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ALEXANDER CAMBERO: Traidor y vende patria

“Este régimen se ha convertido
en nuestra vergüenza…”

 

El futuro de la nación se torna incierto ya que un gobierno extranjero es quien decide la suerte de los venezolanos. Desde su bunker Fidel Castro ordena y toma decisiones como si se tratase de un funcionario electo por el voto nuestro, tiene el tupé de invadirnos con miles de agentes que buscan crear un Estado policial, en donde estemos sometidos por una permanente persecución, sin la posibilidad de poder respirar en un ambiente democrático. Una gigantesca cárcel en donde sus barrotes estén compuestos por el granítico miedo, ese que traba la lengua hasta transformarla en adorno de la infame cobardía.

El gobierno de Hugo Chávez es el financista estelar de los movimientos y procesos revolucionarios del hemisferio. Les han quitado los recursos a los venezolanos para que estos sean piedra angular de otros desarrollos distintos a nuestros intereses, somos quien mantiene al gobierno sátrapa de La Habana haciendo de las suyas. Es gravísimo que el dinero venezolano alimente las mandíbulas de una dictadura que aniquila a inocentes en nombre de una revolución que es una agresión permanente contra la racionalidad humana, protegemos a quienes destrozan la esperanza y apagan la existencia. La ilusión de una vida perdurable es permanentemente arruinada por la desfachatez del comunismo prehistórico, que obliga a jóvenes a lanzarse al mar en busca del mejor futuro.

Bajo este contexto queremos precisar. ¿Quién es el traidor o vende patria?, durante trece años Hugo Chávez y su gobierno ha catalogado a los factores democráticos como traidores a la nación o lacayos del imperio norteamericano. Sin embargo, lo fácilmente comprobable es la actuación del gobierno venezolano, es un descaro que muchos de nuestras regiones tengan los centros hospitalarios en ruina, mientras en Uruguay y Cuba se construyen hospitales con dinero venezolano. Lo mismo ocurre con las carreteras nuestras convertidas en paraíso de cráteres, con unas capas asfálticas viejísimas; mientras construimos modernas vías para pueblos de Ecuador y Bolivia, financiamos puentes y un sinnúmero de obras colaterales. Ni hablar de las escuelas hechas en Paraguay. Mientras las que son responsabilidad del gobierno nacional están cayéndose a pedazos. Área en donde despunta con gran merito el abanderado presidencial democrático Henrique Capriles Radonski, quien ha construido una gran cantidad de espacios dedicados a la educación.

No ocultemos la verdad. La revolución bolivariana y su jefe Hugo Chávez, han entregado a la patria. Se burlaron de los venezolanos a quienes colocan en puestos secundarios mientras sus amigos ideológicos usurpan nuestras divisas. Jamás un gobierno extranjero había gozado de mayores beneficios en Venezuela como lo que ocurre con Cuba. Es tal la magnitud del hecho que hace una semana se reunieron en la capital antillana ministros y militares cubanos para decidir la suerte de Venezuela. ¿Quién le dio el derecho a Cuba a decidir nuestros asuntos? ¿Por qué tenemos que estar supeditados a lo que resuelvan los ancianos hermanos Castro?

Chávez es tan vulnerable como sumiso. Su traición a Venezuela crece como las dificultades de su terrible enfermedad, es el peor de nuestros presidentes y quien con mayor descaro se ha abrazado a los intereses foráneos. Es tal su entreguismo para con Cuba que hasta sus discursos tienen el típico acento habanero, cambió el joropo por el son montuno. Hasta su guardia pretoriana tiene cédula de identidad extranjera.

En nuestras manos está darle finiquito al traidor. Ellos cambiaron al imperio norteamericano por el totalitarismo del Caribe. Nosotros requerimos de un gobierno democrático que responda a la unidad nacional y no a los intereses de terceros. Capriles representa el resplandor del nuevo país, sin padres que nos manipulen o sean dueños hasta de nuestros sueños. Tal como ocurre entre Chávez y su amantísimo Fidel.


Por: ALEXANDER CAMBERO
alexandercambero@hotmail.com
twitter @alecambero
EL UNIVERSAL
miércoles 18 de abril de 2012