Definitivamente no se ve avance
en la política penitenciaria

■ No se ve nuevos centros de reclusión, ni control del hampa interna, ni control en la circulación de armas, drogas y delitos.

Llegando a la penitenciaría La Planta se podía ver a los familiares de los presos tirados en el piso respirando los gases de las bombas lacrimógenas lanzadas minutos antes por la Guardia Nacional, ya que se suponía que se estaba viviendo “en caliente” una fuga masiva de ciudadanos privados de libertad. Una señora lloraba la muerte de su hijo quien se había enfrentado a tiros con la Guardia Nacional, ya que ésta intento antes de la hora del gallo, entrar a la parte interna del penal y se dio un enfrentamiento mayúsculo a plomo limpio. Inmediatamente, la Ministra Varela alias “La Fosforito” dijo que todo estaba bajo control y que nadie se había fugado.

Y para asegurarse que todo quedara allí, optó por retirarle a los comunicadores de Globovisión, sus equipos al mejor estilo de los chácharos de Gómez, como si estuviera arreando burros en “La Mulera” y a punta de peinilla sometiendo a los cristianos necesitados de autoridad para que se callaran la boca. Entonces, le espicharon dos cauchos a la camioneta de la televisora, como aviso concreto para que se quedaran pasivos. Pero, los presos siguen armados hasta los dientes.

Luego, resulta que se descubre por algún sapo cantarín que desde hace más de tres meses no se pasa lista en el penal y que se presume más de 300 reos fugados por la puerta principal como cualquier hijo de vecino que va a comprar pan en la panadería. Naturalmente, pagando unos reales para sobornar a los funcionarios contactados que se prestan con su hambre a darle camino libre a los “ciudadanos” que dicen no tener nada que perder. El despacho de la Ministro parece que no controla el status de los presos, ni sabe quiénes están aquí o allá.

No todos los internos se quieren ir de ese infierno: Algunos de ellos se sienten muy cómodos operando desde adentro secuestros Express, tráfico de drogas y ganando buena plata por ese concepto. Además, disfrutan de grandes bacanales, orgías y rumbas, que hacen olvidar completamente que son unos delincuentes pagando sus errores. Este cuadro pintando con colores de realidad se repite en todos los penales del país y la comandante “Fosforito” continúa sin hacer nada novedoso, efectivo y revolucionario. La podredumbre es de película.

Cuando el Presidente Chávez nombró a “la fosforito” para que se encargara del nuevo ministerio, a raíz del caso de El Rodeo, lo hizo con la finalidad-supuestamente- de poner orden en las cárceles, pero definitivamente no se ve avance en la política penitenciaria, ni nuevos centros de reclusión, ni control del hampa interna, ni control en la circulación de armas, drogas y delitos. Esta ministro es un fracaso gigante y ya no tiene cara para explicar qué hace en su despacho, que demuestre que las cárceles están siendo atendidas, mejorando su infraestructura, implementando saneamiento, instrucción, trabajo, seguridad, sistemas y procedimientos que den a entender que existe un paso adelante en el desarrollo de los penales: ¡Es un cerillo apagado!

Por: Luis Alfredo Rapozo
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo