses económicos de ciertas personas involucradas en el tráfico de drogas y con mucho poder en ese momento”. Es pesimista respecto a si se hará una investigación: “No se va a hacer porque hay muchas personas importantes involucradas”
Los testimonios de la Dra. Camero; la lista de generales y personeros del gobierno implicados por Makled (grabado en Colombia por la DEA) y de quien fuera magistrado “estrella” del régimen chavista, Aponte Aponte, retratan una situación similar al Panamá de Noriega. Allí los narcotraficantes controlaban a los jueces y fiscales, a militares, a la policía antinarcóticos, al personal de aduanas y aeropuertos, etc. Todo bajo la mirada complaciente de Noriega, quien arengaba a las masas contra “la burguesía” y “la oposición” machete en mano. Aún está en prisión.
La inescrupulosidad de Aponte Aponte era su principal virtud a los ojos de un régimen para el que disentir es un delito. Aponte Aponte siempre sentenció en contra de los presos políticos a cuyos abogados defensores dejaba sin posibilidad de ejercer recurso alguno ante los tribunales y admitió haber manipulado por orden superior 87 expedientes contra disidentes, varios de ellos presos o refugiados. Confiesa que obedecía las órdenes más inicuas emanadas del Presidente, de la Fiscal y de la Presidenta del TSJ. Hoy Chávez lo llama “delincuente”. No quiere recordar que fue él quien le extendió en 2004 el tiempo en la FAN para que siguiera con su labor de persecución de los militares involucrados en los hechos de abril. Lo gritaba eufórico en un acto oficial el ministro de la Defensa, García Carneiro, al destacar que “la determinación de mantener a Aponte Aponte dentro de la FAN había sido tomada en persona por el Presidente Chávez” (David González EN 29-04-12).
Que el Presidente felicite públicamente a Rangel Silva y al Alto Mando después de haber sido varios de ellos señalados por su juez favorito como incursos en narcotráfico (“zar de la droga” incluido); que la Fiscal diga que lo dicho por Aponte no es suficiente para abrir una investigación (altos militares presuntamente incursos en narcotráfico, sentencias decididas por el Ejecutivo, juicios arbitrarios con testigos falsos, etc.) y que la AN decida desagraviar a los acusados en vez de investigarlos, es la prueba material de que estamos ante un Estado putrefacto minado por la ruina moral.
Por: MARTA COLOMINA
mcolomina@gmail.com
@colominaM
domingo 6 de mayo de 2012