♪ Canta, pajarito… que tu canto
llene el aire de verdades..♫
El ex magistrado Eladio Aponte perdió los favores de la revolución en una tarde que parecía tranquila desde una ventana del TSJ. Fue vinculado al narcotráfico como fueron relacionados también, altos jerarcas del Ejército, un ex gobernador y la cuenta sigue… Da la impresión que estamos frente a una película de Metro Golding Meyer que describe las barbaridades en una república bananera.
Los revolucionarios se deshicieron de él como si lo botaran sin remuneración de un empleo, con una humillante patada por el trasero. Viendo que la cosa se ponía fea para el destino de sus huesos, se fue del país, sabiendo de la clase de abusos que hacen estragos en la justicia y comenzó a cantar como una guacharaca en Costa Rica, dando elementos para sentir asco del gobierno de Chávez, por las marranerías puestas a llevar sol: “Canta, canta pajarito; canta, canta sin cesar…”
Aponte mientras se hundía en la miasma típica de la marginación, se desesperó llamando a los camaradas para que le metieran la mano y evitaran de alguna forma con su respaldo, la inminente caída, pero nadie dijo “esta boca es mía”, cuando anteriormente lo llamaba hasta el mismísimo Presidente para “orientarlo” en la decisión de casos interesantes para el gobierno. Por eso canta, pasando una factura que no se sabe cómo se va a pagar. El hombre canta con su voz sonora cuando reconoce, que primero estaba la revolución y el presidente, por encima de la Constitución y la Justicia. Parece ser que el gobierno esperaba que se quedara tranquilo, pero el pajarito abrió la boca y expuso la manipulación de la vida de las gentes, torciendo las leyes y los métodos criminalisticos.
Una verdadera vulgaridad el contenido de las palabras del hombre caído en desgracia, cuando reconoce ante el mundo, algo que todos los venezolanos sabíamos y no es otra cosa que el Poder Judicial es manipulado por el Ejecutivo, donde se acata y se dicta, como si fuera un cuartel-so pena de perder el empleo-, las decisiones políticas que le convienen al gobierno; sin importarle condenar a una persona a 30 años, siendo inocente; o perseguir a ciudadanos hasta lograr su auto exilio, o destruir la vida profesional de un sujeto porque no está en el camino de la revolución; inventando pruebas y manipulando expedientes: “Canta, canta pajarito; que tu melodía aclare el tiempo, como despejando las nubes del invierno.”
No pueden pasar por debajo de la mesa, las declaraciones del ex magistrado, porque son un escándalo. Dan vergüenza ciertamente, entendiendo que el hombre era un oficialista de alto rango, que descubre el entramado de corrupción que embriaga al poder Judicial con su denuncia…
Veremos si alguna investigación sale de todo esto o si la Asamblea Nacional se pronuncia o discute lo planteado por el ex magistrado. Ciertamente son cosas que se han denunciado anteriormente en múltiples ocasiones, pero el hecho de que Aponte lo diga, es un canto que se oye diferente y deja con la boca abierta a todo el mundo.
Naturalmente, los seguidores revolucionarios desprecian al pobre ex magistrado, tildándole de traidor, cobarde, poco hombre, salta talanqueras, sucio, arrastrado ante el imperio, entre otros calificativos usuales, pero lo cierto es que la imagen de la Presidenta del TSJ, de la señora Fiscal, de la Contralora, del Presidente entre otros militares y civiles con cargos importantes se ha embadurnado de una cosa muy fea, que no se lava con jabón. Y ahora, el gobierno busca la manera de prender su propio ventilador y atacar a propios y extraños, usando –por supuesto- los medios públicos del Estado y hasta se atreven a decir que Aponte es un líder de la oposición para desligarse de ese bacalao. Ahora, yo les digo apreciados lectores que este ex magistrado no merece el mínimo respeto: Es una lacra roja pasando un mal momento.
“Canta, canta pajarito; que tu canto llene el aire de verdades. No importa que ensucien el espectro, pero que digan realidades, canta pajarito…”
Por: Luis ALFREDO RAPOZO
luisrapozo@yahoo.es
@luisrapozo