En la planta la GNB controla
el negocio de la “pernocta”

A pesar de que el Ministerio de Servicios Penitenciarios prohibió las visitas prolongadas, en la cárcel de El Paraíso, actualmente sin director, es la Guardia Nacional la que controla este asunto y la seguridad.

La fiesta comienza los viernes. Cada semana, desde los jueves los proveedores surten el penal con las bebidas alcohólicas que servirán para amenizar la actividad. No siempre hay un motivo para celebrar, pero cualquier excusa es buena para que suene la música y se desaten las pasiones. Todo esto ocurre durante las pernoctas que cada semana se realizan en la Casa de Reeducación Artesanal de El Paraíso, mejor conocida como La Planta, y en el resto de los penales del país.

Fue en medio de estas visitas familiares en la que mataron a María Teresa Marrero, de 21 años de edad, quien recibió un tiro en la sien el viernes en la noche después de haber discutido con su pareja, un recluso de nombre Énder. Extraoficialmente se conoció que el novio le reclamó que supuestamente estaba coqueteando con otro reo, sacó un arma de fuego, le disparó. Posteriormente lo mataron a él porque está terminantemente prohibido meterse con la visita.

Anteriormente había circulado una orden de que estaban completamente prohibidas las pernoctas en todos los centros de reclusión, pero se pudo conocer extraoficialmente que en el caso de La Planta, es la Guardia Nacional la que maneja a su antojo el tema de la visita y la seguridad, porque actualmente no tienen director, y que los pranes pagan para que les permitan hacer las fiestas los fines de semana o durante otras épocas.

El abogado criminólogo Omar Arenas Candelo aseguró que todas estas prácticas serán muy difíciles de erradicar y que evidentemente generarán resistencia en la población penitenciaria, que podrían desencadenar en hechos de violencia.

“Este tipo de excesos forman parte de las políticas populistas, y todas esas irregularidades ocurren bajo la mirada complaciente de las autoridades. Es también parte de las mafias que operan en torno al sistema penitenciario y aunque en otras cárceles del mundo existen las visitas conyugales eso ayuda al recluso a integrarse con el medio en el que permanece privado de libertad, pero no estos alborotos orgiásticos que ocurren en las cárceles venezolanas”, dijo el experto.

Problema heredado:

Las pernoctas son parte de la herencia dejada por el ministro de Relaciones de Interiores y Justicia, Tareck el Aissami, al sistema carcelario venezolano.

La iniciativa formó parte del supuesto plan de Humanización Penitenciaria y comenzaron a realizarse hace un par de años.

La semana pasada, Iris Varela, ministra de Servicios Penitenciarios, anunció la eliminación de estas visitas en 3 de las 34 cárceles del país: La Pica, en Maturín; Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar, y el Centro Penitenciario de la Región Andina, en Mérida, con la amenaza de que sucederá lo mismo en aquellos penales donde haya violencia.

Hacinamiento extremo:

La cárcel de La Planta tiene una capacidad para 350 reclusos, pero de acuerdo con el último pase de número que se realizó hace varios meses había 2.673 internos, lo que quiere decir que el hacinamiento es de 664%.

“La situación de hacinamiento es grave en todas las cárceles; ahora imagínate cómo es cuando además de los reclusos entra el montón de familiares. Si a eso le sumamos la droga, el alcohol y las armas de fuego, prostitutas y la música cualquier cosa puede pasar”, expresó Carlos Nieto Palma, director de la ONG Una Ventana a la Libertad.

Nieto aseguró que en varios países del mundo se ha aplicado la pernocta como parte del plan de reinserción de los internos a la sociedad, pero que es un beneficio que se ganan con trabajo o buena conducta.

“Existen en algunas cárceles de México, Bolivia y España, pero se hacen en espacios acondicionados para que los familiares estén en áreas apartadas, no como ocurre aquí que entonces sacan a los que no reciben visita para que les den los espacios a las mujeres y donde hay áreas que tienen hasta 100 personas teniendo sexo al mismo tiempo, no me quiero imaginar cómo son esas visitas”, dijo el director de la ONG.

De la visita al secuestro:

Muchos de los conflictos ocurridos en los penales en los últimos años, se iniciaron durante las visitas de los fines de semana o pernoctas. 

Enero 2011: Hubo un enfrentamiento entre reos de La Planta y la GN por la suspensión de la visita. En medio de la trifulca quedaron atrapadas las mujeres de los reos que estaban en la cárcel desde el 15 de diciembre de 2010. 

Mayo 2011: Reclusos de La Planta secuestraron a 15 personas, entre familiares, personal y el director de la cárcel, como medida de presión contra el Ministerio de Relaciones Interiores. 

Diciembre 2010: Una mujer y un recluso de la Penitenciaria General de Venezuela, Guárico, resultaron muertos a tiros en la pernocta. El móvil, un ataque de celos de la pareja de la mujer. 

Junio 2010: Un tiroteo entre reclusos causó 6 muertos y 18 heridos en la cárcel de Los Teques, entre reos y visitantes. La pelea comenzó cuando un interno intentó seducir a una mujer que había sido invitada por un pran. 

Por: THABATA MOLINA
tmolina@el-nacional.com
CÁRCELES | CORRUPCIÓN
OFICIALISMO | PSUV
DENUNCIA | VÍCTIMAS
EL NACIONAL
MARTES 24 DE ABRIL DE 2012