Ahora los asaltantes entran en las
casas sin violentar cerraduras
■ Víctimas afirman que los delincuentes no se tapan el rostro y actúan con tranquilidad.
Despertar en la madrugada y verse apuntado con un arma por un delincuente, o llegar a la casa a cualquier hora del día y conseguir a la familia sometida por malhechores bajo amenaza de muerte, se ha vuelto común en Guanare, capital de Portuguesa. En los últimos 6 meses, en la ciudad se han contado más de 50 robos y hurtos en viviendas de diferentes sectores, según vecinos y víctimas.
La situación es comentario generalizado en las calles.
La gente asegura que ningún sector se escapa de esta situación, pero que las zonas más atractivas para que los asaltantes cometan sus delitos son las urbanizaciones Andrés Eloy Blanco, mejor conocida como Fundaguanare, y Los Pinos, donde se concentra más de 70% de los robos y hurtos de los últimos meses.
La impotencia de las familias ante estos delitos ha generado múltiples acciones de calle para llamar la atención de las autoridades y exigir más patrullaje nocturno, además de seguimiento de los sospechosos que deambulan día y noche por las calles de las zonas residenciales.
Pocas denuncias:
El comisario José Arape, comandante de la Policía del Estado Portuguesa, sostiene que las protestas de los habitantes han sido escuchadas y que se han tomado medidas para aumentar la seguridad. Sin embargo, en los registros policiales sólo hay apuntados 15 robos y hurtos a viviendas en lo que va de año, porque la población no denuncia los casos.
“En enero hubo 5 hurtos y 1 robo de casa; en febrero, 3 hurtos y 2 robos; en marzo 1 hurto; y en abril 3 hurtos para totalizar 12 hurtos y 3 robos de viviendas. Es posible que haya una cifra negra que no conocemos porque muy pocas personas denuncian, pero trabajamos y tenemos precisadas algunas bandas procedentes de Barinas que ejecutan estas acciones”, detalló Arape.
Aseguró que la policía intenta recuperar la confianza de la colectividad en su trabajo, lo que en parte se ha logrado con la solución de delitos de extorsión y secuestro, pues muchas personas han denunciado y se ha capturado a los delincuentes. “Precisamente a ese punto queremos llegar con el problema del robo de viviendas, porque si no hay denuncia no hay forma de emprender las investigaciones”, indicó.
Como si tuvieran llaves:
Los vecinos de Fundaguanare contabilizan aproximadamente 30 hurtos y robos a viviendas en el sector, en lo que va de año.
En la mayoría de los casos los antisociales han entrado a las casas en la madrugada como si tuvieran llaves, sin violentar cerraduras, por lo que han sorprendido a las víctimas durmiendo, viendo televisión o hasta jugando Nintendo.
Alberto Pérez, vecino de Fundaguanare, contó que una noche estaba jugando en la computadora y de pronto vio a un hombre que se le paró en un lado y le dijo que se quedara tranquilo porque se trataba de un atraco. Aterrado, el joven le pidió que lo dejara avisar a sus familiares que estaban durmiendo de lo que sucedía.
Luego, tuvo que sentarse en una silla a observar cómo los antisociales cargaban dos camionetas con todos los objetos de valor que quisieron.
Pérez señaló que conoce varios casos similares ocurridos en la urbanización. Cuenta que los delincuentes no se cubren los rostros y actúan con total naturalidad, como si estuvieran seguros de que la policía no los va a capturar.
Otro residente del sector afectado por el hampa es Alejandro de las Heras. Dijo que entre los meses de diciembre y enero sintió pasos de personas en el techo de su casa y en el patio, de donde sustrajeron herramientas de construcción, mientras que en el garaje robaron el reproductor de su carro.
Relató que un día sintió cómo una persona intentó abrir la puerta trasera de la casa, pero huyó cuando se dio cuenta de que la familia se despertó.
“Ese día llamamos a la policía, pero llegaron dos horas más tarde, cuando ya no había nada que hacer”, añadió.
De día o de noche:
En la urbanización Los Pinos han ocurrido más de 10 casos de este tipo, en los que los delincuentes someten a las familias y roban lo que desean.Jesús Manuel González, habitante del sector, refirió que en su casa los hampones sorprendieron a su esposa cuando cerraba el portón del garaje.
Con una pistola la obligaron a entrar, sometieron a la señora de servicio y las amarraron en una de las habitaciones.
González agregó que cuando llegó a su casa, 20 minutos después, un delincuente que lo esperaba lo apuntó con un arma y le dijo que colaborara para que no le pasara nada, y lo dejó encerrado en el cuarto donde estaban las mujeres. Indicó que los hombres eran jóvenes, no tenían la cara tapada y uno tenía acento colombiano.
De esta casa robaron equipos electrodomésticos, prendas, computadoras, cámaras fotográficas y de video, dinero en efectivo y objetos fáciles de transportar.
Para escapar se llevaron la camioneta de la familia, que dejaron abandonada en otro sector de Guanare. Los delincuentes los amenazaron para que no formularan la denuncia ante las autoridades.
Rompen paredes:
En otros casos los delincuentes aprovechan la ausencia de los propietarios de las casas para forzar la entrada. Ángel Galíndez, habitante de la prolongación de la avenida La Hilandera, manifestó que su vivienda fue robada dos veces a finales de 2011. En la primera oportunidad abrieron un boquete en la pared de uno de los cuartos, y en la segunda despegaron el protector de unas de las ventanas. Del lugar robaron dos aires acondicionados, pantallas plasma y equipos de audio y video.
Galíndez denunció ambos robos, más para dejar constancia de lo ocurrido que esperando la captura de los antisociales y la recuperación de lo robado.
Acotó que tiene pistola y que está dispuesto a enfrentar a los ladrones si vuelven a la casa y él se encuentra en ella.
Acciones concretas:
El jefe de la Policía de Portuguesa, José Arape, expresó que en los casos en los que no se violentan las puertas, normalmente hay involucrados ex trabajadores de la familia. Por ello la precaución es no darles las llaves o cambiar las cerraduras cuando renuncian o son despedidos. En el caso de Fundaguanare, dijo que se reforzará el trabajo en el módulo policial, que se elevará de cuatro a ocho el número de funcionarios, y que sus habitantes colocarán un sistema de cámaras.
En Los Pinos se intensificará el patrullaje y vecinos cerrarán calles para restringir el acceso a desconocidos.
Por: DANIEL ESPAÑA
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EL NACIONAL
DOMINGO 15 DE ABRIL DE 2012
