HomeEconómiaHenkel García: “No me alcanzan los reales, versión matemática”

Henkel García: “No me alcanzan los reales, versión matemática”

“Incentivos e institucionalidad
en el área de economía del país”

 

Hace unas semanas escribí la versión original de “No me alcanzan los reales” (I), en ella les comentaba de manera general el por qué nuestro salario no rinde y un poco los malabares que hacemos y podemos hacer con el objetivo de sobrevivir con un salario que realmente dista del que verdaderamente queremos los venezolanos. En esta edición, y a propósito del recién anunciado aumento del salario mínimo, les escribiré de la razón matemática por la cual este aumento tampoco mejorará mucho las cosas.

Para aquellos quienes no le gustan mucho los números, no se asusten, tampoco son matemáticas muy complejas, sólo basta un poco de sentido común. Así que no se desanimen que la cosa no será tan aburrida.

Primero que todo describamos cómo va a ser el aumento. Hoy el salario mínimo es Bs 1.548,22, y éste va a ser aumentado 15% en mayo y 15% en septiembre. Es lo mismo decir que en mayo el salario mínimo llegará a 1.780,45 y en septiembre alcanzará Bs 2.047,52. Resulta curioso que esos Bs 2.047,52 suenan apetitosos pero es acá en donde juega en contra de nosotros la ilusión monetaria: es completamente seguro que en septiembre no podamos comprar con esos Bs 2.047,52 lo que hoy compramos con esa cantidad.

Ahora si un poco de números más “complicados”. En mayo 2011 el salario mínimo era Bs 1.407,47, y esperamos que para mayo 2012 esa cantidad sea 1.780,45, es decir un aumento de 26,5%. En ese mismo período el IPC del Caracas es probable (porque debemos suponer la inflación de abril y mayo) pase de 239,1 a 299,69, o lo que es lo mismo que tengamos una inflación interanual de 25,3%. En otras palabras, el aumento es de 26,5% frente al año pasado, pero los precios han aumentado casi en la misma proporción, este hecho hace que el verdadero aumento del poder de compra comparado con el año anterior sea de un anémico 0,9%.

Un caso parecido pasa cuando comparamos el salario mínimo de septiembre 2011 (Bs 1.548,22) con el que vamos a tener en mayo 2012 (Bs 1.780,45), como sabemos ese aumento es de 15%. En ese mismo período es muy probable que los precios hayan subido 15,9%. En este caso tenemos un aumento de salario de 15%, frente a un aumento de precios de los productos de 15,9%, sí, para mayo nuestro poder de compra estará casi 1% por debajo de lo que estaba en el mes del anterior aumento de salario. Es por ese motivo que los reales no nos alcanzan. No alcanzan porque en términos relativos nuestro salario se mueve casi igual que los precios de los productos. Esos aumentos nominales de salarios no son más que una ilusión monetaria momentánea. La realidad es otra y nos toca (sobre) vivirla cada día.

Para finalizar un último cálculo que les pido confíen. ¿Quieren saber cuánto podremos comprar con los Bs 2.047,52 que ganaremos en septiembre 2012?. Si estimamos una inflación que esté alrededor de 26% para 2012, con esos Bs 2.047,52 de septiembre 2012 podremos comprar lo que hoy compramos con Bs. 1.786,5, es decir, ese último aumento de 15% mejorará nuestro poder de compra en 5% con respecto a lo que compraba el salario mínimo de septiembre 2011 (que a pesar de ser nominalmente Bs 1.548,22 compraban lo que hoy podemos comprar con Bs 1.705,14). No son las mejores noticias, pero algo es algo….

"Algunos consejos que podemos aplicar para afrontar la realidad inflacionaria".

“No me alcanzan los reales” (I):

Esta es la frase más frecuente que tenemos en mente los venezolanos cada vez que finaliza un mes o cuando tenemos que ir al supermercado. El salario en términos reales (ajustado por inflación) no crece a pesar de que nuestro salario nominal aumenta año a año. Lo que verdaderamente importa, el poder de compra, se encuentra en pleno descenso desde finales de 2007.

Esta lamentable situación ha hecho que numerosas familias se encuentren batallando mes a mes para ver cómo hacen rendir su dinero, otras tantas han tenido que recurrir a diferentes deudas (tarjetas de crédito, familiares, etc) y lo peor del asunto es que no vemos la luz al final del túnel. Pero ¿qué podemos hacer ante esta situación que la vida (y los políticos) nos regala?

Cuando las cosas empiezan a subir a un ritmo mayor que lo hace nuestro salario, es muy fácil que lleguemos a una situación en la que terminemos gastando más de lo que ingresa. Precisamente esa diferencia entre el gasto y el ingreso tiene que ser financiada por alguna vía, de allí nacen nuestros problemas de deuda. Para evitar ese punto de inflexión es necesario llevar un rastreo frecuente de lo que gastamos, eso nos ayudará a determinar aquellos gastos que no son prioritarios para nuestra vida cotidiana y recortarlos apenas empiecen nuestros problemas financieros. La idea es eliminar o disminuir los gastos más superfluos (cenas en restaurantes, idas al cine, desayunos fuera de casa) para poder cumplir con holgura nuestros compromisos más importantes como por ejemplo la compra de comida en supermercados, gastos de servicios del hogar, colegio de los chamos, etc.

Esto se escribe mucho más fácil de lo que es en la vida real. Hace falta mucha fuerza de voluntad para abandonar esos “lujos” que a veces hacen tanto bien a nuestra estabilidad emocional, pero es preferible atacar el mal de manera inmediata. Quiero destacar que cada quien tiene sus preferencias, sería inútil de mi parte decirles cuáles son las de cada quien. Cada cabeza es un mundo y lo que es importante para ti podría no ser importante para mí. Así que es una misión individual establecer ese orden de prioridades para poder determinar en qué aspectos es posible disminuir el ritmo de gastos.

Por supuesto que hay otros trucos para hacer rendir esos reales. Comprar en empaques más grandes aquellos productos no tan perecederos y sobre todo aquellos que pensemos podrían escasear, comprar en cadenas de supermercados con precios más solidarios, eliminar paquetes premium de empresas de cable, tratar de disminuir el monto de la factura de teléfonos móviles, etc, etc.

Estos son algunos consejos que podemos aplicar para afrontar la realidad inflacionaria que nos ha tocado vivir. Los venezolanos llevamos décadas siendo creativos para defender el poder adquisitivo de nuestro salario. Algunas veces lo hacemos con éxito, otras veces nos metemos en problemas financieros. Lo importante es saber que siempre tenemos las puertas abiertas para tomar mejores decisiones, sólo es cuestión de actitud y voluntad…

* Henkel García: Analista e instructor en Finanzas. Presidente de Visión de Inversión. Director de @Econometrica IE C.A.


Por: Henkel García
@HenkelGarcia
García Banchs
Economía | Opinión
DOMINGO 15 DE ABRIL DE 2012