Aquí y ahora
Esta campaña electoral es, por demás, atípica, por razones e incidencias conocidas por todos.
Están a la luz del día y, por evidentes, no pueden se obviadas. Esto hace que los sectores de oposición se encuentran en su mejor momento para enfrentar a un Chávez debilitado que, por primera vez, no las tiene todas consigo.
Las primarias representaron un factor importante a los efectos de lograr una candidatura unitaria, fuerte, vigorosa, activa y refrescante, que surgió de las entrañas mismas de la expresión popular de la sociedad democrática. No fue impuesta a dedo, ni por cogollos, sino electa por la propia gente.
Obviamente, esto es una fortaleza importante que contrasta con la autonominación de Chávez que lleva 13 años en el poder, sin promover ni dar pasos hacia la formación de nuevos liderazgos dentro de las filas del PSUV ni de las organizaciones, grupos o colectivos políticos aliados. La historia de la revolución bolivariana comienza y termina con el caudillo único. Todo, absolutamente todo, depende de él.
Vistas las cosas así, Chávez, puede ser considerado un Goliat, de eso no cabe ninguna duda. Pero, también es menester recordar que, según narra la historia bíblica, el Goliat gigante todo poderoso del ejército filisteo fue derrotado por un pastor (David) armado simplemente de una honda y una piedra.
Esta referencia cobra fuerza de cara a las elecciones presidenciales del 7 de octubre de este año. Sobre todo si nos atenemos a los sondeos de opinión -no tarifados por el Gobierno- que la dan una ventaja relativamente pequeña a Chávez que, en ningún caso puede ser tomada como algo definitivo. La campaña apenas comienza. Todavía ni siquiera el CNE a dado la partida. Aunque sabemos que el Goliat criollo, no se detiene en principios y, mucho menos, respeta las reglas del juego democrático. Pero, al mismo tiempo, entendemos que nuestro David (Henrique Capriles) no es mocho, o sea que puede manejar la honda perfectamente, cargándola, no con piedras sino con millones de votos que le darán el triunfo electoral, independiente de cualquier circunstancia fortuita que pueda ocurrir. Vistas las cosas así la comparación cobra cada día mayor validez.
Si esto no fuera cierto, el poderoso y servil aparato propagandístico del chavismo no atacara con los calumnias, improperios y descalificativos más bastardos y escatológicos a Henrique Capriles. Ellos saben que la pelea va a ser dura, no solamente por las condiciones de salud de su jefe máximo, sino también por la fortaleza de espíritu, la tenacidad y la capacidad de estar en sintonía con las mayorías del candidato de la unidad. No es un político fácil de derrotar y, peor aún, de amedrentar.
Los laboratorios de guerra sucia del Gobierno tienen toda una estrategia armada sobre el particular. Descalificar antela opinión pública al adversario a más no poder y tratar de quebrar su voluntad son los objetivos de librito. Pero creo que esta vez se pelaron. No los van a lograr. Antes bien, estas prácticas deleznables -tan viejas como la política misma- se le pueden convertir en un bumerán . ¡Ojo con esto!…
Amén de lo anterior, las promesas de Chávez y las ofertas de más dinero para los más necesitados (las misiones) ya tan trajinadas, no surten el mismo resultado mágico de otros tiempos. Más bien se van diluyendo gradualmente en el mar de las promesas incumplidas. En las manos del engaño reiterativo de un futuro que nunca se alcanza. Poco a poco la decepción es mayor. Transitamos de la demagogia a la democracia…
Por: FREDDY LEPAGE
@freddyjlepage
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EL NACIONAL