HomeElecciónesZenair Brito Caballero: Exhortación por el rescate de la democracia

Zenair Brito Caballero: Exhortación por el rescate de la democracia

“Catastrófico es hablar de libertades
en democracias defectuosas…”

 

Se disfrutan algunas, claro está, pero muchas resultan restringidas. Venezuela con su privilegiada ubicación geopolítica, este jardín de envidiables bellezas naturales, adornado por esplendorosos paisajes, flora y fauna exuberantes, reconocido por la inteligencia y creatividad de sus pobladores, atrae sí, pero también aterra a los ojos del mundo.

No es producto de imaginaciones fantásticas, ni efecto comercial de publicidades refinadas. Venezuela es una patria maravillosa en cuyos componentes esenciales vibran la vida, las formas, las aromas, los sonidos y el color. Pero, paradoja fatal, acoge una sociedad empobrecida, dividida, acorralada, arrinconada, atemorizada, acobardada y sufrida por las acciones de un gobierno que dice llamarse revolucionario, socialista-comunista.

Centenares de familias venezolanas y extrajeras, millares de parientes, vecinos, amigos, y todos los venezolanos de bien, anhelamos vivir en paz en un país democrático de plenas libertades ciudadanas, no como viven otros seres humanos, como otros ciudadanos del mundo que, aprisionados en túneles, aislados en cavernas, amarrados con las sogas del horror y la desesperanza, permanecen en los dominios del silencio soportando indefensos la infame esclavitud que les imponen los gobiernos por el solo hecho de ser disidentes.

Basta ya compatriotas, basta de maltratos, humillaciones y descalificaciones a la oposición y a su candidato presidencial. “Nunca más”, se ha dicho en muchas oportunidades en los medios de comunicación, en marchas, en huelgas de hambre, en protestas permanentes en ciudades y pueblos desde hace 13 años que gobierna el socialismo-comunismo en Venezuela, sin que logremos conmover los corazones ensordecidos del gobierno, del terrorismo, de la delincuencia organizada, o de los monaguillos de la anarquía.

Unidos como debe ser, abigarrados en el abrazo de la ilusión, radiantes en la fe y convocados por la Muerte y Resurrección de Cristo, dejemos que nuestras mentes y nuestras almas, motivadas por esta recién finalizada celebración

universal de la Semana Santa se fundan en oración sincera, en plegaria profunda, en meditación fructífera, para que el eco liberador de nuestras súplicas retumbe en la conciencia insana de esos pocos mercaderes de la libertad, perversos abanderados del dolor.

Roguemos para que se rompan en ellos las ataduras del mal, y les llegue oportunidad de entender que lo necesario es ponerse a paz con las infinitas maravillas de la creación divina.

En los abiertos espacios de Dios, en la deliciosa infinitud del universo, ante la Providencia Creadora que nada niega y todo lo prodiga, resulta contrario al derecho natural y al derecho positivo que los hombres conculquen las libertades de los hombres.

Que no impere la debilidad en nuestros espíritus, que no anide el silencio en nuestros labios, que no muera la solidaridad en nuestros corazones, que no mengue la fortaleza en nuestros cuerpos, que no falten ideas en nuestras mentes, para seguir clamando y reclamando que se le devuelva la libertad a los presos políticos: a la jueza Afiuni, a los comisarios Forero, Vivas y Simonovis, al General Baduel, y cientos de exilados políticos que permanecen en otros países, la libertad plena de expresión y opinión, y una democracia participativa con educación y progreso.


Por: Zenair Brito Caballero
britozenair@gmail.com
@zenairbrito